08 Sep Concéntrate

“11 ¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!”  Deuteronomio 1:11  

Hay momentos en que tienes que creer que Dios va a hacer algo a tu favor.  Tus decisiones tienen un impacto directo e inmediato en tus resultados económicos.  Las deudas no te llegan de la nada; tú las tomas, en ocasiones, sin ser lo debido.   Puede que tengas trabajo, pero si no administras bien tus recursos, tendrás problemas económicos.  Si no trabajas como deberías, pudieras perder tu trabajo, cayendo en inestabilidad económica, teniendo un tiempo de presión, de tristeza, de ansiedad; todo esto, por causa de tus decisiones.  

Hay otro aspecto que es el de la fe del cristiano.  Tú puedes creerle a Dios por una intervención divina.  Tú puedes poner tu fe en que Dios haga algo a tu favor.  Él no está obligado, pero tú puedes creer que Él va a traer liberación a tu vida y que, de alguna u otra manera, Él hará un milagro a tu favor.  El desbalance de esta creencia es poner toda tu concentración o tus energías en esperar que Dios haga algo milagroso por ti, tomando malas decisiones.  O sea, sigues malgastando, pero oras para que Dios te libere de las deudas.  Eso es una contradicción; tiene que haber un balance.  

Definitivamente, Dios es un Dios de milagros, y también en el área económica puede hacer un milagro a tu favor; así que mantente enfocado en las cosas que tienes que hacer, aprende cómo administrar correctamente, aprende mayordomía para mantenerte en el orden divino y correcto, para que Dios haga algo a tu favor.  

En Éxodo 12, vemos las instrucciones que Dios da a Moisés para que diera al pueblo acerca de cómo celebrar la Pascua.  En el momento que Dios iba a liberar al pueblo de Israel de Egipto, los manda a sentarse en una mesa y compartir con su familia.  ¿Qué tiene que ver esto con tu libertad económica?  Cuando Dios iba a libertar al pueblo, era de una nación que les tenía esclavizada.  Dios quería que el pueblo saliera para adorarle, primero en el desierto, y luego en la tierra prometida.  Esto es tipo o representativo de lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz del Calvario.  El milagro más grande es el de la resurrección, el de la redención.  Él es el Cordero de la Pascua, es su sangre la del dintel de la puerta.  Pero apliquemos por un momento ese principio en nuestra vida hoy.  En el momento donde nosotros vamos a tener fe y expectativa de que Dios va a hacer algo por tu libertad económica, lo que Él pide es: Enciérrate en tu casa con tu familia y coman esto.  Y Él se encargaría del resto de la obra; Él les libertaría prontamente.  

Dios te puede libertar de la opresión económica, Él puede hacer milagros en tu vida, traer provisión sobrenatural.  Pero ¿dónde la gente falla?  En tiempos de grandes presiones, opresiones y crisis económicas, la gente se desconcentra de las cosas que puede hacer, y no dan prioridad a las cosas necesarias, aquellas de las que tienen autoridad.  Dios no le estaba pidiendo al pueblo que peleara contra Faraón para ellos salir; Dios les dice: De esa parte me encargo yo; encárguense de encerrarse en sus casas con sus familias, de comer la comida correcta, de celebrarme a mí la Pascua.  

En los momentos de crisis económica, uno de los errores más grandes que la gente comete es desconcentrarse y descuidar todas las áreas de su vida.  Tú no puedes descuidar tu familia, tu salud ni tu relación con Dios.  ¿De qué te serviría que Dios te libere, pero que tu familia o tu salud se hayan destruido?  Imagina que termina la pandemia y que llega una oportunidad económica, pero has perdido tu salud, tu familia.  

Dios le estaba diciendo al pueblo: Concéntrate en lo que puedes hacer ahora; reúnanse en familia, coman de esta manera y olviden lo demás; yo me voy a encargar de liberarlos.  Hay momentos en que, respecto a las finanzas, hemos hecho ya lo que teníamos que hacer, y ahora lo que tenemos es que creer que Dios es quien va a traer libertad a nuestra vida.  Pero ese estrés, esa ansiedad, no se pueden transferir en descuido de las demás áreas de tu vida que son importantes y en las que te tienes que concentrar.  

Dios quiere traer libertad económica sobre tu vida.  Puede tomar algún tiempo.  Todos vivimos tiempos altos y bajos de tiempo en tiempo; la diferencia es cómo reaccionamos.  Muchas de las consecuencias negativas en las finanzas es por errores que cometemos a diario; por el poco trabajo, o el mal trabajo, la mala administración económica, la falta de dádiva.  También hay un contexto cultural, momentos de mala economía a nivel de país que nos afectan.  ¿Qué hacemos en estos tiempos?  Toma responsabilidad.  Haz acciones correctivas bajo la palabra de Dios, para encaminar tus finanzas de acuerdo a lo que Dios quiere que tú hagas.  Luego, confía en que Dios puede hacer un milagro.  Dios te puede sorprender.  Te tienes que concentrar en aquello que sí tienes que hacer en este momento.  Si descuidas las demás áreas, cuando Dios traiga libertad a tu vida, no será de gran beneficio porque se habrán afectado esas otras áreas por no haber confiado en el Señor.  

Los que creemos en mil veces más, los que creemos que Dios nos quiere prosperar, corregimos nuestras actitudes económicas y nos guiamos por la palabra del Señor.  No tomamos deudas que no tengamos que tomar, no salimos por fiadores de nadie -como dice el libro de Proverbios – ahorramos, trabajamos, honramos a Dios, ayudamos al necesitado; hacemos las cosas como Dios dice; no en perfección, pero sí en obediencia.  Creemos en Dios, creemos que Él puede traer libertad a nuestras vidas.  Pero en los momentos de estrés donde dependemos de lo que Dios vaya a hacer, tenemos que aprender a concentrarnos en lo que podemos hacer.  

Concéntrate en las cosas que Dios pidió al pueblo que se concentrara: En tener una relación con Él, confiar en Él mientras Él se encarga de protegerles; en cuidar de tu familia; y en cuidar lo que comes.  En los momentos de estrés económicos, muchos descuidan estas cosas.  Cuida tu relación con Dios, confía en Él; cuida tu familia, y cuida tu salud.  ¿De qué te serviría que Dios te prospere, y que todas estas áreas estuvieran descuidadas?