Yo soy la luz
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 Yo soy la luz

¿Qué nos trajo Dios? Lo supimos desde el principio, desde las primeras palabras que nos dijo, pues eso marcó un antes y después en nuestra vida, y por el resto de nuestra historia: “Yo soy la luz”.

Hoy tú y yo existimos porque hace años atrás, dependiendo de cómo usted crea o cómo ha estudiado la Biblia, la teoría que usted crea, ya sea miles o millones de años atrás, sí sabemos que lo que inició la nueva temporada en esta tierra fue que el Dios todopoderoso declaró luz en medio de las tinieblas y dijo: “Sea la luz”. Y desde ese día, las tinieblas desaparecieron y todo lo que estaba mal comenzó a ordenarse. Y desde ese día, esas palabras son las que retumban en el día de hoy, y una vez Jesucristo usó esas palabras para describirse. Y en Juan, capítulo 8, delante de todo el mundo, Él dijo: “Yo soy la luz”.

Por lo general, siempre recordamos las últimas palabras de los grandes personajes de la historia. Usted se va a dar cuenta de que siempre hay frases que marcan la historia y, por lo general, son esas últimas declaraciones que hacen personas importantes las que quedan marcadas en los libros y se citan como citas a través de diferentes lugares donde se habla. Esto es así que también las últimas palabras de nuestro señor Jesucristo, cuando vamos en camino a Semana Santa, muchos de los mensajes se basan en las últimas palabras que dijo nuestro señor Jesucristo. Ahora, creo que más significativo que las últimas palabras deberían ser las primeras palabras que alguien dice, porque las primeras palabras de personas importantes en ciertos momentos han abierto oportunidades más grandes y nuevos comienzos para la humanidad.

Te recuerdo alguna de las primeras palabras que algunas personas dijeron en alguna ocasión. Neil Armstrong, cuando puso los pies sobre la luna, dijo estas palabras que siempre serán recordadas: las primeras palabras que se dijeron en la luna: “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”. Y de ahí se abrió el espacio a otras dimensiones; estas palabras marcaron el comienzo de una nueva temporada a nivel espacial. Es bien interesante también porque la primera llamada telefónica, las primeras palabras que dijo alguien a través de un teléfono, las dijo Alexander Graham Bell y dijo algo muy sencillo: le dijo a Mr. Watson, “Quiero verte aquí ahora”. Estaba hablando por el teléfono y le dijo a la persona que estaba al otro lado: “Quisiera que vinieras aquí y que estuvieras aquí ahora”. Abrió una nueva temporada, esas palabras a las comunicaciones.

Es bien interesante, el primer mensaje de clave Morse, la primera frase que se escribió en clave Morse fue “números 23:23”, fue la primera comunicación y hace uso de parte de ese verso y lo que hace es la pregunta de ese verso y es: “¿Qué nos trajo Dios?”. Así que la primera clave fue “¿Qué nos trajo Dios?” y la gente no sabe que esto fue lo que comenzó a revolucionar el sistema económico de los Estados Unidos. 

Lo importante de la clave Morse fue que pudo conectar a los agricultores de un lado de los Estados Unidos con los agricultores del otro lado. En aquellos tiempos, para usted saber la cosecha que había al otro lado, tenían que mandar gente a caballo, tenían que mandar la gente, verdad, en carretas; se tardaban semanas y meses para tú saber lo que otros cosecharon. Por lo tanto, tú no podías planificar qué tú ibas a comprar, qué ibas a tener, qué ibas a ¿Qué tipo de inversión podías hacer? La comunicación era muy larga antes de que se inventara la clave Morse, la cual se creó específicamente para reducir y acortar este periodo de intercambio de información. Por eso, la pregunta es: ¿qué nos trajo Dios? La pregunta se dirigía a los agricultores del otro lado, preguntando: “¿Qué cosecha tienes? ¿Cuál es la cosecha que tienes?” para que, de este lado, se pudiera comprar y adquirir esa cosecha. Esa palabra abrió el mundo económico a una nueva dimensión interesante.

Las primeras palabras de las películas, que por años fueron silenciosas, fueron muy simples. Se pronunciaron en una película que se llama The Jazz Singer, y las primeras palabras fueron simplemente: “Espera un minuto, no has escuchado nada todavía”, queriendo decir: “Esto es nada, lo que viene de ahora en adelante en el cine es algo totalmente revolucionario”. Hay otras frases que no son tan trascendentales, pero son las primeras, lo cual demuestra un cambio en nuestras generaciones.

El primer correo electrónico se lo envió una persona a sí misma, y lo primero que escribió fue este grupo de letras: “QWERTYUIOP”. ¿Qué quiere decir eso? Son las primeras letras del teclado arriba; no quiere decir absolutamente nada, pero eso abrió las puertas a lo que es el correo electrónico. El primer tweet que se hizo fue en el 2006 y simplemente decía: “Just setting up my Twitter”. Aquí se establece, en buen español, “mi Twitter”. Es interesante la diferencia de pensamiento.

En años anteriores se sabía el poder de las primeras palabras, sabiendo que lo que se iba a decir era histórico y que iba a abrir una nueva temporada. En los tiempos modernos, las primeras palabras, aunque han abierto nuevas temporadas, no han sido tan significativas como para que uno tenga que recordarlas todo el tiempo. No obstante, han sido las primeras palabras y han abierto una dimensión a cosas nuevas, dimensiones a cosas poderosas.

Si recordamos las primeras palabras de gente tan importante que abrieron una nueva dimensión en nuestro mundo y en nuestro planeta, ¿cómo no recordar las primeras palabras de Dios? Las primeras palabras de Dios son muy simples y vienen en el momento del mayor caos de la historia del hombre. En Génesis, capítulo 1, verso 1, dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía, y el espíritu de Jehová se movía sobre la faz de las aguas”. Y dijo Dios: “Sea la luz”, y fue la luz. El próximo verso dice: “Y vio Dios que la luz era buena”. Esas palabras retumban todavía al día de hoy.

Hoy tú y yo existimos porque, hace años atrás, dependiendo de cómo usted crea, como usted ha estudiado la Biblia, la teoría que usted crea, ya sea miles o millones de años atrás, sí sabemos que lo que inició la nueva temporada en esta tierra fue que el Dios Todopoderoso declaró luz en medio de las tinieblas y dijo: “Sea la luz”. Y desde ese día, las tinieblas desaparecieron y todo lo que estaba mal comenzó a ordenarse. Desde ese día, esas palabras son las que retumban en el día de hoy.

Una vez, Jesucristo usó esas palabras para describirse a sí mismo. En Juan, capítulo 8, delante de todo el mundo, él dijo: “Yo soy la luz”. Y yo no sé cuántos de los que están aquí pueden darle gracias a Dios porque un día la luz llegó a tu vida y alumbró tu corazón y tus pensamientos.

5 Comments
  • Wiliam Antonio Chacón Vargas
    Posted at 07:05h, 24 May Reply

    Amén y declaró que mis pensamientos tomen decisiones correctas y emociones sean controladas por el espíritu Santo. Bendiciones

  • Alicia Farías González
    Posted at 09:07h, 24 May Reply

    Amén, amén!!!! Gracias Señor por ser la luz que guía mis paso, lámpara es a mis pies tu Palabra… Bendecido Pastor Otoniel..

  • Oswaldo Monier
    Posted at 10:17h, 24 May Reply

    Tú Eres La Única Luz Que Pudo Sacarme del valle de los huesos secos AMADO PADRE CELESTIAL, AMADO SEÑOR JESUCRISTO y PRECIOSO ESPÍRITU SANTO
    AMÉN 🙏🙏😘🙏🙏

  • Graciela
    Posted at 04:57h, 25 May Reply

    Simplemente gracias mucha gratitud hacia dios Amen

  • sadela jose latuff pineda
    Posted at 19:46h, 27 May Reply

    AMEN PASTOR FONT LA LUZ ALUMBRO NUESTRO CORAZON Y NUESTROS PENSAMIENTOS…..

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