26 Apr Abraza la Incertidumbre

“¹⁰ Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. ¹¹ Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.”  Génesis 28:10-11

Tenemos que vivir seguros y dar gracias a Dios cuando llegamos a ciertos lugares en nuestra vida.  Pensamos que, de haber sabido lo que pasaría, habríamos tomado otras decisiones, pero, con esto, lo que quisiéramos es cambiar un evento, olvidando que ese evento trajo cosas que hoy disfrutamos, bendiciones que fueron producto de una decisión de incertidumbre, producto de haberte atrevido a salir de donde estabas, del lugar cómodo que ya conocías, para arriesgarlo y moverte al lugar que Dios tiene para tu vida.  Eso es fe.  Si fuéramos a medir la fe de una persona, podríamos decir que es medida por la cantidad de incertidumbre que puede manejar, mientras continúa caminando hacia adelante.  Esto es muestra de la clase de fe que tienes.

Si hubieras sabido todo lo que iba a suceder, lo más probable no hubieras estado dispuesto a pasar por todo lo que has pasado, pero esos procesos te han permitido, también, disfrutar de montones de bendiciones que, hoy, no quisieras dejar de disfrutar.  Cuando abrazas la incertidumbre, abrazas todo aquello que Dios te presenta, en tu camino hacia un cierto lugar.

Hay varias cosas que los momentos inciertos traen a nuestra vida.  En primer lugar, la incertidumbre es señal de una nueva temporada.  La incertidumbre siempre está al comienzo de algo; y, cuando se acaba una incertidumbre, comienza una nueva, porque siempre los momentos nuevos traen incertidumbre.  Un nuevo comienzo es el comienzo de una nueva etapa de incertidumbre.  Así que, si estás viviendo incertidumbre en alguna área de tu vida, esto lo que te demuestra es que hay una oportunidad para una nueva temporada.  Cuando estás en cierto lugar en el que no pensaste que estarías, en ese lugar, tú tienes la oportunidad de reescribir tu historia, de decidir para dónde vas, de permitirle a Dios que escriba el nuevo libreto.

En segundo lugar, la incertidumbre puede provocar una de dos: Ansiedad, o creatividad.  Tú escoges.  Si permites que llegue la duda, hay ansiedad; si permites que llegue la curiosidad, hay creatividad.  Ante la incertidumbre, cambia la ansiedad de qué será de ti en el mañana, por la curiosidad de cómo Dios te va a sorprender en el día de mañana.  Deja de vivir queriendo saber cosas que, en su momento, sabrás.  El Dios al que tú le sirves es el que está escribiendo la historia de tu vida, y él sabe dónde tú estás y para dónde tú vas.

Lo que hace tu historia interesante es vivir con la expectativa de cómo Dios va a sacarte del problema en que estás, cómo va a multiplicar el aceite y la harina en tu vida de manera que no escasearán, cómo va a multiplicar tus panes y tus peces, cómo va a hacer que pagues los impuestos con una pesca, cómo te va a bendecir, y cómo bendecirá a otros a través de tu vida.

Tú puedes decidir levantarte todos los días con ansiedad, pensando qué será del mañana, o puedes levantarte todos los días con curiosidad, diciendo: Señor, sorpréndeme.  Esto, no solamente con una bendición para ti, sino que te sorprenda convirtiéndote en bendición para alguien, llevándote a un cierto lugar, a un lugar donde jamás pensaste que estarías, sabiendo que fue una cita coordinada por Dios.

En tercer lugar, cada lugar inesperado, te da la oportunidad de conocer a Dios como nunca antes le habías conocido.  Pasa como en una relación de pareja; tú no conoces verdaderamente a tu pareja, hasta que te encuentras en ciertas situaciones particulares; tienen que darse las circunstancias, para que entonces conozcas.  Así mismo es Dios; nunca vas a conocer todo lo de Dios, más allá de las experiencias que tú hayas tenido con él, y estas experiencias son siempre de acuerdo a las circunstancias de tu vida, en las que permites que Dios obre.  Pedro nunca hubiera conocido al Jesús que camina sobre las aguas, si no hubiera vivido una tormenta; nunca hubiera conocido al Dios que paga los impuestos, si no le hubieran cobrado el impuesto injusto; nunca hubiera conocido al Dios que multiplica los panes y los peces, si no hubiera habido necesidad.  Cada momento difícil que Pedro enfrentó, le mostró una cara de Dios que nunca había visto.

¿En qué lugar te encuentras hoy?  Mientras te preocupes más por el lugar en que estás, no descubrirás para dónde vas.  Y, mientras te preocupe para dónde vas, siempre te quedarás donde estás, porque tu mente está limitada.  Tú tienes que creer en el Dios que sabe dónde estás y para dónde tú vas, y tienes que creer que él está en tu hoy y en tu mañana.

Vive una vida de fe, una vida de seguridad, a pesar de la incertidumbre.  Vive sabiendo que esa incertidumbre que estás viviendo, ya sea en tu trabajo o en tu empresa o en cualquier área de tu vida, lo que te da es la oportunidad de un nuevo comienzo.  Deja la ansiedad; vive con curiosidad, a la expectativa de lo que Dios va hacer contigo.  Dios te va a llevar a un cierto lugar, los cielos se van a abrir, vas a ver cosas que no puedes ver en donde estás hoy, y conocerás a Dios como nunca antes.  Dios quiere mostrarse como tu proveedor, tu sanador, tu protector, tu Dios Todopoderoso.

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Martes, 26 de Abril de 2016

Código del Programa: SI-01B