El Milagro detrás del Milagro
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El Milagro detrás del Milagro

16 Así ha dicho Jehová: Haced en este valle muchos estanques. 17 Porque Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias y vuestros ganados. 18 Y esto es cosa ligera en los ojos de Jehová; entregará también a los moabitas en vuestras manos.”  2 Reyes 3:16-18  

Detrás del milagro que estás esperando, tú tienes que creer que hay un milagro más grande que viene.  La pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿qué motiva a una gente sedienta a hacer un hueco que les va a hacer más sedientos?  

Ponte en esa situación: tienes sed y te dan una pala.  El rey no tiene respuesta, no sabe qué va a hacer y va donde el pastor y él le dice: tráeme un músico para que toque en lo que Dios habla.  Y después que el profeta comienza a oír a Dios, la instrucción es: cojan palas y hagan hoyos.  Tú con sed, y esa es la instrucción.  Y te aclara el profeta: no vas a ver viento ni lluvia, pero se van a llenar.  Por lo tanto, si vas a hacer los huecos, tienes que hacerlos no por lo que ves, sino porque obedeces la voz que no entiendes, la voz que no te da ningún punto de referencia.  Ahora, esta gente está haciendo huecos no porque ve algo, sino porque obedece.  

Tú no sales a trabajar porque veas algo, sino porque obedeces.  Cuando tú operas bajo la voz de Dios, operas bajo obediencia, aunque no veas absolutamente nada.  La pregunta es: ¿cómo tú obedeces estando sediento?  ¿Cómo obedeces si pareciera que te haces más sediento obedeciendo la voz de Dios?  Porque trabajar más fuerte no quita tu sed, la hace más grande.  Sencillo: en el valle de los estanques, tú obedeces a Dios por tres cosas:  

  1. Reconoces que de Él es que viene tu liberación.  Si alguien te va a libertar no es el gobierno ni el mundo.  Tú no necesitas ningún rescatador en esta tierra; nadie te tiene que rescatar; el Dios Todopoderoso va a enviar ayuda en su momento preciso.  Es Él quien te rescata, así que tú sales a obedecer porque estás en la expectativa de que Dios es quien te va a liberar.  
  2. Él te ha prometido victoria.  A través del profeta, Dios les dijo: los voy a liberar, les voy a dar agua, así que los voy a librar, les voy a dar la victoria sobre los moabitas, y no tan solo eso, sino que lo que ustedes van a ver es más grande.  
  3. Él es el que te bendice más allá de lo que tú puedes imaginar.  Él te bendice más allá de lo que tú puedes pensar.  Por eso, sales todos los días con la pala en tu mano, aunque estés sediento, aunque las cuentas estén allí, aunque el problema esté allí, aunque la dificultad esté allí, aunque estés cargando con gente que fue tu error tenerlas en un momento dado en tu vida.  Vas a seguir hacia adelante porque el Dios que está contigo te ha prometido librarte del problema, darte la victoria y darte una bendición más grande de la que tú jamás habías imaginado.  

Tú abres huecos cada mañana porque Él ha prometido librarte, darte la victoria y bendecirte.  

Dios no tan solo te va a dar el agua.  Él te va a dar a tus enemigos.  Dios te va a dar la victoria sobre ellos.  Aquellos que han pensado que pueden acabar contigo, que en este valle se terminó tu vida, Dios va a tornar todo eso para tu bendición, te va a dar la victoria, te va a dar la liberación, y te va a bendecir más allá de lo que tú jamás habías imaginado.  

Sal, no con espada, sino con una pala en tu mano, a hacer un hueco nuevo.  Cada vez que tú diezmes y ofrendes, dile: Señor, aquí estoy haciendo un huequito nuevo, un espacio nuevo; Señor, esta semana voy a trabajar, estoy ayudando a tal persona, haciendo un espacio nuevo; yo no sé de dónde va a venir, de dónde va a salir, cómo va a llegar el agua, qué va a pasar, pero voy a hacer un hueco nuevo.  

Dios siempre llena el estanque que tú abres un día.  Por eso es que tú nunca debes dejar de hacer estanques.  Haz un huequito aquí, otro allá.  No hay hueco que tú hagas que Dios algún día no vaya a llenar.  

¿Estás sediento?  Sal mañana una vez más.  ¿Estás cansado?  Sal mañana una vez más.  Vuelve y toca otra puerta, vuelve y vende, vuelve y lucha, vuelve y trabaja, vuelve otra vez, comienza otra vez.  ¿Estás cansado?  Haz otro hueco, pero hazlo en obediencia a Dios, sabiendo que Él te va a librar, te va a dar la victoria y te va a bendecir.  

El milagro más grande que vemos en esta historia no es el del estanque, aunque se llenaron.  El milagro más grande fue la salvación contra sus enemigos.  Si están debilitados porque no tienen agua, y se debilitaron más por hacer el estanque, con ese poco de agua ¿estaban listos para pelar?  Tú no revives un ejército completo con un poco de agua en un día.  Así que Dios tiene que trabajar para que sus enemigos sean derrotados fácilmente.  Ese es el milagro detrás del milagro.  

Tú no sabes toda la gente que ha pensado que tú estás derrotado, que se acabó tu vida, que te han visto en un mal momento y han pensado: aquí se terminó.  Y lo que Dios está haciendo es usar esto que está pasando para confundirlos, y en el lugar donde ellos han pensado que es tu última derrota, será tu más grande victoria.  

Espera.  Dios va a hacer lo que tiene que hacer, y lo va a hacer en el momento preciso.  Piensan que estás derrotado, que de esta no te levantas, pero lo que hoy ven como derrota, será para vergüenza de ellos, porque Dios lo va a tornar en algo más grande.  

Pero veamos el milagro más grande: el milagro de tu salvación.  Cuando los moabitas vieron desde el monte, lo que vieron fue un lugar lleno de sangre, y dijeron: los mataron a espada.  Porque cuando habían estas guerras, los valles se llenaban de sangre; y ellos vieron como un bache de sangre en aquel lugar, y decidieron bajar, y ahí el pueblo de Dios los derrotó.  

El enemigo, cuando te mira a ti, lo que él ve es un bache de sangre.  El problema es que piensan que es tu sangre, y no se dan cuenta que es la sangre de Cristo sobre tu vida, que te cubre dondequiera que tú vas.  Eso es lo grande de tu salvación.  Que no es tu sangre la que te da la libertad, la salvación.  Tu sudor hace los estanques, tu trabajo hace los estanques para que Dios los llene, pero la más grande victoria tú no te la puedes ganar por el sudor de tu frente; la más grande victoria la tienes porque hace dos mil años atrás hay un charco de sangre gigantesco, que fue la sangre que derramó Cristo por nosotros en la cruz del Calvario, y cuando el mundo te ve, lo que ve es esa sangre sobre tu vida, y piensan que tú estás derrotado, que eres nadie, que no puedes hacer nada, se confunden.  La Biblia dice que el enemigo pensaba que estaba haciéndole un espectáculo a Cristo, matándolo en la cruz, pero el apóstol Pablo decía que el espectáculo se lo estaba haciendo Jesús al diablo en aquel momento dado.  

Tu vida completa está cubierta por la sangre de Cristo.  El milagro más grande no es que la cuenta se llene, que puedas pagar la casa; eso es maravilloso, pero Dios dice: eso es cosa ligera.  Para ti es lo más complicado, pero Dios dice: eso es cosa ligera.  Él te dice: sal con una pala mañana, trabaja mañana, haz un hueco más y yo lo voy a llenar, pero espera el milagro más grande.  Y el milagro más grande es que su sangre te cubre todos los días y el enemigo no te puede hacer frente.  Nadie te puede hacer daño, nada puede acabar contigo, nada puede derrotarte porque, cuando el mundo te ve, lo que ve es el charco de sangre que todavía sigue fluyendo de la cruz del Calvario para salvarte.  

En el mundo, tú trabajabas, pero no fue hasta que le entregaste tu vida al Señor que tu vida cambió.  Antes, tú trabajabas, pero no sabías quién llenaba los estanques.  Hoy tú trabajas en obediencia, siembras en obediencia; tú no sabes cuándo se va a multiplicar.  El que ofrenda para un milagro instantáneo, conoce poco de lo que eso representa.  El que lo hace en obediencia, aunque sabe que está haciendo huecos, sabe que su trabajo no es llenarlo, su trabajo es hacer el hueco, y hacerlo en obediencia, en consistencia.  

¿Cuántos huecos tienes que hacer?  Muchos.  Llena todo el valle de huecos.  Sediento y viendo el valle lleno de huecos.  Pero dice la Biblia que al otro día las aguas vinieron, el milagro ocurrió.  Todos los huecos que tú has abierto, tu diezmo, tu ofrenda, tu esfuerzo, tu trabajo, tu oración, tu responsabilidad en ir a trabajar, levantarte cada mañana a luchar, Dios los va a llenar, pero el milagro más grande nunca lo puedes hacer tú.  El milagro más grande es la sangre de Cristo sobre tu vida, que cuando el enemigo te ve, lo que ve es esa sangre.  

Tu sudor hace huecos, Dios los llena, pero la única sangre que te puede libertar es la sangre de Cristo.

18 Comments
  • Oswaldo Monier
    Posted at 13:11h, 13 September Reply

    Gracias Ungido del Señor Ps Otoniel Font por sus prédicas y por abrir estanques en mi vida mediante la palabra del Señor, Bendiciones para su familia, su Iglesia Fuente de Agua Viva Puerto Rico ??, saludos cordiales de parte de la familia Monier-Candia de LimaPerú ??

    • Marivanet
      Posted at 15:01h, 13 September Reply

      Gracias por seguirnos a través de estas plataformas. Oramos por tu país declarando bendición en ella y tu familia. Te bendigo Oswaldo.

  • juan carlos ojeda cornejo
    Posted at 13:36h, 13 September Reply

    Tremendo mensaje, es de mucha bendición para mi vida ,gracias Pastor Otoniel

  • Alicia F.Glez
    Posted at 13:36h, 13 September Reply

    Amén!! Bendiciones Pastor Otoniel

  • Denis Diaz
    Posted at 13:47h, 13 September Reply

    Esta palabra a quebrantado mi alma, y aunque me siento sin fuerzas mi esperanza y mi fe sigue intacta, creyendo que los huecos estan lleno, te alabo SEÑO, y bendigo su vida Pastor Otoniel, usted es el profeta y mis pastores Arazola que Dios ha colocado para no dejarme caer.

  • Sánchez Ardila
    Posted at 14:41h, 13 September Reply

    Amén amén amén. DIOS lo bendiga, es una Palabra que nos da nuevo aliento, seguiremos abriendo esos huecos, Dios es bueno, maravilloso, increíble y grandes milagros nos dará la oportunidad de vivirlos en estos tiempos de valles . Gloria a Dios

    • Marivanet
      Posted at 14:57h, 13 September Reply

      Amén. Te bendigo

  • Wiliam Antonio Chacón Vargas
    Posted at 14:54h, 13 September Reply

    Amén así es Dios me ha cuidado de muchos demonios y sé que me cuida su sangre .

  • NATALIA HERRERA
    Posted at 15:03h, 13 September Reply

    Declaro que la sangre poderosa de cristo, protege a mi tía Flor de todo mal, creo y confio en el nombre poderoso de Jesús, amén.

  • Liseth Trujillo
    Posted at 15:04h, 13 September Reply

    Amen y amen así mismo mi Familia y yo estamos cubiertos con la sangre preciosa del Señor Jesucristo nuestro Señor amén y amén!????Aleluya mi alma adora a Dios amén y amén! Gracias pastor Otoniel Dios le Bendiga amén y amén!??????

  • nairobis jauregui
    Posted at 16:22h, 13 September Reply

    Gloria a ti Señor

  • Mireida
    Posted at 22:26h, 13 September Reply

    Amen que hermosa palabra!!

  • Jhon Mario
    Posted at 22:47h, 13 September Reply

    Aleluya, Gloria a Dios

  • Tomas Yat
    Posted at 23:42h, 13 September Reply

    Bendito Dios a El se la gloria y la honra. Amen

  • Jorge M
    Posted at 23:46h, 13 September Reply

    Amén

  • Jackeline
    Posted at 01:59h, 14 September Reply

    Me encanto todo este tema dios es grande y poderoso.

  • Marttha
    Posted at 15:10h, 15 September Reply

    Amén Aleluya al. todo Poderoso Gracias Por lo qué hizo por mí en la Cruz del Calvario
    Gracias por qué cubiertos con su preciosa sangre tenemos paz y seguridad
    Gracias por la palabra Pastor Otoniel
    Bendigo su vida familia y Ministerio el el PODEROSO nombre de JESÚS

  • Fernando Saucedo
    Posted at 17:30h, 18 September Reply

    salmo 84-6
    atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques.
    amen!!!

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