24 Sep Tus Decisiones y el Propósito de Dios

Hoy te comparto un poco de la una de las sesiones de preguntas y respuestas que hemos tenido como parte del grupo exclusivo de Mil Veces +, en nuestras conferencias a través de Zoom.  

1. ¿Cómo saber si las decisiones que estoy tomando están bajo la cobertura de Dios?  

Hay dos cosas que tienes que saber.  En primer lugar, mira la palabra de Dios.  Cuando tienes que tomar una decisión, tú tienes que buscar lo que dice la palabra de Dios en relación a eso.  Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, hay instrucción tras instrucción de cómo tomar decisiones basado en lo que Dios ha dicho.  Eso es lo primero: Toda decisión tiene que ir dirigida por la palabra de Dios.  Ese es el primer avance.  Y lo que ocurre es que, si tú haces una decisión basada en la palabra de Dios, y no te sale como tú pensabas, porque lo hiciste como dice la palabra, Dios ha prometido honrar tu fe, tu obediencia y tu amor de querer honrarlo a Él y honrar su palabra.  

2. Generalmente, uno toma decisiones y actúa.  Durante esta pandemia, hemos escuchado pastores y líderes decir: Quédate quieto; deja a Dios ser Dios.  Pero cuesta trabajo el uno quedarse sin actuar.  ¿Cuál es su recomendación?  

Hay un verso que dice: Tenga la paciencia su obra completa.  Definitivamente, hay momentos en que tenemos que esperar en el Señor, pero ese momento es cuando ya tú hiciste lo que tenías que hacer.  Tú no puedes tomar el esperar en Dios como una excusa para no tomar decisiones.  Cuando uno toma decisiones, uno tiene paciencia, pero paciencia no es no hacer nada, sino que, mientras tú vas obrando, vas teniendo paciencia porque vas esperando en Dios.  Hay momentos en que tú tienes que decirle: Señor, ya yo hice todo lo que podía hacer, lo que tenía que hacer.  Pero si no has hecho todo lo que sabes que tienes que hacer, es importante que tomes acción y confíes en Él.  Esto no quita el hecho de que en tu interior debe haber una gran quietud y una gran calma y confianza en Dios.  Después de tomar todas las decisiones que podías tomar y hacer todo lo que podías hacer, ahí puedes levantar tus manos y esperar; pero mientras actúas, comoquiera tienes que esperar en Dios porque en tu corazón tiene que haber plenitud de calma, de confianza y de descanso, sabiendo que Dios te va a dar la victoria.  

3. ¿A qué se refiere con “Atrévete a desafiar la sabiduría natural”?  

Cuando vayas a tomar ciertas decisiones, te vas a dar cuenta que vas a tener muchos consejeros a tu alrededor.  Vas a tener mucha gente que te va a decir: Esta es la forma en que se tiene que hacer.  Y no siempre vas a tomar una decisión que desafíe lo natural porque, a veces, la decisión más sabia es lo que hay en el conocimiento natural; pero nunca debes perder de vista que puede que algún día tengas que tomar una decisión que vaya por encima de lo que naturalmente se hubiera hecho en el pasado.  

Hay cosas que están pasando que todavía en el día de hoy no hay respuesta para ellas.  Se nos expone a muchas ideas, pero no hay nada concreto.  Cuando uno tiene un problema, hay una forma natural de hacer las cosas, pero a veces lo que Dios te pide que hagas no cuadra con lo que tú estás viendo en el mundo natural, con lo que sería una respuesta normal.  Si la mejor decisión es lo que es normal hacer, no hay problema, hazlo porque no te debes ir en contra de lo que es correcto; pero si algún día tú tienes que tomar una decisión y tus consejeros a tu alrededor te dicen que tienes que hacer algo que no es lo que Dios te dice en tu corazón que tienes que hacer, entonces tienes que atreverte a desafiar lo normal.  Son momentos de retos.  Te van a decir: Nunca se había hecho así.  Y tú respuesta debe ser: Pero Dios me dice que lo hagamos así.  

4. ¿Puede Dios cambiar una mala decisión y transformarla para bien, como dice la Palabra?  

Dios es experto en tornar para bien una decisión incorrecta, pero el parámetro para que eso pase son varias cosas:

1. Tiene que haber un amor sincero por Dios.  La Biblia dice que todo obra para bien, no para los que creen, sino para los que aman a Cristo Jesús, aquellos que han sido llamados según su propósito.  Tu amor por Dios, tu amor por agradarle y por querer honrarle, pudieran llevarte a tomar alguna decisión errónea, pero tu amor por Él, cuando Él lo mirá, cuando lo ve, Él hace que todo se torne en bendición para tu vida.  
2. El propósito de Dios.  Él torna las cosas para que se cumpla su propósito, no el tuyo.  José tomó varias decisiones; algunas de ellas parecería que le salieron mal, pero al final le salieron bien.  ¿Por qué?  Porque su amor por Dios y por su familia siempre estuvieron presentes.  A la esposa de Potifar, le dijo: Yo no puedo fallarle a Dios y no puedo fallarle a mi jefe.  Ese amor provocó que tomara una decisión; decisión que le acercó un poco más al cumplimiento del propósito de Dios.  

Toda decisión que aparenta ser mala, Dios la arregla porque tú demuestras amor por Él y porque el arreglo que Él va a hacer te va a acercar al propósito que Él tiene para tu vida.  Cuando Dios le dio un sueño a José, no fue para hacerlo a él grande.  José entendió después que la razón por la que Dios lo había llevado allí era para salvar a su familia.  ¿Por qué Dios salva a la familia de José?  Porque le había prometido a Isaac y a Abraham que lo haría porque tendrían una nación en esta tierra.  Así que todo lo que pasó fue para cumplir el propósito de Dios, no el de Abraham ni el de Isaac ni el de José.