30 Oct Prospera, Aprende y sé Fiel

Varios factores influyen en la libertad económica; entre ellos, las circunstancias y el aspecto mental y espiritual.  Tú puedes tener circunstancias difíciles, duras, pero en tu mente, tú necesitas transformarlas, tener los pensamientos claros para poder experimentar, eventualmente, la libertad de tus circunstancias.  La viuda de Sarepta, en su circunstancia, no cambió inmediatamente, sino hasta que su pensamiento cambió.  Hay varios pensamientos que tú tienes que tener para que puedas comenzar a ver esto de forma correcta.  En primer lugar, tienes que entender que Dios quiere que tú abundes, que prosperes, que tengas para toda liberalidad, que puedas aumentar. 

“¹⁰ En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. ¹¹ No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. ¹² Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. ¹³ Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”  Filipenses 4:10-13 

En Filipenses 4, Pablo dice, en otras palabras, que el corazón de los filipenses quería dar, pero las circunstancias no se lo permitían.  Tenemos una vez más dos niveles: El espiritual, mental o emocional, y el de las circunstancias.  Si algo te ayuda a ti a cambiar tus circunstancias es cuando, en el nivel espiritual, mental, tú aprendes.  Aprende a aprender.  El problema de muchos cristianos es que nunca dedican tiempo a aprender nada; no buscan aprender de sus circunstancias, de sus errores.  Muchos, en lugar de aprender de los errores y circunstancias, se encierran y no aprenden a manejar su situación, a vivir en el nivel en que están.  Cuando tú no aprendes a vivir en la escasez, y no aprendes las lecciones de la escasez, de los problemas, de las dificultades, no sales de ahí.  Al mismo tiempo, cuando no aprendes las lecciones de las riquezas y la abundancia, eventualmente la pierdes, no las disfrutas.  Hay quienes tienen mucho, pero no han aprendido a vivir en esa abundancia; porque para tener mucho hay que aprender; hay que aprender a trabajar a otros niveles, a vivir de otra manera, a hablar y caminar en otras dimensiones. 

Para tú poder ser responsable económicamente, tanto con tus ingresos como con tus gastos, no importa las circunstancias en que estés, es vital entender que tienes que aprender.  ¿Qué te hace falta aprender?  ¿Qué tienes que aprender de tus errores pasados?  ¿Qué tienes que aprender de las circunstancias en que estás; de tu nuevo círculo de amistades?  El mismo Jesús dijo que los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz.  Así que, si tú quieres que un día tus circunstancias cambien, tienes que aprender. 

“²³ Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”  Mateo 25:23 

La fidelidad en lo poco te promete multiplicación, aumento y gozo, disfrute.  Pero uno de los problemas es que la gente no entiende es que hay principios y leyes que Dios ha establecido para que manejemos tanto los ingresos como los gastos.  Hay formas en que Dios quiere que ingreses dinero y formas en que no; y hay formas en que Dios quiere que gastes y otras en que no.  Si no entiendes esto, no podrás prosperar. 

¿Dónde está el principio de la fidelidad?  La fidelidad, el ser fiel, el tener responsabilidad en lo poco que tengas, es lo que va a traer promoción y aumento en tu vida.  La gente menosprecia lo poco que tiene.  Hay quien piensa que la ofrenda que tiene para dar es poca, pero no se trata de que sea poca, se trata de si tú eres fiel.  Si tú piensas que la ofrenda es poca, en tu mente ya estás menospreciando, y Dios no está viendo lo poco de la ofrenda, sino lo fiel en lo poco.  Cuando tú vas a hacer algo para Dios, tu fe no puede estar puesta en la cantidad que estás dando, sino en que estás siéndole fiel a Dios, y tu gozo debe ser que le eres fiel a Dios con lo poco.  No es que te martirices por los gastos que vayas a tener, pero la manera en que gastas demuestra si eres fiel con lo que estás recibiendo.  Dice Proverbios que en la casa del necio hay despilfarro; pero el despilfarro no está solamente en la casa de los ricos, porque despilfarro no es cuánto tú botas, sino cuánto te sobra y si has cumplido con todas las cosas que tienes que cumplir.  Hay pobres que despilfarran en cerveza; tienen poco, y lo botan; así que despilfarro no es el rico solamente, sino todo aquel que no es fiel y no usa para algo digno lo poco que tiene. 

Cuando tú demuestras fidelidad en lo poco, Dios te promueve; trae alegría a tu vida, bendición, aumento, incremento, progreso.  ¿Cómo tú muestras fidelidad en lo poco?  Mirando tus gastos, mirando dónde gastas tu dinero, viendo los excesos que has comprado, viendo tus hábitos de consumo.  Para ser fiel en todo lo que haces, tienes que revisar tu vida de tiempo en tiempo.  Cuando haces esto, tu vida comienza a cambiar. 

Dios quiere que tú abundes, quiere darte para que tú puedas dar más.  Aprende en toda circunstancia, y sé fiel.  Si eres fiel en lo poco, Dios te pone en lo mucho.