Dios te resucitará
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Dios te resucitará

Creer en el poder de Dios, es decir, tomar la decisión de vivir por fe, es saber y reconocer que nuestras fuerzas no son tan enérgicas como creemos, más bien somos débiles, y solo alguien tiene el poder de resucitarnos en los momentos difíciles y ese es Dios.

Por fe, lo había dado por muerto. Por fe, lo recibí de regreso a la vida. Recibirlo de vuelta es una experiencia que tú y yo debemos entender. Abraham recibe a Isaac de entre los muertos; Isaac regresa de la muerte. Porque una vez que puedes comprender estas tres cosas, la vida no será más una experiencia. Por favor, deja de ser ridículo; la vida no es una experiencia, la vida es Cristo. Cristo en mí, Cristo en mí.

En segundo lugar, la resurrección es la línea que divide a los niños de los adultos, a los que creen de los que poseen la resurrección. Esa es la línea que nos divide. Pueden decir cualquier cosa de los evangélicos, pero tenemos un Cristo resucitado, ‘And You Can’t Take That Away from Me’.

Y en tercer lugar, cuando entiendes el contraste entre la fe y el amor, comprendes que no hemos sido llamados a vivir por amor, sino a creer por fe. Entonces puedes entender Primera de Pedro, capítulo 2’: ‘Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable’.

La resurrección se puede experimentar de muchas maneras. Número uno: todos nosotros que estamos aquí, cuando no teníamos al Señor en nuestra vida, vivíamos como en tinieblas. Por eso buscábamos una experiencia, por eso queríamos sentir algo, ver algo, experimentar algo. Por eso mucha gente, cuando llega el Señor, dice: ‘Mira, llegué con un vacío grande en mi corazón’. ¿Por qué? Porque siente vacío quien está buscando experiencias. Y Pablo nos dijo: ‘Nosotros fuimos transformados, de las tinieblas a la luz’. Y cuando ocurre ese cambio, nuestra vida es totalmente diferente.

Y si tú tuviste una vida de tinieblas, si tuviste noches en vela, si tuviste verdaderas pérdidas financieras, si lo perdiste todo y te quedaste en la nada… No estoy hablando del ‘nada’ como cuando las mujeres dicen ‘no tengo nada que ponerme’ y tienen el clóset lleno. Estoy hablando del ‘nada’ de verdad, cuando la cuenta está en cero y aún debes dinero y no esperas recibir nada de ningún lado. Ese ‘nada’ de verdad, cuando te quedas solo en tu casa, llorando solo en la almohada porque estás solo y no tienes a nadie. Ese ‘nada’ de verdad, cuando lo pierdes todo y entras en la vida de Cristo, tú puedes entender y decir: ‘Yo sé lo que es estar en tinieblas. Sé lo que es tener una mente que te atormenta, que te dice mil cosas de noche, que te da deseos de hacer una locura. Y sé lo que es tener a Cristo y estar en la luz admirable’.

Está la resurrección de los últimos días, de la que la Biblia nos habla, que los muertos resucitarán. De eso no voy a hablar. Y está la resurrección de la que yo te hablo Quiero hablar en el día de hoy, y tengo 13 minutos para hacerlo. Se trata de las diferentes experiencias que vivimos en nuestra vida, donde pasamos de muerte a vida, y no por el amor, paz y amor, sino porque aprendemos a vivir por fe. Experiencia número uno: te voy a mostrar algunas en el Antiguo Testamento. Romanos capítulo 4, versos 18 al 20 dice: ‘Él creyó, hablando de Abraham, en esperanza contra esperanza para llegar a ser padre de muchas gentes’. Y usted dice, pastora, pero ¿qué tiene que ver esto con la resurrección? Conforme a lo que se le había dicho, así será tu descendencia, y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba como muerto.

El Antiguo Testamento nos muestra varios ejemplos de experiencias de muerte a vida, experiencias de las que tú y yo tenemos que aprender. Porque en el caso de Abraham, su cuerpo, dice la Biblia, no lo digo yo, porque tenía 100 años, estaba como muerto. La matriz de su esposa Sara estaba como muerta, no recibía vida. Pero cuando leemos estas escrituras, dice sobre la esterilidad de la matriz de Sara, y tampoco dudó por incredulidad de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en la fe, dando gloria a Dios. Porque no se trata del amor, se trata de la fe. Y por la fe, el cuerpo de Abraham, que estaba como muerto, vino a la vida y no solo vino a la vida, sino que produjo vida. Porque cuando estamos viviendo por fe, todo lo que parece que está muerto, todo lo que parece que está dormido, todo lo que parece que está descansando, tú y yo tenemos que entender que por la fe puede volver a la vida. Pero es por la fe. ¿Crees? La pregunta para ti hoy es: ¿puedes creer?

Número dos, Hebreos capítulo 11, versos 18 al 23 dice: ‘Habiendo dicho, en Isaac te será llamada descendencia, pensando que Dios es poderoso para levantar aún de dónde, porque yo soy la resurrección y la vida’. De dónde, en sentido figurado, también le volvió a recibir por la fe. Bendijo Isaac a Jacob y a Esaú a cosas venideras. Escúchame bien, segunda experiencia de resurrección que nosotros podemos ver en el Nuevo Testamento. Uno, Abraham y Sara, su cuerpo estaba como muerto, pero por fe, por fe, no por amor, no porque los viejitos eran lindos y eran tan buenos y oraban todos los días. Por fe. Y número dos, usted y yo conocemos la historia del momento en que Dios le habla a Abraham y le dice: ‘Toma tu hijo, toma un cuchillo, vete a tal lugar, busca un altar y allí qué él tenía que hacer’. Y la Biblia nos dice en hebreo que, en sentido figurado, Isaac había sido devuelto a la vida.

Y escúchame bien, ahí nosotros podemos ver la resurrección desde dos puntos. Vemos a un papá que no me cabe la menor duda que, en su corazón, mató a su hijo. Que en su corazón él dijo: ‘Esto hay que entregarlo, Dios me lo pidió, hasta aquí llegó y no va a haber nada que me separe de Dios’. Y por fe, él lo mató. Pero también vemos al mismo papá que por fe lo había dado por muerto. Por fe, recibirlo, escúchame bien, recibirlo de regreso a la vida. Y esa es una experiencia que tú y yo tenemos que entender. Abraham recibe a Isaac de los muertos. Isaac regresa de los muertos. Isaac no leyó su obituario como leyó el muchacho de la película ‘Alive’, pero Isaac se vio muerto en los ojos de su padre y también vio cuando, por fe, apareció aquel cordero y él se pudo levantar de aquel lugar. Escúchame bien, esto es algo que tú y yo tenemos que entender. ¿Recuerdas el argumento de Pablo? es que si nosotros no creemos en el poder de la resurrección, no tenemos base para nuestra fe. Pero si podemos entender que aún lo que esté muerto, Dios lo puede resucitar, entonces podemos tener base para nuestra fe. Y entonces podemos creer por fe. No importa la situación en la que te encuentres, vas a poder entender que Él es la resurrección, que Él es la vida. Y si tú puedes creer por fe, no va a ser en el más allá donde vas a ver el milagro. El milagro lo vas a recibir aquí y ahora

2 Comments
  • SADELA JOSE LATUFF PINEDA
    Posted at 09:39h, 30 April Reply

    AMEN PASTORA CREEMOS POR LA FE

  • Marttha
    Posted at 11:44h, 08 May Reply

    Amén Gloria a Dios
    Sr yo Creo en ti por Fe

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