29 Sep Ahora te Toca a Ti

Hemos sido retados a pensar en todas las áreas de nuestra vida, de aquí a diez años.  Estamos navegando a un futuro extraordinario.  Y extraordinario no es cualquier cosa.  Representa que te tienes que levantar pensando qué extraordinario va a ocurrir en tu vida hoy.  Tienes que pensar qué tienes que decir, qué tienes que hacer de forma extraordinaria porque te acabas de embarcar en una trayectoria extraordinaria.  

Es la intención de Dios que tú vivas una vida extraordinaria.  

“14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.”  Génesis 1:14-19  

Cuando vemos el Universo, es fácil preguntarse cómo es posible que haya quienes cuestionen la existencia de Dios, cuando en él deberíamos ver una explicación.  Hasta hace poco, se pensaba que el Sol no se movía, pero sí se mueve.  El movimiento del Sol es lo que se conoce como rotación, o sea, que se mueve sobre su propio eje.  La Tierra se mueve igualmente en rotación, pero también en traslación; o sea, se mueve sobre su propio eje, pero también se mueve alrededor del Sol.  Es interesante, y eso comprueba lo que nos dice Génesis porque el movimiento de rotación toma 24 h y el de traslación, 365 días.  

Todas estas son cosas en las que no nos detenemos a pensar en nuestro día a día.  Sale el Sol, nos levantamos, salimos a trabajar, sabemos el tiempo que tenemos en el día para hacer uso de él, pero no nos detenemos a pensar en cómo todo esto funciona.  

Para navegar a un futuro extraordinario, las estrellas tienen dos propósitos.  Una estrella dirigió a los sabios por cerca de dos años para que llegaran a donde Jesús había nacido.  Y es que la primera función de las estrellas es dirección.  Y otra de sus funciones es establecer tiempos y temporadas.  No solo te dirigen de un punto a otro, sino que establecen tiempos.  Si tú te vas a mover a un futuro extraordinario, tienes que considerar el tiempo.  

Tú sabes para dónde vas, pero tienes que planificar conforme a dónde deberías estar a cada altura de tu vida.  Tienes que hacerlo de esta manera porque hay muchas cosas en tu vida que tú pierdes y puedes recuperar, pero el tiempo no es una de ellas.  Tú puedes recuperar una casa perdida, un trabajo del que fuiste despedido, un matrimonio, la salud.  Pero tú no puedes recuperar el tiempo.  Si lo perdiste, lo perdiste.  Puede que tengas nuevos momentos, pero el que pasó, pasó y no vuelve.  El tiempo es uno de los activos más importantes.  Y las estrellas nos dirigen y establecen los tiempos.  

Josué es uno de los personajes de la Biblia que puede mostrarnos lo que es la importancia de los tiempos.  En ti hay un Josué que tiene que levantarse.  Pedimos a Dios que este mensaje inspire al Josué que está en ti a levantarse.  A Moisés le fue asignado sacar al pueblo de Israel de Egipto, y cumplió su llamado.  Pero a Josué le fue asignado conquistar.  Y a veces, somos muy buenos en ser libres de muchas áreas, pero nos quedamos ahí.  A la hora de conquistar, hay que ejercer una fuerza mayor que no todo el mundo tiene, o quizás la tienes pero no la has descubierto.  Descubre hoy el espíritu de Josué que está en ti.  Tú eres un conquistador.  Tú lo que estás esperando es ese llamado de parte de Dios.  

En Josué 1, Dios le dice a Josué: Llevas casi 40 años a la sombra de Moisés, observando, sirviéndole.  Josué no estaba sentado, estaba haciendo lo que le correspondía.  Pero Dios le dijo: Llegó tu momento, tu hora.  Tu tiempo, tu mejor temporada está frente a ti.  Pero una cosa es el movimiento hacia lo que Dios te ha destinado; otra, el espíritu de conquista que tienes que desarrollar.  

Hay tres cosas que tú tienes que considerar para que ese espíritu de Josué se active en tu vida:  

1. Estar disponible.  Josué estaba allí.  Moisés era el hombre del momento, el de la asignación de sacar al pueblo de Israel, pero Josué estuvo ahí; no se le despegaba.  La Biblia habla que cuando Moisés subió al monte y recibió las tablas de los mandamientos, Josué estaba tan cerca que al primero que vio Moisés cuando bajó del monte fue a Josué.  Porque para tú ser un conquistador, tú tienes que estar disponible.  
2. Estar dispuesto.  Atreverte, decir que sí.  
3. Estar despierto.  Alerta, pendiente a la próxima oportunidad.  

Este mensaje no es meramente para los jóvenes.  Josué tenía ochenta años, y estuvo dispuesto, disponible y despierto.  Cuando llegue el día que ya la asignación de Moisés concluya, gente que ha estado contigo, que ha sido tu estrella, te han dirigido; su asignación está por concluir y ahora te toca a ti.