11 Sep La decisión está en ti

¿Qué es lo que pasa que hace que un grano de maíz explote? ¿Qué es lo que ocurre? Bueno, pues obvio que se calienta, pero no tan solo eso. La pregunta es qué es lo que ocurre adentro, y sin tener que tocar toda la parte científica o esos nombres raros que hay, es muy simple lo que ocurre con un grano de maíz que lo hace explotar como un popcorn. Es que dentro de cada grano de maíz hay como una pequeña gotita de agua. 

Básicamente, cuando se calienta el grano, no es que está calentándose el exterior lo que lo hace explotar, lo que lo hace explotar es que esa pequeña gotita de agua comienza a evaporarse y se forma como una olla de presión, y por eso es que explota. Así que lo que está allá adentro guardado es lo que hace que el popcorn se haga, o el grano de maíz se haga popcorn.

En particular, yo creo que todos nosotros, de alguna manera u otra, tenemos dos puntos de ebullición en nuestra vida, todos los que estamos aquí tenemos dos lugares que, si se calientan, algo va a salir. Nosotros tenemos el punto de ebullición emocional, todos los que estamos aquí, en algún momento dado, hemos explotado emocionalmente. 

La vida, las presiones, las dificultades, las situaciones, las traiciones, los dolores, lo que sea, a veces es demasiado. En un momento dado se acumulan, se juntan y tristemente llegamos a explotar emocionalmente, ahí es donde vienen esos corajes, esas rabietas, esos arranques que lamentablemente lo que hacen muchas veces es que nos llevan a nosotros a tomar peores decisiones. Llegan todas estas dificultades a nuestro alrededor que de repente nos descontrolan.

Pero la realidad es que creo que también hay un punto de ebullición o una gotita de agua dentro de nuestro espíritu y esa es la que tenemos que permitir que se caliente al punto tal de que saque delante de nosotros la mejor parte de nuestra vida. Cuando nosotros apreciamos y aprovechamos los momentos que vivimos, apreciamos las dificultades que estamos viviendo y comenzamos a permitir que lo que está dentro de nuestro interior, en lo más profundo de nuestro ser, que fue puesto por Dios, sea lo que comience a calentarse a tal punto de estallar; es cuando veremos las mejores cosas en nuestra vida.

Si tú permites que los problemas hagan una ebullición en tu mente, vas a vivir en desasosiego, pero si permites que el destino, el propósito, la misión, la asignación que Dios ha puesto dentro de ti sea lo que se active en los momentos de tristeza, en los momentos de dolor, es cuando verás las mayores cosas de parte de Dios manifestadas en tu vida verás el máximo potencial, verás el poder de Dios de forma sobrenatural. 

Eso es lo que nos hace falta en nuestro país. Eso es lo que nos hace falta a nuestro alrededor: gente que ya deje de explotar en sus emociones y que comience a explotar desde su espíritu, gente que comience a permitir que el destino, el propósito, la misión, la asignación que Dios ha puesto dentro de ellas sea lo que salga a la luz. Y no puede ser uno solo. Tenemos que venir todos los que estamos aquí en el día de hoy. 

Yo vengo a hacerte una invitación: que explotes como un popcorn conmigo en los próximos meses, que saques lo mejor de adentro de ti, que en el nombre poderoso de Jesús esa semillita, esa gotita de agua que hay dentro de ti, que es el propósito de Dios, tu destino, tu asignación, se manifieste a pesar de todo lo que estás viviendo. 

Tenemos que decidir: ¿o exploto en mi mente o exploto en mi espíritu? ¿Qué es lo que va a calentar? ¿Los problemas de tu vida calentarán solo tus emociones o calentarán el propósito que hay dentro de ti? ¿Qué es lo que va a calentar las dificultades que estás viviendo? ¿Tus emociones descontroladas o el destino o la asignación que hay dentro de tu vida? Yo solo le pido a Dios que sea lo que hay en tu espíritu. Y de eso es que vamos a hablar en el día de hoy.

Hemos estado estudiando acerca de conocer a Dios, la importancia de nosotros conocer a Dios. Y la semana pasada, en particular, hablamos de dos detalles, comenzamos a ver cómo Dios se revela en nuestra vida a través de dos métodos básicos. 

Y vimos el método de la palabra de Dios a través de la Palabra de Dios, Dios se revela, nos dejó escrito este documento y se supone que nosotros nos acerquemos a ese documento, a lo que es la palabra de Dios, con la actitud correcta. La gente se acerca a la Palabra de Dios y una de las cosas que comienzan a decir es que es muy complicada, es demasiado profunda, esto es muy difícil. Otros comienzan a decir: está fuera de época, está fuera de temporada o que es muy restrictiva y que tiene demasiadas cosas antiguas. 

Pero la realidad es que ninguno de esos acercamientos a la palabra son efectivos, yo tengo que buscar la Palabra de Dios con el único deseo de querer conocer a Dios, conocer a Dios. Cuando uno ama, una de las pruebas de amor más grande que uno tiene es el deseo de conocer más de la otra persona, cuando uno ama a alguien, uno lo quiere conocer más, desea saber qué le gusta, qué no le gusta, qué le agrada, qué no le agrada. 

¿Y qué haces con el conocimiento de lo que tú conoces de otra persona? ¿Por qué lo quieres conocer? ¿Por qué deseas conocerlo? Bueno, porque lo amas y quieres agradarle, así que si te amo, busco conocerte, saber lo que te agrada y lo que no te agrada. Y si me vuelvo ignorante, ya sabiendo lo que te agrada y no te agrada, ahora el que está mal soy yo, porque para qué lo conocí, para qué lo busqué. 

Cuando nosotros vamos a la Palabra del Señor, eso es lo que tenemos que mirar, es mentira que la religión, que la iglesia, que la Biblia te restringe o te limita.

No. A mí me limita o me libera mi amor por Dios. La Palabra me dice lo que a Él le gusta y lo que no le gusta Y yo decido hacerlo o no es porque le amo y como le amo le quiero agradar. Y como le amo quiero conocerlo más y cada vez que Él me dice algo que le agrada y algo que no le agrada, por mi amor por Él yo estoy dispuesto a hacerlo, así es que debemos acercarnos a la Palabra del Señor.

Pero observamos la segunda manera, que es la que quiero ampliar en esta mañana, que es a través de nuestras experiencias de la vida son una oportunidad de ver a Dios de una manera totalmente diferente, descubrir algo de Él que de otra forma no hubiéramos descubierto. 

Cuando nosotros miramos nos damos cuenta que Dios no le dio, por ejemplo, a los hombres del Antiguo Testamento un listado de sus nombres que revelan el carácter de Él, revelan lo que Él quiere hacer por su pueblo. Tú y yo hoy podemos hacer un listado, podemos mirar todos los nombres de Dios y leerlos y estudiarlos, pero esta gente no tenía esa oportunidad. 

Hoy tú y yo vemos los nombres de Dios porque Dios se lo reveló a un grupo de personas a través de una experiencia progresiva. Cuando Dios le dice a Moisés: vas a ir en el nombre del Yo Soy el que Soy; básicamente era un nombre amplio, podemos decir genérico; era el Todo. Es bien interesante que cuando llegan entonces a las aguas amargas, ahí es que Dios le revela: Yo soy el Dios que sana las aguas amargas. Pero tenían que esperar a llegar a las aguas amargas para conocer a ese Dios.