21 Nov Contigo, tu Familia va a ser Libre

“² Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año.”  Éxodo 12:2 

Este momento crucial, la salida del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, comienza con una declaración de parte de Dios, unos capítulos antes: Deja a mi pueblo ir, para que vayan y adoren.  Esa intención fue la que comenzó el cambio necesario para sacarlos de aquel lugar.  Dios quería sacar al pueblo de Israel de Egipto para cumplir su promesa a Abraham, y porque Josué había muerto, y el nuevo faraón había olvidado que Egipto era lo que era por causa de José (Éxodo 1).  ¡Qué fácil se olvida la gente de cómo tú los bendices!  Y, luego de que se olvidan, buscan cómo acabar contigo. 

Lo grande de todo es que, a pesar de que estaba siendo oprimido en aquel lugar, el pueblo seguía aumentando, desarrollándose; pero todo comenzó a cambiar cuando el pueblo expresó su deseo de adorar a Dios.  El deseo de Dios de prosperarte, de cambiar todas tus cosas, no es meramente sacarte por sacarte, sino que tú entiendas que Él te quiere sacar de todo lo que te ha querido oprimir, para que tú puedas adorarle, y para que puedas hacerlo en familia.  El problema es que comienzas a ir a la iglesia, Dios te prospera, y luego se te complica el llevar a tus hijos contigo a la iglesia.  Pero Dios saca al pueblo de Israel de Egipto porque Egipto no permitía que el pueblo le adorara como Él quería que le adoraran.  Israel estaba prosperando a Egipto, y aun así no les dejaban adorar como ellos querían hacerlo; por eso, llegó el momento de salir. 

De la misma manera, tú tienes que salir de todo aquello que no te deja adorar a Dios como se supone que tú lo adores.  Porque, cuando Dios declaró: Deja a mi pueblo ir; fue para una sola cosa: Para que le adorasen.  Dios quiere hacerte libre de deudas, por una sola cosa: Para que no tengas excusa de que no puedes diezmar, ofrendar.  Pero, cuando ya estamos fuera de Egipto, ahora las excusas para no adorar a Dios las ponemos nosotros. 

Hay una orden desde el cielo, Dios ha dicho que te dejen ir.  La pregunta es si tú sabes cuál es la intención por la que Dios te quiere dejar ir.  Dios te quiere dejar ir por una sola cosa: Para que le puedas adorar, servir, y decirle a tu familia que el que los dejó ir fue el Dios Todopoderoso, y para que lo celebren solo a Él, y solo a Él den la gloria.  

Dios no te saca de donde tú estás, si tú no entiendes la intención por la que Él te quiere sacar: Para que faraón no te oprima más, y puedas adorar a Dios como deberías adorarle.  Estás pidiéndole a Dios que te deje ir, pero ¿sabes cuál es la intención?  ¿Tienes un corazón de adorador?  ¿Tienes un corazón de servir a Dios?  ¿Tienes un corazón para presentarte delante de Dios y adorarle?  ¿O lo que estás buscando es una salida, simplemente para tener más comodidad?

Reorganiza tus prioridades.  Dios te quiere prosperar, te quiere dar un trabajo, pero tu trabajo tiene que adorar a Dios; Dios quiere darte una casa, pero tu casa tiene que adorar a Dios.  Todo lo que tú haces tiene que adorar a Dios.  Tu familia tiene que verte adorando a Dios, para sepan que, lo que son, es por la gracia de Dios, que un día dijo que los sacaría del lugar en que estaban. 

Pero, por alguna razón, se nos mete en la cabeza que el que nos complica la vida es Dios, sin darnos cuenta que realmente Él es el que te libera para que tu vida no se complique.  Cuando tú quieres salir en libertad, es el mundo el que te complica la vida.  Dice la palabra que, cuando faraón supo que el pueblo saldría a adorar, duplicó el trabajo.  No te sorprendas cuando tú tengas intención de ser libre, y venga más opresión a tu vida.  El día que tú decides salir a libertad, tú tienes que saber que el enemigo va a querer traer opresión a tu vida.  Y tú tienes que cancelar gente de tu vida, gente que no te deja adorar. 

Más adelante, faraón comienza a negociar con Israel, pidiéndoles que adoren dentro de Egipto.  Cuando ve que no podría mantenerlos esclavizados, les dice que se queden cerca.  Quería tenerlos todavía controlados.  El día que tú decidas salir a tu libertad, no negocies cómo vas a adorar; vete, y vete lejos. 

En Éxodo 10, ellos insisten en salir, y faraón les dice: Váyanse, pero déjenme a sus hijos.  Hay personas que adoran, pero sus hijos están en Egipto.  Pero hasta hoy.  Tus hijos no van a permanecer en Egipto.  Tú no los has podido sacar, pero es que esto no se trata de ti, sino de que hay una voz que, desde el cielo, dice: Deja a mis hijos ir. 

No vas a negociar con Egipto.  Tus hijos van a salir contigo.  Cuando mires por encima de tu hombro, los enemigos que tenías, ya no los vas a tener más.  Hay un principio de meses para tu familia, vas a experimentar el poder de Dios sobre tu vida y la de los tuyos.   

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Martes, 21 de Noviembre de 2017

Código del Programa: NP-1B