09 May  Preocuparte no te hace responsable. La mentira que te está robando la paz.

Existe una mentira sutil que se ha infiltrado en la iglesia moderna: la idea de que la preocupación es una medida de responsabilidad. La vemos en el padre que no puede dormir cuando su hijo sale, en el empresario que vive ansioso por su negocio, en el pastor que carga el peso de cada alma en su congregación.

Pero la Palabra de Dios presenta una verdad revolucionaria: la preocupación no es una virtud, es una distorsión de nuestra comprensión del cuidado divino. Cuando Pablo escribe “por nada estéis afanosos”, no está promoviendo la irresponsabilidad; está revelando un principio del Reino que desafía nuestra lógica humana.

En nuestra era de hiperconexión, crisis globales, nacionales y personales convergen en tiempo real, hemos confundido la vigilancia con la ansiedad, el cuidado con la preocupación, la responsabilidad con el afán. Pero aquí está la revelación transformadora: tu preocupación no añade un solo codo a tu estatura, ni un solo momento a tu vida. La verdadera responsabilidad fluye de una comprensión profunda de la soberanía de Dios, no de un intento humano de controlar lo incontrolable.

En el mensaje completo, descubrirás cómo el Espíritu Santo actúa como el termostato divino de tus emociones, regulando la diferencia entre el cuidado piadoso y la preocupación carnal. Aprenderás los cuatro niveles de paz que Dios ha diseñado para tu vida y cómo cada uno se relaciona con tu llamado a ser mayordomo fiel sin caer en la trampa del afán.

Esta no es una invitación a la pasividad espiritual; es un llamado a una mayordomía más profunda, fundamentada en la paz que sobrepasa todo entendimiento. Es un mensaje que transformará tu comprensión de lo que significa ser verdaderamente responsable ante Dios.

El mensaje completo está disponible acá. Haz click en el enlace en la descripción para descubrir cómo puedes ser diligente sin estar ansioso, cuidadoso sin estar preocupado, y responsable sin perder tu paz.