21 Sep Tu Dios de Paz

“¹⁵ Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. ¹⁶ Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre. ¹⁷ Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo. ¹⁸ Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas. ¹⁹ Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina. ²⁰ Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así. ²¹ Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista. ²² Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara. ²³ Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás. ²⁴ Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom;^[a] el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.”  Jueces 6:15-24 

Gedeón le pide varias señales a Dios; tenía miedo, y es normal.  Tenía temor, baja autoestima; 7 años siendo oprimido, sembrando para perderlo todo, encerrado con pensamientos negativos.  Cuando oye la palabra de parte de Dios: ¿No te envío yo?; su reacción es: Muéstrame que tú estás conmigo; te voy a presentar una ofrenda.  Y la primera señal que le muestra el ángel consumir aquella ofrenda.  Gedeón presenta ofrenda, y hace un altar.  Por lo general, se hace un altar para presentar ofrenda, pero Gedeón hizo su ofrenda, para presentar entonces un altar.  Los altares que se hacían en aquel tiempo del Antiguo Testamento era con diferentes propósitos; allí se presentaban ofrendas, pero también se hacían para marcar territorios, para marcar el lugar, para dejar establecida en aquel lugar la experiencia que se había tenido, era para marcar el lugar para las generaciones que vinieran, para que supieran que allí Gedeón tuvo una revelación, que allí recibió una palabra.  A través de todo el Antiguo Testamento, observamos esto.  Abraham hizo un altar a Jehová Jireh.  Cuando el pueblo de Israel iba a cruzar el Jordán, Dios les pide se saquen 12 piedras y las pusieran en el Jordán, y que sacaran otras 12 piedras del Jordán y las pusieran fuera; todo el que viera aquellas piedras, aquel altar en aquel lugar, recordaría que Dios les hizo pasar en seco.  Las piedras del pasado altar, no se iban a ver porque quedarían en medio del Jordán; aquello lo que decía era que allí quedó el pasado.  Mas las que quedaron fuera, esas les recordarían por dónde habían cruzado. 

En esta ocasión, en vez de presentar la ofrenda en el altar, Gedeón la presenta en una piedra, en un lugar.  La puso sobre la peña, y el ángel le da una experiencia, diciéndole: Yo tomo esta ofrenda, Dios está contigo, Dios te envía, Dios te da la victoria.  Gedeón pidió otras demostraciones, pero desde aquel momento todo comenzó a cambiar.  Tu situación económica externa no va a cambiar, hasta que tu parte interna no sea transformada.  Gedeón hace un altar a nombre de Jehová-salom, el Dios de Paz, de prosperidad, la consciencia del carácter de Dios de Paz.  Lo que estaba diciendo Gedeón es: Puedo tener paz, Jehová me da paz. 

Tanto tú como nosotros, hemos vivido tiempos de dificultad, de crisis, en que hemos preguntado: Señor, si tú estás con nosotros, ¿por qué nos pasa esto?  En nuestro caso, luego de luchar para saldar millones de dólares en deudas, pasó el huracán María sobre nuestra Isla, hace 1 año atrás, y destruyó nuestro edificio; es como volver a empezar desde cero.  Probablemente, tú has visto el progreso del ministerio a través de Enlace.  Veías nuestro templo, y ahora puedes ver nuestro nuevo lugar de reunión, un lugar de transición. En momentos, hemos pensado como Gedeón; pero hemos entendido lo que entendió Gedeón.  En primer lugar, vamos con nuestras fuerzas, pero enviados por Dios.  En segundo lugar, tenemos que presentar ofrenda delante de Dios; necesitamos que Dios acepte nuestra ofrenda.  Tenemos que presentarnos ante Él con una ofrenda, sellando esa palabra de que Él nos envía y va con nosotros.  Solo entonces podemos levantar un altar donde podamos decir: Tenemos paz. 

Queremos orar por ti que llevas años sin tener paz.  Dios le da instrucciones locas a Gedeón, y él tiene que obedecer a Dios; pero con 300 personas, Dios le da la victoria sobre sus enemigos, los prospera y los liberta.  Pero nada de eso no podía ocurrir, si no había un altar al Jehová-salom, al Dios de Paz.  Tenía que haber ese momento en la vida de Gedeón donde él dijera: Todavía no soy libre, pero tengo paz.  Y, cuando tú levantas un altar, tienes una experiencia con Dios, paz llega a tu vida, y entonces puedes comenzar a verte en el proceso a través del cual Dios te va a dar la libertad que tanto tú estás esperando.  Levanta un altar a Dios hoy, presenta tu ofrenda, y créele a Dios; su bendición vendrá sobre tu vida, tú vas a salir de esa dificultad.  Creemos contigo que viene un tiempo de libertad económica para tu vida.