30 Jan El Lugar de tu Esperanza

Los que tenemos fe en el Señor, los que creemos, no tenemos tal cosa como falsa esperanza.  Sí hay cosas que son falsa esperanza porque las premisas son incorrectas.  Por ejemplo, el pecado del mundo se origina porque Satanás le hace creer a Eva una falsa expectativa; Le dice: Con que Dios ha dicho que morirás si comes de este árbol; ciertamente no morirás.  Usa erróneamente unas palabras de Dios para crearle una falsa expectativa de que no va a tener un resultado que Dios dijo que iba a tener si cometía ese error.  Ahora, bajo una mala percepción, una mala idea, ella come de ese árbol esperando no morir, cuando Dios había dicho que ella iba a morir.  Eso sí es una falsa expectativa; Cuando te vas contrario a lo que Dios ha dicho y comienzas a creer cosas incorrectas. 

Una falsa expectativa es decir que algo es de un color cuando es de otro; Eso es negar la realidad.  Fe es llamar las cosas que no son como si fueran, no es llamar las que son como si no fuesen.  Si tú quieres que sea de otro color, no es que te pares a decir que es de otro color; Tú tienes la esperanza de que pueda llegar a ser de otro color.  Entonces, comienzas a declarar que, aunque es de tal color, puede ser de otro. 

Hay diferencia entre tener esperanza y ser optimista.  Se nos dice que tenemos que ver el vaso medio lleno.  La persona que piensa catastróficamente, no solo lo ve medio vacío, sino que piensa que se va a vaciar, no va a tener qué tomar y va a morir.  Es perder tu trabajo y pensar que tu cónyuge se va a molestar, te va a dejar de amar, vas a perder el carro, la casa, que no vas a conseguir otro trabajo; El catastrófico no solo ve todo mal, sino que ve que se va a poner peor.  El negativo lo ve medio vacío; El positivo, medio lleno.  El optimista ve que se puede llenar, pero lo cree porque ve que hay un galón de agua.  El que tiene esperanza no ve el galón de agua, pero todavía cree que se puede llenar porque su esperanza no viene de lo que ve, sino de lo que percibe, y lo que percibe está en el espíritu. 

Tú tienes que tener esperanza; Que tu percepción sea que tu refugio, tu Salvador, es el Dios Todopoderoso; Respiro y alivio vendrán de alguna parte.  ¿Cómo lo sabes?  ¿Estás viendo algo?  No; Pero lo percibes; Algo dentro de ti te dice que algo va a cambiar; las promesas de Dios te lo dicen.  ¿Cómo lo sabes?  No lo sabes, pero lo esperas; No lo sabes, pero algo te dice que las cosas están cambiando para bien. 

Tú tienes que aprender a percibir las promesas de Dios en tu vida y moverte hacia lo que Él tiene para ti.  No estés esperando a ver el galón de agua para creer que el vaso se va a llenar; Si tienes que verlo para saberlo, entonces no es fe porque tienes que ver para creer.  Tampoco es esperanza; Esperanza es cuando tú no ves nada, pero en el espíritu algo te dice que Dios está presto para hacer algo a favor tuyo.  Si hueles bien, si miras afuera, si abres tus oídos espirituales, vas a percibir que Dios se está moviendo a favor tuyo. 

En 2 Reyes 4, vemos una mujer, que tenía dinero, riquezas, pero no tenía un hijo.  El profeta pasaba frente a su casa de tiempo en tiempo; Y un día ella le dice a su esposo: Percibo que este hombre es hombre de Dios; Hagámosle un aposento para que, cuando pase, se quede aquí.  Le preparan un cuarto, poniendo cama, mesa, silla, candelabro.  Un día el profeta pasa por allí, e insistentemente ella le pidió que se quedara.  Ella percibía algo diferente en aquel profeta.  Tu percepción, en ocasiones, te ha fallado; Has percibido cosas de gente que te han engañado; Pero no tengas miedo a percibir, a intentar otra vez más, a hacer un cuarto para las cosas que Dios tiene para tu vida.  No permitas que las experiencias pasadas te limiten a ti de percibir las cosas que están pasando delante de ti.  Porque las cosas pueden pasar delante de ti veinticuatro horas al día pero, hasta que tú no les hagas un cuarto, nunca se van a quedar en tu casa, en tu vida. 

En el pasado, has abierto las puertas a personas en tu vida y has sido decepcionado, pero de la misma forma que han pasado cosas negativas delante de ti que tú las has albergado en tu casa, Dios tiene bendición, tiene gente, tiene cosas, oportunidades maravillosas, que todo lo que hace falta es que tú percibas que vienen de parte de Él. 

El profeta se quedó allí, y le dio el milagro que ella esperaba; Preguntó qué necesitaba que hiciera por ella, y ella le dijo que nada; Pero el profeta sabía que no tenía hijo y que quería uno, y le dice: El año que viene.  Ella le dice: No juegues con mis sentimientos.  En otras palabras: No tengo esperanza.  Pero la palabra que el profeta le dio, se cumplió. 

Años después, ese niño sale con su papá al campo a trabajar, y estando en el campo, muere.  Aquella mujer llevó el niño al cuarto que ella había preparado para el profeta, y salió a buscar al profeta.  De camino, se encuentra a Giezi, criado del profeta, quien le pregunta cómo está todo, a lo que ella responde: Todo está bien.  Eso es positivo, optimismo para algunos; Pero aquella mujer demostró esperanza.  Positivo hubiera sido dar gracias a Dios por los doce años que tuvo a su hijo, pensar que a lo mejor eso era lo que Dios quería.  Ella no obró en positivismo ni optimismo, sino en esperanza; Ella se dio cuenta que el milagro que ella necesitaba en ese momento saldría del mismo lugar que salió el primero.  Esperanza es cuando tú vas al lugar correcto a buscar el milagro que tú necesitas porque sabes dónde es que tienes que ir a buscarlo.  El resto del mundo lo que tiene que saber es que todo está bien.  No puedes decirle a Giezi tu problema porque Giezi no lo puede sanar, no lo puede levantar.  Deja de hablarle de tus problemas a gente que no lo puede resolver.  Ve al mismo lugar de donde salió el primer milagro, y recibe tu milagro. 

Esperanza es ir al lugar correcto a buscar la solución a tu problema.  Tú vas a la iglesia, porque tú sabes que ese es el lugar correcto.  La gente no lo entiende pero tú vas para buscar en el lugar correcto la solución que Dios tiene para tu vida.  Naturalmente, vas a tener el mismo problema, la misma dificultad, pero hay algo que te va a decir que todo está bien.  No ves el galón de agua, no ves el trabajo todavía, pero todo va a estar bien, todo va a cambiar, todo va a mejorar porque el Dios al que tú le sirves te lo ha prometido. 

Levanta tu esperanza y créele a Dios por algo más grande.  Hazle aposento otra vez a las cosas que Dios tiene para tu vida. 

Mensaje transmitido por Televisión y Radio Miércoles, 30 de Enero 2018

Código del Programa: TE-01B

Siempre leemos los comentarios de cada mensaje. Es un verdadero gozo y un privilegio que Dios nos permita bendecir tantas vidas, aún a la distancia. Compártenos siempre cómo esta palabra ha bendecido tu vida.