25 Jun El Cuidado

Nuestros programas y mensajes se enfocan en llevar la predicación, por lo que no tomamos el tiempo para mostrar muchas otras cosas de las que hacemos entre servicios; Entre ellas, la labor social.  Esto es algo que nos apasiona y que hemos hecho a lo largo de estos 25 años que estamos celebrando.  En cada oportunidad que se ha presentado, hemos sembrado en países como Haití, Cuba, Venezuela.  Hoy te mostramos particularmente parte de la ayuda que estuvimos dando luego del huracán. 

Milagrosamente, la cocina de la iglesia fue una de las pocas áreas que sobrevivieron al huracán.  No teníamos energía eléctrica, pero sí teníamos gas.  Pensando qué podíamos hacer para ayudar, el chef de nuestro colegio siguió contratado, y comenzamos a cocinar comida para la gente necesitada.  Todos los días, cientos de personas buscaban almuerzo en nuestro estacionamiento. Repartimos a todo el que se detenía; En total, sobre cincuenta mil almuerzos gratis.  En nuestros primeros servicios, repartimos pan gratis entre nuestra feligresía.  El gobierno de Puerto Rico tenía ciertos lugares preparados como oasis, donde la gente podía cargar su celular, ver televisor, y había juegos de mesa y otros juguetes; Lugares donde la familia completa podía ir y estar tranquilos y seguros; Y nosotros habilitamos un área en nuestras instalaciones para albergar uno de estos oasis. 

A lo largo de todo nuestro ministerio, hemos realizado siempre labor social, y no podíamos dejar de hacerlo durante ese tiempo de necesidad.  Entre otras cosas, adoptamos una égida donde algunos ancianos estaban atrapados en pisos altos sin servicio de elevador, así que nuestros jóvenes iban y les subían la comida y todo lo que necesitaban.  Tuvimos, además, varias noches donde presentamos películas proyectadas en pantalla gigante y bajo las estrellas, proveyendo una opción de sano entretenimiento para toda la familia. 

En estos 25 años, Dios nos ha dado la oportunidad de bendecir a miles de personas, dentro y fuera de Puerto Rico.  Anualmente, hacemos misiones en Honduras, donde tenemos un comedor que alimenta a cientos de niños a diario.  En Cuba, tenemos obra social en combinación con algunos amigos pastores y líderes.  En Puerto Rico, realizamos labor social con los confinados; En una ocasión, no solo llevamos las damas de una institución penal a nuestra iglesia, sino que cuando regresaron, tenían ropa de cama nueva, uniformes nuevos.  Hemos vaciado cárceles completas; La logística que esto supone es algo que no todos entienden; Hay gangas que no se pueden juntar unas con otras, y nosotros las hemos sentado una al lado de otra en nuestro santuario.  Hay, también, un grupo que va semanalmente a los hospitales, proveyendo comida a gente necesitada.  A través de nuestra escuela, todos los años sembramos cientos de miles de dólares en becas a estudiantes de familias de pocos recursos.  No nos vas a ver haciendo alarde de nada de esto porque la recompensa la da el Señor, pero hoy celebramos que a través de la historia, ha habido cientos y miles de personas recipientes de estas ayudas.  Hoy, en Venezuela –país de donde a diario recibimos peticiones de oración, y que está pasando una crisis tan difícil – todas las semanas, cientos de personas tienen alimento diario porque estamos enviando ayuda financiera a un ministerio para que se pueda hacer esta labor.  

Tú puedes ser parte de todo esto que hacemos y que Dios hace a través de nosotros, sembrando hoy tu semilla en este terreno fértil.