01 Apr Prepárate para la Fiesta

“Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: 2 Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año.”  Éxodo 12:1-2  

Dios dice: Vamos a marcar un antes y un después.  Aquella temporada sería una de un nuevo comienzo, la celebrarían de manera que la recordaran como un nuevo punto de partida; aquel sería el primero de los meses.  Por lo tanto, el pueblo judío no corría bajo el calendario secular, el calendario normal.  Las promesas de Dios no se manifiestan bajo el calendario regular, sino que tú tienes una agenda diferente.  Tu vida comienza cuando Dios dice que comienza, y termina cuando Dios dice que termina.  Dios te da un nuevo comienzo cuando Él lo declara, cuando te da la oportunidad de tomar una nueva decisión para seguir hacia adelante.  

Esto que ha estado ocurriendo no va a ser el final de tu vida, sino el comienzo de una nueva temporada, de una nueva época.  Mientras celebramos la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, tenemos que también celebrar ese comienzo en nuestras vidas.  

“3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. 4 Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. 5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. 6 Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. 7 Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.”  Éxodo 12:3-7  

Dios da instrucciones de cómo cocinar la comida, cómo comer la comida, cómo vestirse.  

“14 Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.”  Éxodo 12:14  

¿Recordaremos el coronavirus por el resto de nuestros días?  Muy probablemente.  La pregunta es qué clase de memoria es la que tú vas a tener.  Recordaremos el encierro, las transmisiones a través de las redes sociales, las reuniones por Zoom; la pregunta es cuáles son las memorias que tú vas a establecer para un futuro.  

Dios les explica cómo van a celebrar la fiesta; les da dos instrucciones: qué hacer para celebrar en el presente, y cómo van a celebrar aquella fiesta solemne en el futuro.  El mensaje para ti hoy es que, un día, próximamente, tú vas a celebrar una fiesta y debes estar haciendo preparativos no tan solo para el presente, para enfrentar esta dificultad, sino también para hacer fiesta por el resto de tus días.  

Cuando Dios les da instrucciones, les habla de lo que ocurriría aquella noche, pero les dice también que aquel sería solo el comienzo, que sin importar lo que oyeran afuera acerca de lo que ocurría, aquel sería un nuevo comienzo a tal grado que ya Dios tenía instrucciones para la celebración en los años futuros.  

De la misma manera, cuando tú salgas de esta situación, todos los años tendrás que celebrar una gran fiesta por lo que Dios ha hecho.  Juntos celebraremos la victoria de que saldremos.  No será un servicio más, sino una celebración de que Dios nos sacó, y todos los años celebraremos el día que Dios nos sacó.  

Cuando Dios da instrucciones al pueblo es para que estén cuidados, seguros, para que se guarden; pero también les dice: Prepárense porque pronto celebrarán fiesta, pronto tendrán algo por qué celebrar.  

Tú también, pronto, tendrás algo por qué celebrar.  

Hoy hay mucha gente triste, preocupada, pero nosotros sabemos que pronto tendremos algo por lo cual celebrar próximamente, en el nombre de Jesús.  

Para poder entrar en esa nueva temporada de la que Dios les estaba hablando, tenían que cuidarse, guardarse; y se guardarían haciendo una cena, comiendo con su familia, encerrándose.  Pero no solo debían encerrarse y ya, porque si se encerraban y no ponían la marca en la puerta de su casa, cuando viniera el problema no estarían protegidos.  

Lo que te protege no es estar encerrado, sino estar seguro de que el Dios Todopoderoso es quien cuida y guarda de ti.  Lo que te protege es que tú tienes una marca sobre tu vida, que es la marca de la sangre del Cordero del Hijo de Dios que te cuida.  Te puedes encerrar, pero si no tienes la marca de esa sangre, no tendrás la protección que necesitas.  

Al encerrarte a cenar con tu familia, comienzas a preparar la celebración de la fiesta que tendrán.  Prepárate para la fiesta.  Mientras estás encerrado, cuidado por la sangre de Cristo, prepárate para la fiesta cuando salgas.  

Dios fue muy específico con el pueblo: Este será el principio; enciérrate por un momento y, mientras estás encerrado, prepárate porque te voy a cuidar, pero vas a tener fiesta por el resto de tu vida.