¿Te has preguntado cómo entrar a la presencia del Señor?
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¿Te has preguntado cómo entrar a la presencia del Señor?

Para entrar a la presencia de Dios, hay que perseguirlo, hay que buscarlo, hay que cruzar un velo, y luego otro; y cada vez que cruzas un velo, pasas a un nuevo nivel de confianza.  En los atrios, tienes una confianza; allí te lavabas, te limpiabas.  Luego, pasas al lugar santo; allí se hacen sacrificios, preparando el momento para que tú tuvieras la confianza de entrar en el lugar santísimo y llegar a la presencia de Dios.  Antes de ese velo, había un miedo terrible porque, si entrabas a la presencia de Dios, y no estabas limpio, morías en aquel lugar.  Así que, no todo el mundo se atrevía a entrar.  

No todo el mundo se atrevía a perseguir con confianza a Jesús.  Pero, en el Nuevo Testamento, hay una mujer a la que le pasó algo muy interesante.  Dice la Biblia que había una mujer que tenía flujo de sangre; llevaba doce años así, enferma.  Había gastado todo lo que tenía, había ido a todos los médicos, y aún le iba peor.  Todo el mundo la había decepcionado, la habían abandonado.  Pero un día pasó alguien delante de ella, pasó Jesús; y cuando aquella mujer vio a aquel hombre, algo hizo que ella se moviera de donde estaba, a perseguirlo a él.  Fue la promesa de que él la podía sanar, lo que hizo que ella se atreviera a intentarlo una vez más.  Ella lo persigue y toca el borde de su manto, y él dice: alguien me ha tocado.  Si ella tocó el manto, ¿por qué él dice que alguien lo tocó?  Jesús lo que estaba haciendo era una referencia al templo, al lugar santísimo.  Él estaba diciendo: alguien se atrevió a cruzar lo que nadie se había atrevido a cruzar en el pasado.  Alguien me quiso tanto que busco tocarme y se acercó con esa seguridad de que yo podía hacer por ella el milagro que estaba esperando.  Y lo grande es que, cuando eso pasa, Jesús se sienta con ella, y habla con ella delante de toda la sociedad.  ¿Qué Jesús le estaba devolviendo a esa mujer?  ¿La fe?  No.  La fe la movió.  Pero, cuando él se sentó a hablar con ella, lo que le devolvió fue la confianza que había perdido porque todo el mundo le había fallado.  

5 Comments
  • Jhon Mario Rojas
    Posted at 07:10h, 20 May Reply

    Aleluya

  • Alicia Farías González
    Posted at 07:44h, 20 May Reply

    Amén! Cuándo tenemos la esperanza,,nuestra confianza está firme en Dios porqué sabemos de su gran poder! Gracias Pastor Otoniel,bendecido sea grandemente.

  • Wiliam Antonio Chacon Vargas
    Posted at 10:01h, 20 May Reply

    Dios es fiel y entiendo bendiciones

  • Yenny jaimes soto
    Posted at 13:24h, 21 May Reply

    Gracias por todos los mensajes que vienen a mi vida son de mucha bendición están para fortalecernos Dios siga usando su ministerio para bendecir a muchas personas.

  • Nelson García
    Posted at 18:03h, 22 May Reply

    Dios es bueno y sus misericordias son para siempre aun si fallamos el no nos falla que bueno es saber que Dios siempre está con nosotros

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