18 Sep Tu Caminar en el Espíritu

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. ² Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. ³ Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; ⁴ para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”  Romanos 8:1-4 

A través de sus cartas a la iglesia, Pablo siempre utiliza cosas de la vida diaria, y especialmente de su vida, para explicar las cosas espirituales.  Se calcula que, en sus viajes misioneros, Pablo caminó unas 12 mil millas; por eso, en 32 ocasiones, Pablo dice: Camina en el Espíritu.  Él estaba usando su experiencia de vida para transmitir la obra que él entiende que Cristo quiere hacer en su iglesia.  Esto nos ayuda a entender las exhortaciones que hace Pablo, en relación a caminar en el Espíritu.  Veamos, específicamente, 5 de ellas:

1. Camina en las obras de Cristo. En Efesios 2, dice: ⁸ Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; ⁹ no por obras, para que nadie se gloríe. ¹⁰ Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.  Tú no puedes caminar en esta vida en el Espíritu, haciendo alarde de tus obras.  Tú tienes que caminar en la obras de Cristo.  La gente se pregunta si la salvación es por obras.  La salvación es por obra, pero no por obra tuya, sino por obra de Cristo.  No es por lo que tú hagas, sino por lo que él hizo, pero alguien tuvo que hacer algo; lo que tú no podías hacer, lo hizo él, y tú no puedes caminar en tus obras, sino en las de Cristo, en lo que él ha hecho, en el camino que él ya ha caminado.  Tú no dependes de tus obras, de lo que tú has hecho o logrado.  Pablo todo el tiempo caminaba en las obras de Cristo.  Él decía: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.  Hablaba todo el tiempo de que era por la gracia de Dios; él decía: Si alguien tiene de qué echárselas, soy yo; hablo varios idiomas, tengo título, pero nada de eso me importa, todo eso lo doy por basura, por lo que Dios ha hecho en mi vida.  Si tú vas a caminar en esta vida con seguridad, no puedes caminar en el Espíritu caminando en tus obras, sino en las de Cristo. 
2. Camina sin alimentar tu carne. Romanos 13 dice: ¹³ Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, ¹⁴ sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.  No camines en esa expresión de la carne en tu vida.  Si tú quieres caminar en el Espíritu, tienes que evitar todo aquello que promueva la carne en tu vida.  Elimina de tu vida todo aquello que saque lo peor de ti. 
3. Camina por fe y no por vista. 2 Corintios 5: ⁶ Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor ⁷ (porque por fe andamos, no por vista).  Tú no caminas en esta vida por lo que ves; tus decisiones no están basadas en lo que ves, sino en la fe. 
4. Camina por amor y en amor. Efesios 5: Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. ² Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.  Tu caminar tiene que ser en amor, como Cristo amó.  Eso es duro.  Hay que amar al que te odia, al que te insulta; hay que caminar en amor y seguir amando a dondequiera que vayas.  Caminar en el Espíritu es caminar en amor.  De la misma manera que Cristo ha soportado tantas cosas de tu vida, tú debes soportar cosas de otra gente.  Eso es caminar en el Espíritu.  Es no responder de la misma manera cuando alguien te ofende.  Caminar en el Espíritu es caminar en el amor de Dios, es que se muestre en tu vida esa expresión, a pesar de lo que el mundo haga, diga o cómo te traten. 
5. Camina como digno de tu vocación, de tu llamado. Efesios 4: Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, ² con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, ³ solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.  Andar en el Espíritu no necesariamente es hablar en otras lenguas; es caminar con la dignidad de la vocación a la que Dios te ha llamado.  Si tú eres creyente, te comportas como creyente. 

Caminar con Dios no es un acto vacío, etéreo, no es irse a un bosque a meditar.  Caminar con Dios es un acto ofensivo donde tú decides caminar en el Espíritu, someter la carne; decides depender solo de Dios y no permites que las emociones te controlen; es una firme determinación que toma el creyente de que no va a alimentar su carne.  Más allá de una manifestación de un momento, más que una experiencia, caminar en el Espíritu es toda una vida donde tomas control de tus pensamientos, de tus acciones; donde decides siempre inclinarte a lo de Dios y no a la carne, es una obra activa en tu vida.  El Espíritu Santo no te va a controlar, sino que te va a dar la fortaleza para tú tomar dominio en todas tus acciones de manera que dondequiera que tú camines, aquel que tenga discernimiento, pueda decir: Esa persona camina diferente, está caminando en el Espíritu. 

No trates de impresionar a la gente, a otros cristianos.  Tú no necesitas impresionar a otros con palabrerías ni versos bíblicos ni revelaciones.  Tú lo que tienes es que mostrarle al mundo que tú caminas diferente.  Cuando tú tomas la firme determinación de caminar en el Espíritu, la gente nota que tú eres diferente, y eso hace la diferencia en tu vida.  Activamente, dale el espacio al Espíritu Santo para haga la obra en ti. 

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Martes, 18 de Septiembre de 2018

Código del Programa: ES-04B