24 Feb El Evangelio de la Resurrección

Ayudar a alguien y que se quede en el mismo lugar en que se encuentra, hace inefectiva tu ayuda.  Quizás lo que hace es por un momento satisfacer una necesidad temporera, pero necesitamos más que eso; necesitamos cambios, una transformación interna.  Y solo el poder de Dios, el poder del Evangelio, el poder de la salvación es lo que puede cambiar la vida de una persona.  

Dios ha puesto un proyecto en nuestro corazón, camino a Viernes Santo y Domingo de Resurrección; un proyecto que va a cambiar la vida de muchas personas, uno dirigido a que las Buenas Nuevas de salvación, realmente se lleven a cabo de forma correcta y precisa, y detrás de todo eso tiene que venir el poder de Dios, porque esa Palabra y ese Evangelio le pertenecen a Dios.  

Si reconoces que necesitas un cambio, accede unnuevocorazon.com e inscríbete gratis.  Si tienes familiares, amigos por los que quieres que oremos para salvación, envíanos sus nombres, también a través de unnuevocorazon.com.  

En Hechos 3, vemos un momento en que Pedro y Juan van al templo, y se encuentran con una escena conocida para ellos, si asumimos que iban al templo de forma rutinaria.  Se encontraron con el paralítico que sentaban a la puerta de la Hermosa para que pidiera limosnas.  La vida de aquel hombre era pedir y pedir, y quedarse en aquel lugar.  Pedro y Juan llegaron allí y le dijeron: No tengo oro ni plata, mas lo que tengo te doy.  No es que no tuvieran nada, sino que sabían que si le daban dinero, aquel hombre se iba a quedar allí.  Pedro estaba diciendo: Vengo de grandes experiencias con alguien que cambió mi vida, y puede cambiar la tuya para siempre.  Pedro venía de predicar un mensaje tras el cual miles se convirtieron; venía de la experiencia de recibir el Espíritu Santo y revelación de parte del Señor.  Pedro pensó: Sería tonto de mi parte única y exclusivamente darte oro o plata; te voy a dar algo más grande, que va a cambiar tu vida para siempre: Aquí está el poder de Dios.  Y aquel hombre cambió, se levantó de aquel lugar y comenzó a saltar y a alabar a Dios, y la gente quedó asombrada por lo que estaba pasando.  Esto provocó que Pedro pudiera predicar la Palabra, el Evangelio, que pudiera predicar al Cristo resucitado.  Cuando tú entiendes el poder del Evangelio y el poder de resurrección, tu vida cambia para siempre.  

“Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, 2 resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos.”  Hechos 4:1-2  

No tan solo estaban en contra del mensaje de resurrección, estaban en contra de que predicaran que en Jesús los muertos resucitarían.  ¿Por qué alguien se resentiría con ese mensaje?  La resurrección demostraba la incapacidad de la ley, de los sacerdotes, de aquellos que habían crucificado a Jesús, de detenerlo y acabar con su vida.  El sistema siempre quiso regular a Jesús, al punto de que, si no lo lograban, lo mataban.  Los religiosos no tenían problemas con Pablo, hasta que se convirtió; el día que se convirtió se volvió un enemigo de los religiosos.  Porque el día que ya el sistema no puede controlar a alguien, ese día esa persona se vuelve una amenaza.  Y ese día, entre las muchas cosas que pasan, es que llevan a la gente a entender y a tener la consciencia de que no tienen que estar limitados por absolutamente nada, de que no tienen que ser detenidos por nada, de que no tienen que ser paralizados; que no hay nada de lo que el mundo haga, diga o provoque, que te pueda detener, sino que el Dios al que tú sirves, cuando manifiesta su poder de resurrección en tu vida, nada te puede limitar.  Era tanto lo que les molestaba, que pagaron un montón de dinero a soldados para que mintieran y dijeran que los discípulos se habían robado el cuerpo.  Ellos estaban furiosos porque no lo podían controlar.  Cuando una persona recibe el poder de resurrección en su vida, se sale del control mental, del control físico, del control emocional de aquellos que han querido gobernar su vida por tanto tiempo.  Por eso es que tú necesitas oír del Evangelio, de la Palabra, las Buenas Nuevas, por eso es que necesitas la salvación de tu vida, necesitas hoy entregarle tu vida al Señor, por eso es que tú necesitas hoy enfrentar la realidad del Evangelio de Cristo, necesitas entender la realidad de quién es él para ti y por qué murió por ti en la cruz del Calvario.  Necesitas todo eso para que salgas de la opresión, de la esclavitud, de esa dimensión, de esa atadura que has tenido por tanto tiempo y puedas experimentar la libertad que solo se puede disfrutar en Cristo.  Es maravilloso cuando una persona entiende esto.  

La gente se resentía.  A la gente no le molesta que hablemos de salvación, pero no podemos hablar de salvación sin hablar del poder de resurrección, y no tan solo la resurrección eterna en el más allá, sino mostrarte cómo esa resurrección cambia tu vida hoy, cómo pasas de muerte a vida.  Cuando una persona pasa de muerte a vida y lo entiende, lo comprende, comprende quién es Cristo, comprende por qué decimos que estaba muerto en pecado y entiende lo que eso representa y disfruta de esa libertad que solo Dios le puede dar, su vida es transformada y nunca más vuelve a estar atado o paralizado, detenido por el mundo, sino que es realmente renovado por el poder de Dios.  

Cuando tú le entregas tu vida a Cristo, tu vida cambia para siempre.  Los que predicamos el Evangelio, decimos como Pablo: Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.  (Romanos 1:16-17)  Una persona que conoce el Evangelio, comienza a caminar por fe, a vivir una vida sin límites en el presente y en el futuro, comienza a experimentar la libertad del corazón.  Tiene que haber un día que tú digas: Yo voy a recibir la transformación de mi vida, no voy a ser como el paralítico de Betesda al principio, que solo era llevado al templo a mendigar una ayuda para pasar una semana más, a subsistir unos días más.  Aspira al poder de resurrección en tu vida, para que tus pies tomen firmeza, para que tú te puedas parar firme y alabar a Dios y que tú puedas ser un testimonio para que el mundo entienda que el poder de resurrección rompe toda limitación del pecado, de la muerte.  El poder de resurrección dice que la muerte no va a terminar contigo, sino que es solo un punto de transición para esa nueva vida que Dios tiene para ti en la eternidad.  Estamos en una campaña, precisamente porque entendemos que esa resurrección lo primero que hace es darte un nuevo corazón, una nueva vida, un nuevo comienzo, y empieza en tu corazón, que Dios comienza a moldear y comienzas a aspirar a cosas que antes no aspirabas.  Queremos ser parte de tu nueva vida, queremos servirte durante esa temporada.  Queremos orar por ti para que ese poder de resurrección se manifieste en tu vida, que puedas verlo.  Accede unnuevocorazon.com e inscríbete, quiero orar por ti y por los tuyos.