20 Jul En ese Mismo Lugar

“10 Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy vosotros sois como las estrellas del cielo en multitud. 11 ¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!”  Deuteronomio 1:10-11  

Esta es palabra de Dios a través de Moisés al pueblo de Israel, dada a ellos en Cades-barnea.  Horeb es la experiencia del Espíritu Santo, que te asombra tanto, que te quieres quedar allí dando vueltas en ese lugar, sin darte cuenta que todo lo que Dios quería era darte una experiencia para empoderarte y moverte a algo nuevo.  ¿Por qué llegan hasta Cades-barnea, y por qué es allí que Dios les dice esto?  

Hay tres cosas que pasaron cuarenta años atrás en Cades-barnea y que tenemos que cancelar en nuestra vida:

1. Allí los espías convencieron al pueblo de que no podían entrar.  Es el lugar donde alguien te convenció que tú no podías conquistar, donde alguien te dijo que tú no podías terminar tus estudios, que tú fuiste hecho para comer pescado de balde en Egipto y para quedarte en el mismo lugar.  Es el lugar donde te convencieron que quedarte en el mismo lugar era la forma de tú prosperar.  Es el lugar donde cuarenta años atrás tú entregaste tu sueño porque alguien te dijo que era demasiado difícil.  Es donde alguien te convenció que tú no eras suficientemente fuerte y grande para conquistar los gigantes que estaban delante de ti; y te hicieron desear regresar al pasado.  

Estamos creyendo contigo que en ese mismo lugar donde te dijeron que tú no podías conquistar, que tú no servías, en ese mismo lugar, Dios te ha cuidado, te ha multiplicado, y declaramos hoy: Jehová te haga mil veces más de lo que eres hoy y te bendiga para que puedas poseer la tierra que tienes delante de ti.  

Mira hacia atrás y recuerda un día que tú sabes que debiste hacer algo y no lo hiciste porque creíste a la persona incorrecta; le tuviste miedo al asunto porque alguien te dijo que es muy difícil.  En ese mismo lugar, Moisés tiene que predicar el mensaje que por cuarenta años llevaba guardado; decirle al pueblo: aquí hoy te digo que Dios te va a hacer mil veces más.  

2. Tratan de apedrear a Moisés y a Aaron.  Estos fueron los líderes que dijeron al pueblo: vamos a vivir correctamente, conforme a lo ordenado por Dios; vamos a progresar, a echar hacia delante.  Y ellos hablan de apedrearlos.  Porque Cades-barnea es el lugar donde, en un momento dado, nos rehusamos a escuchar las voces que nos retan a seguir hacia delante.  A todos nos pasa que en algún momento hemos apedreado esas voces; preferimos oír gente que nos dice: estamos bien, volvamos atrás.  

No apedrees la voz que te dice: conquista.  Porque los otros te van a llevar a dar vueltas en el mismo sitio porque ellos se benefician de tu miseria, de ese estado mental.  Sigue progresando.  En medio de todo, Dios siempre levanta hombres y mujeres firmes, que le creen a Él, que vencen el mal con el bien, que prosperan, que progresan, que conquistan.  Eso es lo que tú tienes que creer.  

En aquel lugar donde habían querido apedrearlo, Moisés se paró y les dijo a dos de aquella generación, y a miles de la nueva generación: Dios te va a hacer mil veces más de lo que tú eres hoy.  

En Números 14, después que los espías hacen que el pueblo desfallezca, dice la Biblia que Dios mata a los diez espías; murieron en el momento, rápido, pero habían contaminado a diez millones de personas.  Esos diez millones que ahora estaban contaminados por la duda, por el miedo, y querían apedrear a Moisés, un día deciden: vamos a conquistar este monte.  Y Moisés les dice: no les va a salir bien porque Dios no les dio ese monte; Dios quiere que conquisten este otro lugar.  ¿Por qué ellos querían conquistar ese monte?  Porque aquel monte parecía más fácil que la tierra prometida.  Pero como ellos creían saber más que Moisés, trataron de conquistarlo, salieron derrotados, regresaron con el rabo entre las patas, y estuvieron allí por cuarenta años.  

3. Cades-barnea es el lugar donde un día tú intentaste montones de cosas, y no te salieron bien porque tenías dudas en tu corazón y estabas oyendo las voces incorrectas.  No te salieron bien, no porque Dios no estuviera contigo, sino porque tú, siendo el factor diferente, no te atreviste a creerle a Dios.  

Pero en ese mismo lugar, un día, a través de Moisés, Dios les dice: hoy Dios te va a hacer mil veces más.  

Puedes estar en cualquiera de estos Cades-barnea; has dejado de creer ciertas cosas, alguien te hizo creer que tú no podías, que no te iba a salir bien.  A ti, Dios te dice en esta hora que Él te va a hacer mil veces más.  Él quiere hacerte prosperar, progresar, seguir hacia delante.  Hoy es el día de romper con el miedo, con el pasado.  Hoy es el día de decidir que tú no vuelves a Egipto, al pasado.  Dios te quiere hacer mil veces más de lo que tú eres hoy.  

Es frustrante tener un mensaje que predicar, y no tener alguien que lo pueda oír.  Lo difícil de predicar no es hacerlo a gente pecadora, sino a gente incrédula.  Quizás tú hoy ya no vives esa vida de pecado, pero tu mente está tan incrédula, que no crees que puedes hacer nada, lograr nada; y tiene que llegar un momento en que digas: hasta hoy; yo tengo que crecer, que mejorar, Dios me tiene que hacer mil veces más.  

Este mundo solo va a cambiar cuando haya gente que sepa que tiene que conquistar la tierra que Dios le ha prometido, y que esté dispuesta a trabajar hasta alcanzarlo.  

Si este mensaje te molesta, no hay problema; a Moisés también trataron de apedrearlo.  En otro lugar pueden darte palabra que te lleve al desierto y te deje allí dando vueltas en el mismo lugar; pero aquí vamos a levantar un grupo de personas que no será igual que el resto.  No vamos a tener la mano extendida solo para recibir, sino también para dar, para hacer, para conquistar, para levantar, para construir.