05 Sep La Esperanza de Gloria

Cuando miramos la condición de nuestros países, más allá del crimen, la corrupción y las malas noticias, lo que más tristeza da, es que a nuestros países les hayan robado el corazón.  A nivel espiritual, se pueden percibir el desánimo y la frustración.  Hemos permitido que las dificultades y las malas noticias y situaciones socaven el corazón de cada uno de nosotros, y que no podamos ver un futuro de esperanza, lleno de Dios. 

Los predicadores, en ocasiones, tenemos incluso que empujar el mensaje, en lugar de lo que sería lo ideal: Que la gente hale el mensaje; que el espectador ponga una demanda, en el mundo espiritual, que le pida más al predicador.  Hay gente que no se motiva con nada; uno puede hacer un chiste, y no se ríen; lo que quieren es irse, cuando se supone que llegaron al servicio a recibir de parte de Dios.  Si alguien tiene la solución para nuestros países, somos nosotros.  La palabra dice que Cristo en nosotros es la esperanza de gloria. 

Si nos descuidamos, incluso podemos llegar a contaminarnos con esto, y dejar decaer nuestro estado de ánimo.  Cuando permitimos esto, no vemos las bendiciones que tenemos, y no las podemos disfrutar.  Y esto se resuelve tornándonos a Dios, cambiando nuestra actitud hacia él, reconociendo que necesitamos su presencia en nuestra vida. 

^“10 De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo.  ¹¹ Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.” 

2 Samuel 6 

En tres meses, Dios bendijo a Obed-edom y a toda su casa.  Y, por los próximos tres meses, estamos creyendo por un avivamiento familiar.  No sabemos qué va a pasar en cada uno de nuestros países, pero en estos próximos tres meses, vamos a pedirle a Dios que nos dé un avivamiento en la familia, en nuestras casas; que, en estos tres meses, nuestras casas sean transformadas, cambiadas; que, cuando miremos para atrás, podamos decir: Nuestra vida, nuestra familia cambió.  Esto no se trata de que cambie algo a nivel político en tu país, sino que procures la presencia de Dios en tu hogar, de manera particular, y Dios te va a bendecir a ti, y a toda tu casa. 

Durante estos próximos tres meses, estamos declarando y creyendo, que lo que esté torcido en tu hogar, Dios lo va a enderezar.  Si hay alguien enfermo, se va a sanar; si alguien en problemas de adicción, será libertado; algo va a pasar en estos próximos 3 meses en tu casa, que tu familia va a ser transformada. 

Obed-edom no era del pueblo de Israel, pero recibió un día una entrega en su casa.  Aquel artefacto, acababa de matar a alguien tan solo unos momentos atrás.  David quiso llevar el arca del pacto, pero sobre bueyes, y el arca del pacto no fue hecha para ser cargada por animales.  Aquella arca representaba la gloria de Dios, y nunca los animales llevan la gloria de Dios.  En el camino, Uza trata de aguantar el arca del pacto para que no cayera, y es entonces que muere.  Al ver esto, David teme, y manda llevar el arca a casa de Obed-edom; y allí estuvo el arca por tres meses.  Aquellos tres meses cambiaron la vida de Obed-edom para siempre. 

No se nos dice qué fue aquello tan especial que hizo Obed-edom con el arca del pacto, pero hay ciertas cosas que podemos interpretar que produjeron aquel resultado de bendición sobre su vida y su casa.  No era meramente el arca del pacto lo que hacía que la bendición llegara.  En 1ra Samuel, por ejemplo, vemos que el arca había estado en casa de Abinadab por tres o cuatro años.  También Elí, sumo sacerdote, al recibir la noticia de que los filisteos habían robado el arca del pacto, cae al suelo, se desnuca y se muere.  Dice la Biblia que una de sus nueras tuvo un hijo y le llamó Icabod, que significa “han traspasado la gloria de Israel, no tenemos presencia”.  El mal manejo del arca del pacto por parte de una familia, deja a toda una nación sin gloria.  ¿Queremos devolverle gloria a nuestra nación?  Vamos nosotros, como familia, a manejar correctamente el arca del pacto; vamos a trabajar con la presencia de Dios. 

En vez de ocuparnos de la casa de gobierno, vamos a ocuparnos de nuestras casas; ocupémonos de que la presencia de Dios sea el centro de nuestras casas, y que ningún filisteo puede robar aquello que nos trae gloria a cada uno de nosotros, y que a su vez trae gloria a la nación entera.  No podemos descuidar esto. 

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Lunes, 5 de Septiembre de 2016

Código del Programa: BC-01A