17 Jun Viviendo una Vida 3:20: Fe que Rompe los Límites
En la vida espiritual, muchas veces limitamos nuestras oraciones al nivel de lo que creemos merecer o podemos alcanzar por nuestras propias fuerzas. Sin embargo, la verdadera fe no se basa en nuestras capacidades, sino en el poder ilimitado de Dios. No pedimos de acuerdo a nuestras posibilidades, sino a Su generosidad infinita. Él no solo quiere bendecirnos, sino que desea hacerlo conforme a Su gloria y propósito eterno. La clave está en pedir creyendo que Él puede hacer más de lo que imaginamos.
Efesios 3:20 nos recuerda esta verdad poderosa: Dios es capaz de hacer “mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”. Esta promesa debe renovar nuestra manera de orar y vivir. No estamos llamados a vivir con mentalidad de escasez, sino con expectativa de abundancia, no solo material, sino en paz, propósito, amor, esperanza y victoria. A veces olvidamos que el Dios que nos llamó es el mismo que abre caminos en el desierto.
He comenzado a orar por una iglesia que no solo lea esta promesa, sino que la viva. Una iglesia que crea que Dios puede sanar aún cuando el diagnóstico médico es terminal. Una comunidad que confíe en la provisión divina aun cuando las finanzas estén en rojo. Porque vivir una vida 3:20 es caminar sabiendo que Dios no necesita condiciones favorables para obrar. Él es el Dios de lo imposible.
También he orado por una iglesia que crea que Dios puede escribir nuevas historias de amor, incluso en medio de la soledad y el dolor. Que crea que puede restaurar corazones rotos y convertirlos en obras maestras. Porque Dios no descarta los fragmentos de nuestra vida; Él los transforma en piezas clave de Su propósito. Cada lágrima y cada espera tiene sentido en Sus manos.
Finalmente, le he pedido a Dios una iglesia que no tema al futuro, por más incierto que parezca. Porque cuando Dios abre puertas, ningún obstáculo puede cerrarlas. Él tiene las llaves del destino, y aunque hoy veas candados de imposibilidad, Él puede hacer que lo cerrado se abra de par en par. Vivir una vida 3:20 es vivir con la certeza de que el poder de Dios actúa ahora mismo en ti, y lo que viene será mucho más abundante de lo que jamás soñaste.
El mensaje completo está disponible acá.
No Comments