¿Qué hace falta para que tu vida se destruya?
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¿Qué hace falta para que tu vida se destruya?

¿Cómo se llega a la pornografía, a la infidelidad, a los vicios, a la mentira? ¿Cuál es ese paso que das que te lleva al abismo? Hay muchas historias de vida, en las que solo abrir un poquito una puerta trae grandes consecuencias, a veces hasta lo que menos imaginamos nos lleva al peor de los abismos.

Abrirle una puerta incorrecta a tus hijos para que vean algo que no deberían es un error común. Muchos han contratado la peor niñera para sus hijos sin darse cuenta: sus teléfonos y iPads. Aunque parezca inofensivo porque entretiene a los niños, esa puerta solo tú puedes cerrarla. Tú decides cuántas horas pasan ahí y qué ven o dejan de ver. El problema es que hay puertas que, una vez abiertas, es difícil cerrarlas, y nuestras vidas cambian. Al entrar en ellas, sabemos que no hay vuelta atrás.

Abrir una puerta pequeña a la pornografía, tener una conversación inapropiada o sentarte a hablar con alguien que no es tu pareja, puede parecer inofensivo, pero no lo es. Es abrir una puerta incorrecta que puede hacer que tus hijos vean algo indebido. Muchos no se dan cuenta de que sus dispositivos son una mala influencia para sus hijos. Solo tú puedes decidir cuánto tiempo pasan con ellos y qué contenido consumen.

Hoy quiero que, al salir de aquí, hagamos una oración. Mientras me preparaba estos días, vi la necesidad de cerrar ciertas puertas para que puedas encontrar la nueva puerta hacia la vida que Dios tiene para ti. Esta semana vamos a cerrar una puerta, la del pasado, pero es la única manera de abrir la puerta hacia algo nuevo. Hay un momento en que debo reconocer que las puertas por las que entré, aunque no las haya abierto yo, solo Dios puede cerrarlas. Necesito su ayuda para que las cierre y abra una nueva puerta en mi vida.

Hay puertas que debes cerrar. Hay quienes han abierto la puerta a la pornografía, al alcohol, a las drogas, a las malas amistades y a los malos pensamientos. Algunos se han acostumbrado tanto al mundo que, siendo cristianos, ya no les incomoda lo que hay en él y se divierten como el resto. Pero no te das cuenta de la puerta que estás abriendo. Hay conversaciones que no debemos tener, que pueden afectar tu vida, tus negocios, tus finanzas, tu matrimonio, todo tu ser. La puerta incorrecta te puede destruir, pero la palabra del Señor dice

En el libro de Apocalipsis, capítulo 3, el Señor le habla a la iglesia de Filadelfia y le declara: “Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre. Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar, porque tienes poca fuerza, pero has guardado mi palabra y no has negado mi nombre.”

Mira qué descripción tan poderosa. El Señor dice: “Yo soy el portero de esta puerta y yo tengo la llave. Yo cierro la puerta y cuando la cierro, nadie más la puede abrir. Después de cerrar una puerta, voy a abrir otra para que tú puedas entrar.” Aquellos que entran por esa puerta tienen poca fuerza porque la puerta por la que pasaron les quitó toda la fuerza, todo el ánimo, toda la motivación. Pero Él dice: “Sabes qué, voy a cerrar esa puerta del pasado, esa puerta del ayer, voy a acabar con esa puerta y nadie más la va a abrir.”

No sé a quién vine a hablarle esta mañana, pero la puerta que Dios cierra, nadie más la puede abrir. La puerta de tu pasado, cuando Dios dice que se cierra, se cierra. Sé que abriste la puerta a la droga y has estado tratando de salir. Sabes que no tienes que estar haciendo eso, sabes que no deberías hacerlo, pero algo te dice que no puedes. Pues yo vengo a decirte que el que tiene la llave, cuando Él cierra la puerta, nadie más la puede abrir.

Pero no es porque te vas a quedar en el mismo lugar. Él abre una puerta delante de ti para aquel que está cansado, para aquel que no tiene fuerza, para aquel que piensa que se tiene que rendir, para aquel que está cansado de mirar hacia atrás, por encima de sus hombros, y de ver su pasado, su ayer. No sé a quién vine a hablarle hoy, pero hoy voy a escuchar el sonido de un montón de puertas cerrándose de tu pasado, de tu ayer, de esas frustraciones, de lo que te sucedió, de lo que te pasó. Hoy viene una nueva temporada para tu vida y se abre una puerta grande delante de ti que nadie la puede cerrar. Ah, usted debería estar más alegre esta mañana, nadie la puede cerrar, esa puerta que Dios va a abrir, nadie la puede cerrar.

Yo no sé si usted lo cree esta mañana, pero ponte de pie, aprovecha, ponte de pie y decláralo, comienza ahí a alabar al Señor. Dios hoy cierra una puerta y abre una más grande para tu vida. ¡Gloria a Dios!

2 Comments
  • Oswaldo Monier
    Posted at 14:40h, 01 April Reply

    Tú Eres La Única Puerta de Sanación, Salvación y Vida Eterna AMADO SEÑOR JESUCRISTO,
    AMÉN 🙏🙏🙏🙏

  • sadela jose latuff pineda
    Posted at 10:17h, 02 April Reply

    AMEN PASTOR DIOS SIEMPRE ABRIRA PUERTAS…..

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