No Hace Falta Fuerza
11851
post-template-default,single,single-post,postid-11851,single-format-standard,bridge-core-3.0.5,mec-theme-bridge,qi-blocks-1.2.7,qodef-gutenberg--no-touch,qodef-qi--no-touch,qi-addons-for-elementor-1.6.9,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-theme-ver-29.1,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-6.9.0,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-14558

No Hace Falta Fuerza

Lo más duro dentro de todo este proceso es cuando en ese caminar se requiere de ti como creyente realmente el perdonar.  El perdonar a otros y a nosotros mismos.  Uno de los actos más difíciles de una persona cristiana y aun secular es el perdón.  Y una de las razones por las cuales la gente se tarda en perdonar es por querer hacerlo con fuerzas.  Tienen sus emociones involucradas, envueltas, hay ofensa, lástima porque cuando la persona se fue, se fue el futuro que habían planificado, se fue de momento.  La ofensa que hizo tal persona causó una herida y dolió tanto que todavía hay resentimiento.  Si hay algo que es poderoso del mensaje del Evangelio es el poder del arrepentimiento.  

Cada vez que Jesús confrontó a alguien, nunca lo hizo para condenar, sino para llevarlo a arrepentimiento.  La religión te confronta para condenarte.  Hay gente que dice querer una relación contigo, pero cuando tú hablas con ellos, usan los eventos ocurridos, tus acciones, tus malas decisiones, no para liberarte, sino para condenarte.  Y el Evangelio sí tiene que confrontar, pero el final de nuestra confrontación no es que el que confrontamos se sienta condenado, sino para que la persona se arrepienta.  Si cuando el Evangelio confronta a alguien el final es que la persona se sienta condenada y no hubo arrepentimiento, a lo mejor el mensajero no hizo el trabajo correcto.  

Pero cuando nos enfrentamos a la sociedad, al mundo en que vivimos, nuestro llamado sí es confrontar.  Nuestro llamado no es suavizar el mensaje, hablarte y despertar tu vida suavizando el mensaje porque no va a pasar así.  Tiene que haber un momento dado donde somos confrontados, donde nuestra vida es confrontada, donde te das cuenta que estuviste mal, que no hiciste lo que tenías que hacer.  Pero el final de ese momento, de ese evento, no es condenación, sino que haya arrepentimiento.  

Todo el que ha conocido a Cristo, un día fue confrontado con la realidad de que había algo que tú tenías que dejar para perseguir otra cosas porque Dios te dijo que tú eres más grande que lo que tenías en el pasado.  Y esa confrontación te hizo arrepentirte, tomar la decisión de comenzar a vivir la vida que Él ha creado para ti.  El problema es que la iglesia muchas veces, y nosotros, cuando nos enfrentamos al mundo, lo hacemos con una consciencia de confrontación para condenar y no para arrepentimiento.  

23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.25 A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.”  Mateo 18:23-26  

No le hizo un plan de pago, le perdonó la deuda.  

28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.”  Mateo 18:28-30  

¿Cómo puede pagar la deuda si está en la cárcel?  

31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.”  Mateo 18:31-35  

Cada vez que Dios nos confronta, nunca es para condenarnos, siempre es para que nos arrepintamos porque el nuevo comienzo comienza cuando hay arrepentimiento en la vida de una persona.  El arrepentimiento lo que demuestra es que ya has despertado a entender que hay cosas que no están funcionando en tu vida, que la forma en que estás viviendo no es como debes vivir, has despertado a que hay una mejor versión de ti, a que si sigues persiguiendo lo que has estado persiguiendo, nunca serás todo lo que Dios quiere que tú seas.  Por eso es que no toma realmente fuerza, sino conocimiento.  

Este hombre terminó en la cárcel bajo los verdugos porque por fuerza quiso cobrar una deuda que debió haber librado por el perdón que se le dio y el conocimiento que él tenía.  ¿Qué conocimiento tenía él?  Recuerda siempre que cuando alguien te hace daño se siente mal, hay dolor, amargura, pero en esta historia lo que se nos cuenta es que siempre tenemos que reflexionar que aunque tú sabes que siempre recuerdas el que te ha hecho daño a ti, tú también le has faltado a otro.  El conocimiento que hubiera hecho libre a este hombre es: yo no soy el centro de la vida, le hice daño a otro, afecté a otro, cometí ese error, y conmigo tuvieron misericordia.  Lo que hubiera liberado a este hombre era la consciencia de entender lo que se había hecho con él.  Lo que pasa es que en tu vida siempre está más presente el daño que se nos ha hecho porque no conocemos el daño que hacemos a otro o no realizamos la magnitud.  Y en esta parábola lo que se nos muestra es que, a veces, el daño que nos tiene a nosotros preocupados con otro, es poco comparado con el daño que nosotros hemos hecho a los demás.  Pero estamos amarrados al daño que nos hicieron sin darnos cuenta y despertar de todo aquello que se nos ha librado y que se nos ha perdonado.  

Tu más grande liberación es cuando tú dejas todo aquello del pasado, todo lo del ayer, lo material, lo natural, todas aquellas relaciones viejas que hay que dejar, toda ofensa del pasado, dejarlo atrás; y la única manera que eso ocurre no es con fuerza, con fortaleza, no es peleando ni luchando, sino teniendo conocimiento de la nueva vida que Dios quiere para ti.  A veces, nos toma un tiempo entenderlo, despertar a esa realidad; pero el día que despertamos a esa realidad es el día de dejarlo a un lado, de dejarlo atrás, de decir: ya no necesito vivir con eso, con ese rencor, con esa deuda que he creado, con ese problema; hay algo más grande que Dios tiene para mí; mientras agarro esto no me muevo hacia el futuro.  Tú no puedes seguir agarrado a algo únicamente porque hay un buen recuerdo porque si no, no eres lo que Dios quiere para ti.  

Lo más grande que puede pasar en tu vida es entender que el perdón no se da por las fuerzas que tú tengas, sino por la consciencia que tienes, por la revelación que has recibido en tu vida, la revelación del “yo” que Dios quiere que tú seas, que requiere dejar todo eso: una sola cosa hago, olvido lo que queda atrás.  Y mientras más lo olvidas, más feliz y libre eres para perseguir realmente lo que Dios quiere que tú seas, lo que Él quiere que tú logres alcanzar.  Y cuando en el camino te das cuenta que hay alguien que te debe, que tiene una cuenta abierta contigo, alguien que todavía tiene una deuda contigo, el conocimiento de todo lo que Dios te ha librado, lo que te ha perdonado y lo que ha hecho por ti; y sabrá Dios a cuántos tú has ofendido en el camino porque nadie se libra de ofensa ni de ofender.  Lo que tú tienes es que darle gracias a Dios que no todo el mundo ha cobrado la deuda y, si no todo el mundo te la ha cobrado, tú tampoco debes cobrar la deuda de todo el mundo porque contigo Dios ha hecho algo más grande, más poderoso.  

Dios te ha dado tanto a ti, ha hecho tanto por ti, su misericordia ha hecho tanto por ti, te ha guardado hasta este momento; y hay gente que no te ha cobrado todas las cosas que te deberían cobrar, no te han cobrado ni emocional ni físicamente.  Hay un momento donde tú tienes que dejar ir todo el pasado porque ahora conoces quien tú eres, lo que Dios ha hecho por ti; y desde ese día es cuando tú tendrás un verdadero nuevo comienzo.  Ahí es que vas a caminar liviano en esta sociedad, ahí es que vas a caminar libre.  

El dejar cosas no requiere de fuerzas, sino de conocimiento.  Ahora conoces quien eres, así que no te ofende lo que otro te dijo, lo que piensen de ti no te ofende, no tienes que demostrar; si conoces quien eres lo que otro hace no te afecta, si conoces lo que te ha sido perdonado eres pronto en perdonar.  Si conoces la misericordia de Dios sobre tu vida, eres pronto en hacer lo mismo.  No hace falta fuerza, hace falta conocimiento.  Porque no es fuerte hacerlo si tú estás consciente de todo lo que Dios ha hecho por ti.  El que no entiende esto, no entiende todo lo que Dios le ha perdonado, todo lo que Dios le ha dado.  

Hay algo hoy que tú tienes que dejar.  El pasado hay que dejarlo y hay que seguir, si quieres lo nuevo que Dios tiene para ti.  Cuando miras todo lo que Dios está haciendo, debes darle gloria a Dios que su misericordia te ha acompañado todo este tiempo.  

Deja todo aquello que tienes que dejar.  Para tener éxito, más que buscar qué es lo que tienes hacer, tienes que identificar aquellas cosas que tú sabes que no deberías estar haciendo, y dejar de hacerlas.  Porque lo nuevo que Dios tiene requiere que tú seas capaz de dejarlo.  Libérate del pasado. 

7 Comments
  • Nairobis Jáuregui
    Posted at 12:35h, 24 January Reply

    Gloria a Dios!!

  • Maria Hurtado
    Posted at 14:22h, 24 January Reply

    DIOS es bueno, Él nos hizo y nos conoce en todo. Bendiciones pastor.

  • Nelson García
    Posted at 15:42h, 24 January Reply

    Amén así será gracias mi Dios por tu perdón por tu amor y bondad sobre cada uno de nosotros gracias

  • Liseth Trujillo
    Posted at 01:27h, 25 January Reply

    Amén y amén así mismo es el pasado quedo atrás porque en Cristo todas las cosas son nuevas ya las cosas antiguas pasaron he aquí todas son hechas nuevas por Dios amén y amén Gracias pastor otoniel Bendiciones🙏🏽🙏🏽🙏🏽

  • Jhon
    Posted at 11:31h, 25 January Reply

    Amén y amén

  • NELSON ALEXANDER MIERES URBINA
    Posted at 14:36h, 25 January Reply

    DOY LA GLORIA LA HONRA Y MIS AGRADECIMIENTOS ETERNO A NUESTRO PADRE SANTO EN EL NOMBRE TODOPODEROSO DE JESÚS POR LA VIDA QUE LE HA DADO DIOS A USTED PASTOR FONT, MUCHAS GRACIAS POR ESE MANÁ ESCONDIDO QUE NOS DA A COMER POR REVELACIÓN DEL ESPIRITU SANTO. MUCHAS BENDICIONES A TODOS MIS HERMANOS Y HERMANAS DESDE BARLOVENTO-VENEZUELA.

  • marttha
    Posted at 03:22h, 31 January Reply

    Amén Gracias mi Sr por tú Amor y tú perdón
    Bendiciones Pastor

Post A Comment