06 Sep Tu Pedazo de Gloria

“Vinieron los de Quiriat-jearim y llevaron el arca de Jehová, y la pusieron en casa de Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar su hijo para que guardase el arca de Jehová.  Desde el día que llegó el arca a Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años; y toda la casa de Israel lamentaba en pos de Jehová.“  

1 Samuel 7:1-2   

Esta porción bíblica, ocurrió cronológicamente antes de que el arca del pacto fuera llevada a casa de Obed-edom.  El arca estuvo en casa de de Obed-edom por tan solo tres meses, y en ese tiempo su casa fue bendecida.  Sin embargo, en casa de Abinadab el arca del pacto estuvo por veinte años, y lo único que hubo fue queja y lamento.   

Elí fue el primer hombre encargado de velar por el arca, y no supo manejarla.  Elí no sabe cuidar el arca del pacto, la pierde en una guerra, sus hijos no saben ministrar a Dios, y el pueblo se queda sin gloria.  Lo mismo pasó con el hijo de Abinadab que fue seleccionado y obligado a cuidar el arca; esto no funcionó porque allí estuvo veinte años y no vieron bendición.   

Uza, otro de los hombres que tuvo problemas con el arca del pacto, intentó rescatar el arca con sus propias fuerzas para que no cayera al piso, y cayó él, muerto.  Esto nos enseña que las buenas intenciones no solucionan los grandes problemas.  Uza intentó rescatar el arca por esfuerzo propio y el arca del pacto, la presencia de Dios, la gloria de Dios nunca fue hecha para que un solo hombre la cargue.   

Hay personas que, a pesar de tener sus vidas en la presencia de Dios, lo que hacen es lamentarse por lo que pasó en el pasado, por lo que ocurrió en el ayer; esto no trae resultados.  Lo mismo con el que se le obliga a servir a Dios; tampoco tendrá resultados.

En la iglesia, hay mucha gente que lleva veinte años perseverando, y lo único que han sabido hacer en este tiempo ha sido quejarse y lamentarse, toda la vida.  Puedes tener la presencia de Dios en tu vida, y vivir lamentándote toda tu vida.  Puedes tener la gloria de Dios delante de ti, y aun así vivir en lamento por toda tu vida.  Mucha gente tiene la bendición de tener casa, de haber prosperado, y a lo mejor no tienen todo lo que quieren, pero tienen más de lo que merecen.  Quizás hoy no tendrás todo lo que Dios te ha prometido, pero tienes más de lo que aun has trabajado.  El Dios Todopoderoso ha sido bueno contigo, y lo que haces es lamentarte.   

La iglesia de Cristo tiene que entender que la gloria de Dios se debe llevar entre todos.  Hay mucha gente frustrada porque están tratando de recibir bendición, de prosperar con sus propias fuerzas, ellos solos cargando todo.  Cuando el cuerpo de Cristo se une, la gloria de Dios se puede mostrar en cada uno de nuestros hogares para mejorar la sociedad en que se vive.   

La pregunta es: ¿Estás llevando el pedazo de gloria que te toca?  Ninguno es mayor o menor que otro; lo que hace la diferencia es cuando entiendes que no importa lo que estés haciendo, si estás haciendo lo que te corresponde, entonces puedes ver que se manifiesta la gloria de Dios en tu vida.   

Ninguno de estos tres hombres tuvo resultados como los de Obed-Edom.  Lo que hizo que Elí muriera, que Abinadab terminara frustrado veinte años y que Uza muriera, trajo bendición a la casa de Obed-Edom, y Dios va a hacer eso contigo.  Desde ahora, declara sobre tu vida que en los próximos tres meses la bendición de Dios va a venir sobre ti y sobre tu casa y serán bendecidos para siempre.  

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Martes, 6 de Septiembre de 2016

Código del Programa: BC-01B