Descubre por qué estamos aquí
16534
post-template-default,single,single-post,postid-16534,single-format-standard,bridge-core-3.0.5,mec-theme-bridge,qi-blocks-1.2.7,qodef-gutenberg--no-touch,qodef-qi--no-touch,qi-addons-for-elementor-1.7.1,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-theme-ver-29.1,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-6.9.0,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-14558

Descubre por qué estamos aquí

Para saber por qué estamos aquí, primero debemos reconocer la existencia de Dios y cómo Él impacta nuestras vidas. No se trata de adaptar a Dios a nosotros, se trata de identificarlo a Él y su gracia, sabiendo que el que tiene a Dios por sobre todas las cosas, será capaz de descubrir su propósito.

En el libro de Josué, capítulo dos, el verso 6 dice: ‘De esta manera, Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para poseerla y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová que él había hecho por Israel’. Pero murió Josué, hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años y  lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas,  toda aquella generación también fue reunida a sus padres, se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Josué muere y mueren todos los ancianos, los líderes que estaban con él y mientras Josué estaba vivo y los ancianos estaban vivos, el pueblo de Israel conocía dos cosas: conocía que existía Dios y conocía las cosas que Dios había hecho. 

Si hay algo que nosotros, como padres, como líderes de esta sociedad, tenemos que hacer para que nuestra sociedad reconozca día tras día, es que nuestro testimonio y nuestra vida deben dar testimonio de dos cosas: número uno, Dios es real, Dios existe y estamos aquí por la gracia de Dios, por todo lo que él ha hecho por nosotros y con nosotros. Nos corresponde a nosotros. 

Si tú eres padre en el día de hoy, tienes hijos, no importa la edad, lo más grande que tú le puedes dar a tus hijos no es un viaje, no es llevarlo y darle grandes regalos. Lo más grande que tú puedes darle a tus hijos es el conocimiento de que Dios es real y de qué están donde están por la gracia de Dios, que hasta allí Dios los ha traído y recordarle todo lo que Dios ha hecho a través de la historia. 

Lo triste sería que haya otra generación como la de esos tiempos, una generación que no conozca a Dios qué tristeza cuando se describe una generación de esta manera pero fíjate qué interesante: para que hubiera una generación que conociera a Dios tenían que haber líderes que provocarán que el pueblo lo conociera. 

Si Dios fuera conocido en nuestra sociedad será porque tú y yo primero lo conocemos y procuramos que con nuestro testimonio la gente lo conozca también a Él. El problema es que si hay una sociedad y hay una generación que no conoce a Dios no nos damos cuenta lo que esto provoca en nuestras vidas. 

En el libro de Jueces, capítulo 21, el verso 25 dice: ‘En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía’. En otras versiones puertorriqueñas dice: ‘Hacía lo que le daba la gana’ y no sé si eso te parece a ti a lo que predican hoy muchos líderes políticos para nuestros jóvenes: ‘Haz lo que te da la gana’, ‘Haz lo que te hace sentir feliz’, ‘Lo más importante en tu vida es que tú seas feliz’. No pienses eso. Lo más importante en tu vida no es que tú seas feliz. Quítate eso de la cabeza y Dios no está para hacerte feliz.

Esa es la idea que nos ha vendido la sociedad y por la felicidad andamos deprimidos ¿Por qué razón? Porque la felicidad es momentánea, tú sientes un momento de felicidad y volver a experimentarlo es complicado. Cada vez que tu cerebro recibe dopamina y recibe todas estas hormonas a ciertos niveles volver a ese nivel de felicidad que experimentaste es muy complicado porque la vida no te provee ese estímulo constantemente. La meta del ser humano no debe ser ser feliz; la meta del ser humano debe ser vivir en propósito, vivir en plenitud, vivir en gozo, vivir contento teniendo o no teniendo, sintiéndose satisfecho de que conoce a Dios por encima de todas las cosas. 

4 Comments
  • Oswaldo Monier
    Posted at 08:37h, 29 September Reply

    Me siento Feliz y Bendecido porque me hicistes conocerte por Tu Gran Amor, Gracia Divina y Misericordias AMADO PADRE CELESTIAL, gracias
    AMÉN 🙏🙏🙏🙏

  • sadela jose latuff pineda
    Posted at 09:41h, 29 September Reply

    BUEN DIA VIERNES,,,,,SOY LATUFF SADELA DESDE VENEZUELA,,,,,,BUENA PALABRA…..

  • Jhon Mario Rojas
    Posted at 20:22h, 29 September Reply

    Aleluya 🙏

  • marttha
    Posted at 10:48h, 01 October Reply

    Amén gracias mi señor porque en ti encuentro paz gozo alegría y felicidad

Post A Comment