31 May Dios Añadirá a tu Vida

A través de nuestra vida, muchas veces, sufrimos el embate del temor y las tinieblas en nuestra mente, por causa de los cambios y de las cosas que parecen ser inestables o inseguras.  Como resultado de ello, se detienen nuestro caminar y nuestro progreso.  Muchas veces, lo que ocurre es que, sin darnos cuenta, somos manipulados, y aceptamos cosas que no deberíamos aceptar, simplemente porque queremos eliminar en nosotros el miedo, en vez de vivir confiados y seguros de lo que Dios nos ha prometido.  No debemos dejarnos llevar por lo que el mundo hable.  Tu fe y tu economía no pueden depender del mundo, sino más bien de lo que Dios te ha prometido. 

Cuando estudiamos al ser humano, una de las cosas que más provoca inseguridad en nosotros, es el aspecto de las finanzas.  La gran mayoría de las personas, ha conocido al Dios que puede y quiere salvar, o al Dios que puede y quiere sanar, pero muy pocos pueden creer que Dios puede darte libertad económica, y lo que es más triste, es que, por el contrario, creen que Dios no quiere darte esa libertad económica.  Lamentablemente, reducimos a Dios, en nuestra mente, pensando que él no entra en esa área tan natural. 

En el Antiguo Testamento, se nos habla de un hombre que iba a construir una casa y, mientras la construía, se le cayó el hacha en el agua.  Esta hacha era prestada; por tal razón, el hombre se quedaba con una deuda, pero vino un profeta de Dios e hizo al hacha flotar, y así aquel hombre pudo cumplir con su deuda.  Ahora, si Dios, a través del profeta, hizo que esa hacha flotara para saldar la deuda de aquel hombre, ¿acaso no crees que él pueda meterse en tu problema económico?  

Cuando estudiamos los evangelios, el primer milagro de Cristo no fue la liberación de alguien, tampoco fue la salvación de una persona, fue permitir que una fiesta continuara, convirtiendo el agua en vino.  Este milagro no sanó a nadie, tampoco salvó a nadie, sino que fue un milagro completamente de lujo. 

Por muchos años, numerosas religiones nos han enseñado que las cosas materiales son malas, que no debemos pedir por ninguna cosa que sea algún lujo o similar a eso, sin embargo, en el libro de Mateo, capítulo 6, versículos del 25 al 33, aprendemos que las cosas no son malas; de otra forma, Dios no te prometería dártelas.  El problema está en que queremos perseguirlas, en vez de dejar que todas esas cosas te persigan a ti.  Ahí es donde está lo malo.  En este pasaje, vemos que Jesús dice que esas cosas son las que buscan los gentiles, pero en ningún momento dice que son malas, más bien dice que todo eso que ellos buscan, será lo que Dios añadirá a tu vida.  Mientras tú vives una vida buscando el reino de Dios, esas cosas que los gentiles buscan, serán las cosas que te buscarán a ti.  Entonces, aprendemos que las cosas no son malas, lo malo está en que dichas cosas sean tu prioridad, y no Dios. 

Tu enfoque determina tus emociones.  Cuando vemos personas prósperas hoy día, observamos que esas personas no buscaban meramente el dinero, sino otras cosas, otros sueños que, al lograrlos, les producirían dinero.  Su enfoque los llevó a tener éxito en la vida.  Lamentablemente, vemos personas que su enfoque está en alcanzar la prosperidad porque piensan que, al alcanzarla, entonces podrán tener paz y tranquilidad.  No es que el dinero sea malo, sino que tu enfoque debe estar en buscar el reino de Dios y su justicia y, entonces, todo lo demás llegará en el momento que el Dios Todopoderoso ha determinado que tienen que llegar.  Procura que tu enfoque sea Dios, y él añadirá a tu vida aquellas cosas de las que él sabe que tienes necesidad. 

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Martes, 31 de Mayo de 2016

Código del Programa: SI-11A