El amor de Dios, debe estar en el presente
15500
post-template-default,single,single-post,postid-15500,single-format-standard,bridge-core-3.0.5,mec-theme-bridge,qi-blocks-1.2.7,qodef-gutenberg--no-touch,qodef-qi--no-touch,qi-addons-for-elementor-1.7.1,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-theme-ver-29.1,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-6.9.0,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-14558

El amor de Dios, debe estar en el presente

A Jesús no le importa tu pasado, ni tu futuro, a Él le importa tu presente, lo que Él puede hacer por ti en este momento y lo que tú tengas para ofrecer en el ahora. 
Mira el video y descubre el GRAN punto que tocamos al final.

Hoy cuando vemos el libro de Juan capítulo 21 el verso 15 en adelante, notamos hoy por primera vez el hecho de que la pregunta que Jesús le hace a Simón en tiempo “Simón, ¿Me amas?” No le hace una pregunta en pasado, ni le hace una pregunta en el futuro, no le dice “Simón, ¿Me amabas?. Simón, ¿Cuánto me amabas? Simón, ¿De verdad me amabas?” Si yo pregunto eso en pasado, lo que voy a buscar es poner una condena en la vida de una persona. 

Simón, ¿me amabas? ¡Señor tú sabes que yo te amaba! Bueno, pero si me amabas ¿Por qué me hiciste eso? Y Jesús de ninguna manera estaba buscando condenar a Simón en esta ocasión. Jesús no le pregunta a Simón, ¿Me vas a amar? ¿Me amarás en el futuro? ¿Me amarás mañana? ¿Me amarás más adelante? 

Si nos fijamos, a Jesús no le importaba ni el pasado ni el futuro, le importaba el presente. Él señor quería que Pedro realizara que lo más importante en la vida de una persona, es en relación con Dios.  

Una de las cosas que más ansiedad nos causa día tras día y a veces no nos damos cuenta, es que vivimos más en nuestro pasado y más en nuestro futuro que en nuestro presente. La gente detesta tanto el momento que está viviendo que siempre tratan de recordar con nostalgia lo que fue, lo que ocurrió, lo que sucedió, pero mientras tú vives en el pasado también siempre vas a recordar lo que no fue, lo que pudiste haber hecho, lo que pudo haber pasado y no pasó y siempre entrarás en un estado de condenación y de tristeza.

Hay gente que por escapar del presente siempre está pensando en el mañana, algún día será, algún día pasará, algún día lo lograré. Y es bueno cuando tenemos fe y expectativa para mañana, qué bueno cuando tenemos fe de que algo nuevo viene para nuestras vidas, pero nunca puede costarnos el momento presente. 

Él Señor lo que quiere saber hoy en tu vida no es cuanto tú le amas hoy, cuánto le amaste diez años atrás, cuánto le amaste hace 15 años, porque no es lo que le amaste lo que te promete la restauración de tu vida. Cuando cometes errores es cuanto le amas hoy a pesar de lo vivido, a pesar de lo experimentado, a pesar del pasado, a pesar del ayer y es en ese momento donde Dios puede comenzar a restaurar tu vida.

El problema de Marta cuando fue a quejarse delante del Señor cuando llegó a la tumba de Lázaro, la hermana de Lázaro ¿Qué fue lo que le dijo? Si hubieras estado aquí esto no hubiera pasado, enseguida la culpa, la condenación. Jesús le dijo, pero yo estoy aquí tu hermano va a resucitar Pero Jesús no lo dijo en futuro, Él dijo tu hermano va a resucitar. Y yo vengo a decirte en el día de hoy que la vida de un cristiano no se mide por cuanto ha amado a Dios ni por cuánto lo amarás, la vida de un creyente se mide por cuánto lo amas hoy en el lugar donde tú estás, en el momento que tú te encuentras. Ahí es donde tú tienes que decir Señor tú sabes que te amo ahora en este momento. 

Ahora expliquemos este concepto un poco mejor porque no es lo mismo perdonar que restaurar son niveles diferentes, a mí me gusta estudiar la Biblia de una manera en particular y entre las cosas que me gusta hacer es comparar historias de la Biblia, y ver qué cosas diferentes que suceden para poder quizás extraer alguna idea alguna revelación.

En Juan capítulo 21, vemos la conversación de Jesús con Juan, pero con Jonás y  con Simón hijo de Jonás, observamos que si lo comparamos con la historia cuando Él Señor tiene el encuentro con la mujer encontrada en el acto de adulterio, cuando le llevan aquella mujer y se la tiran a los pies del maestro Él Señor comienza a trabajar con ella y lo primero que Jesús hace es que se baja al nivel de ella. Él se pone de rodillas y comienza a escribir en la tierra los pecados de todo el que las acusaba a ella. 

Nadie sabe qué fue lo que escribió realmente, lo que sí sabemos es que todos desaparecieron. Jesús se levanta, la levanta a ella y le hace una pregunta: “¿Dónde están los que te condenan?” Ella miró Ella dijo “No están” Él Señor le dice “Yo tampoco te condeno, vete”. 

Cuando vemos esta historia, el Señor Jesús no despide a Simón luego de esta conversación, sino que lo vuelve a reclutar. Eso es restaurar. Entonces ¿Él Señor no restauró la vida de aquella mujer? Él la perdonó, pero aquella mujer iba a tener que pasar un proceso de introspección en su vida personal entendiendo lo que el Señor hizo aquel día, pero la relación con Simón es muy diferente. Porque llevaban tres años y medio de relación, Él Señor no iba a desperdiciar la obra que había comenzado con Él. 

Y Él Señor no despide a Simón, sino que todo lo contrario. Le hace una invitación todavía más poderosa. Te recluto, te restauro, te levanto en esta nueva dimensión.


Mira qué interesante que en estas dos historias hay un detalle muy curioso. Y es que ninguno de los dos pidió perdón, nunca vemos a la mujer que se tira los pies de Cristo pedirle perdón al Señor, nunca la vemos allá decirle te pido que me perdones, ni vemos a Jesús decirle Pídeme perdón porque lo hiciste mal.

 

La gracia de Dios no se extiende a aquellos que piden el perdón, la gracia de Dios siempre se extiende aunque la gente no pida perdón. Esa es la verdadera gracia, la gracia de Dios. 

¿Por qué Simón no pide perdón y tampoco Jesús se lo pide? Porque cuando yo tengo que exigir que alguien me pida perdón para yo perdonar, estoy victimizando a la otra persona de alguna manera u otra si yo tengo que exigirle a alguien que me pida perdón lo que estoy es tratando de demostrar que yo estaba bien que me hiciste daño. Se debe pedir perdón, pero el que lo va a dar no necesita que alguien se lo pida, lo da sin que alguien se lo pida. Porque si tengo que pedirte que me pidas perdón, lo único que quiero no es perdonarte, lo que quiero es enseñarte que mal hiciste y de alguna manera u otra guardar esa carta en mi mano para victimizarte por el resto de los días. 

3 Comments
  • Alicia Farías
    Posted at 08:07h, 22 March Reply

    Amén, amén…. Aleluya, El aquí y el ahora,es lo importante…. Bendiciones Pastor Otoniel

  • Jhon Mario Rojas
    Posted at 20:41h, 22 March Reply

    Santo 🙏

  • marttha
    Posted at 03:17h, 31 March Reply

    Amén amén

Post A Comment