Restaurando tu paraíso
16028
post-template-default,single,single-post,postid-16028,single-format-standard,bridge-core-3.0.5,mec-theme-bridge,qi-blocks-1.2.7,qodef-gutenberg--no-touch,qodef-qi--no-touch,qi-addons-for-elementor-1.7.1,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-theme-ver-29.1,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-6.9.0,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-14558

Restaurando tu paraíso

El paraíso ya existe, está aquí en la tierra, pero por nuestros propios intereses hemos transformado ese paraíso. Borrando el concepto original con el que lo creó nuestro Padre. Pero siempre hay algo (en la vida, en el paraíso, en nosotros mismos) que nos hace darnos cuenta lo muertos que estábamos en el paraíso y ahí empezamos a transformarlo para acercarnos más a nuestro Señor. ¿Te ha pasado? ¡Cuéntame!

Hemos comenzado a estudiar acerca del tema del paraíso restaurado, estamos viendo cómo Jesús a través de su obra redentora viene a recuperar y a devolver al hombre al propósito original.

Adán pierde el huerto del Edén. Adán lamentablemente por su error sale de ese lugar tan preciado que Dios había creado para el hombre y ahora tiene que venir Jesús cuando alcanza esa posición ese lugar de Cristo y restaura ese ese momento, ese lugar tan especial donde nosotros podemos vivir eternamente.

Hemos visto en el pasado que la eternidad no se comienza a vivir después de la muerte sino que comenzamos a vivirla después que nosotros sabemos quién es El Señor.

En Filipenses capítulo 1 el verso 19 nos enseña que seremos liberados con la suministración del espíritu de Jesucristo conforme a mi anhelo y esperanza de que nada será avergonzado, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo o por vida o por muerte porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancias más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra.

Y Pablo dice para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia y si voy a vivir voy a vivir para la obra de Dios para ser el máximo en esta temporada y hoy desde hoy en adelante yo quisiera que tú pienses en eso que cada momento de tu vida.

Tu vida debe ser como los últimos 15 minutos de un partido, debe ser todos tus días debe ser pensando sabes qué mañana puede ser el final y que vas a vivir al máximo en esta temporada pero aún si se alarga tu vida todos nosotros como creyentes debemos tener esa conciencia de que en realidad en el mundo espiritual, en el mundo natural tú y yo para poder saber lo vivo que estamos tenemos que saber lo muerto que estuvimos un día y que solo a través de una relación con Jesucristo es que hemos resucitado.

Podemos experimentar la vida de plenitud y ahí es que quiero llevarte por un instante en el día de hoy, hemos visto cosas muy profundas no puedo entrar en todas ellas pero estamos viendo esa obra de Cristo como Cristo quiere devolvernos a ese huerto del Edén, a ese espacio de perfecta comunión con El Señor a ese espacio donde podemos vivir en esa conexión divina a diario. 

A ese lugar que Adán dejó y que perdió lamentablemente por sus malas decisiones, en Génesis nos dice la Biblia que Dios hizo hermoso todo árbol, toda planta era buena para comer y hermosa la vista.

Y en Génesis capítulo 3 se nos dice algo bien interesante que Eva vio un árbol hermoso bonito a la vista, delicioso a la vista para comer pero le añade algo codicioso o ambición para alcanzar sabiduría el árbol del huerto el árbol del bien y del mal.

No era un árbol diferente a los demás, todos los árboles eran hermosos pero ella codició este árbol en particular y la codicia en el concepto más bajo para mucha gente codicia es simplemente querer más, es simplemente alcanzar más y la realidad es que Dios nunca ha condenado el deseo de nadie de querer más.

Cuando Dios va donde Adán y Eva no les dice con qué quisiste ser como yo no ese no fue lo que porque Dios no iba a condenar el deseo de que ellos quisieran ser como Él. 

cuando el joven rico va y le dice yo quiero la vida que tú quieres o que tú tienes Señor Jesús no le dijo nada qué malo tú eres, qué es ambicioso tú eres qué quieres más de lo que tienes, no. Jesús le dijo si quieres esta vida tienes que dejar esto tienes y lo codicioso de aquel joven fue amarrarse a lo que no tenía y no confiar que podía tener lo que El Señor le estaba prometiendo.

Codicia es retener en mi mente más de lo que me corresponde no confiando en que Dios me puede dar más y no estar conectado con mi creador, eso es lo que saca a un hombre del huerto del Edén.

Entendamos que hay momentos de dolor que uno quisiera sacarse de la vida pero no importa lo que veas, eso quiere decir que estoy vivo si me duele algo es porque tengo vida si hay algo que está doliendo es porque estoy vivo y solo ahí es que puedo ahora decir puedo confiar en ese Dios Todopoderoso que hará la obra milagrosa en mi vida.

Tú tienes una relación con Dios más grande que los pajaritos se levantan ellos todos los días listo para que Dios le provea y tú debes levantarte todos los días listo para que Dios te provea Señor sembré, Señor sembré todo sembré amor, gratitud, finanzas, ayudé, ofrendé. Señor he trabajado ahora confío en ti, tienes hijos en problemas reclama la semilla que has puesto en ellos si es que has puesto semilla creele a Dios.

No Comments

Post A Comment