10 Oct Con Justo Juicio

“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.” Mateo 7:1-6 

Estos versos se encuentran en dos contextos dentro de lo que Dios quiere que se haga primero. Aquí en otras palabras Jesús esta enseñando que no se debe juzgar y ni desperdiciar las cosas preciadas. Básicamente lo que el Señor quiere es que primero cada uno se haga un autoexamen antes de hacer cualquier juicio, y antes de echar las perlas a los cerdos, tienes que aprender a pasar juicio sobre ti mismo.

Jesús está hablándoles a los religiosos, que les encantaba pasar juicio sobre la gente.  Muchas veces, nos vemos cohibidos de juzgar a alguien porque el Señor dice que no juzguemos, pero cuando miramos la Biblia, hay un montón de versos en que el Señor dice que juzguemos.  Curiosamente, el más conocido es el que dice que no juzgues a nadie; pero ese es uno, entre decenas de versos donde el Señor dice que tenemos que juzgar.  No solamente el Señor dice que tenemos que juzgar, sino también el apóstol Pablo.  A través de toda la Biblia, se nos dice que es vital que el hombre sepa pasar juicio.  No es que no juzguemos, sino que no lo hagamos inapropiadamente.

 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.  Juan 7:24

El error es juzgar por apariencias, cuando en realidad se debe aprender a juzgar con justo juicio.  A través de toda la palabra, en múltiples ocasiones, el Señor nos habla de lo importante de juzgar los profetas, las profecías, el carácter de la gente, de juzgar los resultados.  La Biblia dice que Por sus frutos los conoceréis (Mateo 7:16b).

Hay muchas razones por las que el Señor quiere que, cuando hagas juicio, lo hagas de forma apropiada.  Si no aprendes a discernir, a pasar juicio sobre ciertas personas, siempre correrás el peligro de ser engañado.  Los más grandes hombres de la Biblia fueron engañados en múltiples ocasiones, por no pasar juicio.  Josué hizo un pacto con los gabaonitas, a quienes la biblia describe como avispas. Cuando Josué iba a pelear por la tierra prometida, esta gente se acercaron a Josué, rasgaron sus ropas, se echaron tierra en la cara, se mostraron como si fueran méndigos, llevaron pan mohoso diciendo que aquello era lo que ellos comerían, y a Josué le dio pena, hizo pacto con ellos, y aquella gente le fastidió la vida al pueblo de Israel por el resto de sus días, solo por Josué haber entrado en una relación que no tenía que entrar.  Pero el pueblo de Israel no los podía eliminar porque Josué hizo un pacto con ellos.

Tienes que aprender a discernir, a juzgar, a escoger, para no ser engañado, para no entrar en ideas erróneas.  Si no aprendes a discernir, a través de la palabra de Dios vas a creer todo lo que diga la gente y te vas a confundir.  La Biblia dice que retengas lo bueno y deseches lo malo.  Pero, si tú no sabes lo que es bueno, terminarás echándoles las perlas a los cerdos.  Tienes que aprender a juzgar para no desperdiciar tus bendiciones.

Mucha gente te ha hecho perder tiempo; tú les has dado cosas que no se merecían y que no debiste haberles dado.  Has puesto bendiciones en manos de personas, desperdiciándolas, te han engañado, porque no juzgaste correctamente el tiempo, ni la persona, todo por no haber hecho el juicio correcto. Cuando entiendes esto, te liberas de muchas cargas.  Y, si tú no aprendes a juzgar, a tener discernimiento, cometerás estos graves errores una y otra vez.

Tú tienes que aprender a juzgar, a discernir; pero la meta de juzgar no es hacerte tú más grande, no es prohibirle nada a nadie.  Los fariseos juzgaban a todos, y mucha gente juzga simplemente para ellos hacerse más grandes delante de los demás.  No juzgues tú así, porque con la misma medida con que tú juzgas, te van a juzgar.  Aprende a hacer el juicio correcto, espera el tiempo preciso, dale tiempo a Dios de arreglar cuentas con quien tenga que hacerlo, y tú no te dejes engañar, discierne, pero nunca señales con el propósito de degradar a alguien a un lugar de donde después tú mismo no lo puedes levantar.

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Lunes, 10 de Octubre de 2016

Código del Programa: PP-08A