08 May Amigo de Publicanos

“¹⁹ Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.”  Mateo 11:19  

Es curioso que en su manera de juzgar a Jesús llamándole amigo de pecadores, mencionaban aparte a los publicanos.  ¿Acaso pecan de manera diferente, como para sacarlos aparte del resto de los pecadores?  ¿Eran más pecadores los publicanos?  ¿Por qué la distinción y por qué incluirlos pero de manera separada? 

Dos personas tuvieron una experiencia con Jesús, que nos muestran lo que pasa en la vida de una persona, cuando otra persona se muestra su amigo. 

“¹³ Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. ¹⁴ Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.”  Marcos 2:13-14 

Este Leví es Mateo.  Jesús pasa por Hacienda, y ve a uno de los empleados y le dice: Sígueme.  Jesús va hasta ese lugar juzgado, para llamar a un hombre. 

“¹⁵ Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido. ¹⁶ Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? ¹⁷ Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.”  Marcos 2:15-17 

Un amigo de pecadores está muy consciente a quién tiene que ir a llamar.  Mira el extremo al que llega Jesús, que no tuvo ningún problema en que un hombre que era juzgado por otros formara parte de su equipo.  Lo publicanos estaban encargados de pagar los impuestos a Roma.  Roma establecía la cantidad de dinero que quería en ese año como contribución, el publicano lo pagaba de su dinero y se encargaba de cobrárselo al pueblo con intereses.  Los publicanos promovían el desarrollo de la ciudad, creaban empresas porque, por supuesto, querían que tributaran porque ellos lo cobrarían con intereses.  Así que, los publicanos eran vistos como más pecadores todavía que otros.  Había un tributo en particular que constituía un insulto para Dios, el impuesto a la propiedad.  El pueblo creía que todo lo que tenían se los había dado Dios, así que se estaban metiendo con la propiedad de Dios.  Es por esto que, al hablar de pecadores, los mencionan como clase aparte.  Pero Jesús se sale de su camino e incluye a un publicano en su equipo. 

Cuando un amigo de pecador se muestra de esa forma, es para meter a alguien en su propósito divino.  No hay nada que tú estés viviendo hoy, que te excluya de tú experimentar el propósito divino en tu vida.  No importa lo que esté pasando, lo que Dios dijo se tiene que cumplir en tu vida. 

“Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. ² Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, ³ procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.”  Lucas 19:1-3 

Elementos naturales querían impedir a Zaqueo de alcanzar lo que él sintió en su corazón: Ver a Jesús.  Zaqueo tuvo la necesidad de conocer a Aquel que era más grande que él: Jesús.  El comienzo de todo es querer ver.  El quería ver a Jesús y tomó una acción; no permitió que las circunstancias naturales lo detuvieran; Zaqueo se subió a un árbol.  El tomar aquella acción lo puso en un lugar alto.  Tú estás diseñado para siempre apelar a algo más grande, y ese algo más grande proviene de Dios.  Lo que pasa es que muchos no lo conocen.  Gente se te ha acercado para pedirte oración; ese fue el instante en que dijeron: Yo quiero ver a Jesús.  Ese día se treparon al árbol.  Zaqueo tuvo un instante de buscar lo alto por encontrarse con Jesús. 

“⁵ Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. ⁶ Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.”  Lucas 19:5-6 

Zaqueo baja, pero ahora baja gozoso.  ¿Por qué?  Porque había un amigo de pecadores que le dijo: Experimentaste un lugar algo, y ahora vas a lo bajo, pero cuando vuelvas a lo bajo, ya no estarás solo.  Ahora Jesús caminaría con él. 

Te tienes que mostrar amigo de pecador para alguien.  ¿Cómo?  Inspira su fe, impúlsalo, pero sé realista; en la vida, hay procesos que hay que pasar; en su proceso, di: Yo estoy contigo. 

Ahora los fariseos murmuraban, pero ya no de Zaqueo, sino de Jesús.  Esa es la culpa por asociación.  La murmuración, la carga, ahora la llevaba Jesús.  Aquello fue como decirle Zaqueo: Tú sigue caminando conmigo que, mientras camines conmigo, caminas gozoso.  Que cuando caminen contigo, mostrándote como un amigo de pecadores, la gente camine con gozo.  Con tu acción, les dices: Vas a seguir viviendo lo que estás viviendo un poco más, pero no lo vives solo, sino conmigo, hasta que Dios complete la obra en tu vida.