25 Jul Gana tu Alma

La Biblia dice que, en ciertas ciudades, Jesús –el Hijo de Dios – no pudo hacer ningún milagro.  Incluso, no pudo hacer milagros ni tan siquiera en su ciudad, por la incredulidad de la gente.  ¿Qué cuestionaba la gente cuando veían a Cristo?  Decían: “¿Dónde obtuvo éste está sabiduría y estos poderes milagrosos?  ¿No es éste el hijo del carpintero?  ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas?  ¿No están todas sus hermanas con nosotros?  ¿Dónde, pues, obtuvo éste todas estas cosas?” (Mateo 13:54) Entonces, la pregunta es: ¿Dejó de ser Jesús, Dios, por estar en Nazaret, o seguía siendo Dios con todo el poder?  La limitación estaba en las relaciones almáticas de aquellos que estaban a su alrededor.  

Lamentablemente, hasta que no pones estas cosas en justa perspectiva en tu vida, no te darás cuenta que hay muchas cosas que Dios quiere y puede alcanzar a través de ti, pero que no van a ser manifestadas, hasta que te atrevas a aceptar el desafío de retar esas relaciones, de retar esas estructuras que la cultura ha querido dar a tu vida. 

Los tiempos que se estamos viviendo son muy complicados, se han aprobado un sinnúmero de leyes y un sinnúmero de cosas, que lo que vienen es atentando cambiar los valores morales; pero, como ciudadano de esta tierra, tienes que saber y decirle al mundo que no vas a cambiar, tienes que ser firme.  

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.  Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.”  Mateo 16:24-25 

Estos versículos dicen, señalan, que tienes que hacer tres cosas para ir en pos de Jesús: Negarte a ti mismo, tomar tu cruz, y seguir a Jesús; porque, de esa manera, alcanzarás algo.  ¿Qué estás haciendo?  ¿Qué es lo que vas a alcanzar?  Cuando vas detrás de Jesús, ganas la vida que Jesús te quiere dar.  Mientras entregues o pierdas tu vida, estás entregándola para ganarla; pero, mientras no lo hagas, la perderás. 

“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?  ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?  Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.”  Mateo 16:26-27

En estos versos, Jesús no está hablando de riquezas, como muchos piensan.  Aquí, Jesús está diciendo: El que quiera ganar su vida, tiene que perderla; pero, para perderla, el reto primero es negarte a ti mismo; segundo, tomas tu cruz; y tercero, seguirme.  Porque ¿de qué te sirve ganarte al mundo y perder tu alma?  

Cuando Jesús hablaba y utilizaba la palabra mundo, no tiene que ver nada con dinero; tiene que ver con el mundo religioso.  Cuando Jesús hablaba del mundo, hablaba de los religiosos de aquel tiempo; lo que está diciendo es: ¿De qué te sirve ganarte el respeto de los hombres del mundo en el que perteneces, del mundo en el que tú sigues, y que pierdas tu alma?  

Dios te dice, hoy: ¿De qué te sirve que te ganes el respeto del mundo, y yo no pueda hacer contigo lo que quiero hacer?  Lo que debes recibir, hoy, es que, cuando Dios te pide que hagas algo, no necesariamente el mundo te va a respetar.  Entonces, el desafío en la vida es: ¿El respeto de quién te ganas?  Tu desafío es: ¿A quién tu alma pertenece?  ¿Qué tiene que ver esto con Cristo?  Muy sencillo, que esta es la batalla que está en el alma, en la mente; la mente es formada por padres, por la cultura, formada por tu grupo de amistades, que son los que conoces, entiendes y de los cuales quieres admiración y aceptación. 

En un tiempo donde un “Like”/”Me Gusta” es lo que te hace sentir admirado y apreciado, el Señor te está diciendo: ¿Sabes qué?  Mientras intentas ganar el respeto del mundo, estás perdiendo tu alma; pero, si quieres ganar tu alma, pierde tu vida.  Dios te dice: Piérdela; sé como yo quiero que seas; que sea yo quien moldee tu alma, y entonces la vas a ganar.

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Lunes, 25 de Julio de 2016

Código del Programa: DV-01A