20 Dec ¿Dónde está mi relación?
La relación que tenemos con el Padre se fundamenta en pactos. Sin embargo, es nuestro deber reflexionar sobre dónde está nuestra relación con Él y qué estamos haciendo para que ese pacto sea más que un contrato, para que sea una ceremonia de vida y compromiso.
Hoy exploraremos la diferencia entre un contrato y un pacto, algo esencial que siempre debemos tener presente al vivir nuestra relación con el Padre.
Es importante hacernos esta pregunta: ¿Dónde está mi relación con Dios?
Leamos lo que dice Mateo, capítulo 26, para que entiendas este punto. Mateo, capítulo 26, del verso 26 al 28 dice: “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: ‘Tomad, comed; esto es mi cuerpo’. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio diciendo: ‘Bebed de ella todos, porque esto es mi sangre del nuevo pacto’”.
Jesús dijo: “Fíjate que él dijo: ‘Coman del pan’, cierto, pero fíjate que no le añadió la palabra ‘pacto’ a comer del pan. Pero cuando fue a hablar de la sangre, él le añadió un adjetivo: ‘Esta es mi sangre del nuevo pacto’. Esta es mi sangre del nuevo pacto”. Lo que yo voy a hacer en la cruz del Calvario es un derramamiento de sangre para cumplir con un pacto, para sellar un pacto contigo, para sellar un pacto con la humanidad. Eso es lo que hace que algo sea más que un contrato, que sea un pacto, que tenga esas ceremonias, que tenga esas señales.
¿Qué otras diferencias hay entre un pacto y un contrato? Oiga bien, cuando nosotros miramos, primero tenemos que ver que un contrato y un pacto son bien diferentes, porque en el pacto existe una verdadera relación. El contrato es algo frío y, no se sienta mal aquí ningún vendedor de carro ni de bienes raíces, pero la realidad es que cuando tú haces una transacción de venta, es una transacción de venta. Tú no necesariamente vas a tener una relación con esa persona por el resto de la vida. No es lo mismo la pareja que va a vivir dentro de esa casa o que va a usar ese carro. Es diferente cuando tú haces un contrato con un cliente, cuando tú haces un contrato de negocios; es algo más frío.
Es bien triste cuando uno entra en relación con alguien pensando que está entrando en una relación de amigos o en una relación que sí tengo que formalizar, pero que trasciende un contrato. Hace un par de años atrás, alguien que yo consideraba mi amigo, éramos como hermanos en la fe, me hizo una jugada que me costó $5,000. Cuando yo voy y le digo: “¿Tú sabías que esto me iba a pasar? ¿Te aprovechaste de la ignorancia de mi empleado y sabías que esto iba a ocurrir?”, él, un cristiano, me dijo: “Business is business”. Negocio es negocio, y yo debí haberlo sabido. Entré con esa persona pensando que tenía una relación diferente a la que él tenía conmigo, y por eso no le importaron las consecuencias de lo que me fuera a pasar.
Dos o tres años antes de eso, me pidieron él y otra persona que los conectara. Esa persona en particular me pidió que los conectara para que pudieran hacer una transacción. ¿Sabes lo que hicieron? Cada uno de ellos, en un momento dado, me dijeron: “Mira, si me conectas, te cobras una comisión”. A los dos por separado les dije: “Yo no voy a cobrar una comisión porque a ti te considero amigo y a él también”.
Entonces, fui donde los dos y los conecté. Eventualmente, no sé si hicieron la transacción o no, pero yo no iba a ganar dinero de una transacción de amigos, así lo consideraba yo. ¿Sabes por qué no iba a ganar dinero en una transacción de amigos? Porque yo no soy realtor, no tengo licencia y de eso no vivo. Si tengo la oportunidad de trabajar con dos amigos, pues bendigo a los dos amigos y no estoy esperando nada.
Si hay algo que yo detesto son los famosos “finder’s fee” que hay en Puerto Rico. Todo el mundo quiere cobrar por presentarte a alguien. ¿Dónde está entonces mi relación contigo? Un contrato es diferente. Cuando es “business”, “business is business”. Con Dios no funciona así. Con Dios esto es una relación. Detrás de un pacto hay una relación, hay un compromiso espiritual, hay un compromiso emocional, hay algo que me lleva a otra dimensión.
Tienen que haber relaciones en nuestra vida como la de Elías y Eliseo, que solo un carro de fuego me separe de ti. ¿Sabes qué? Dios tuvo que arrebatar a Elías porque Eliseo no lo iba a dejar. Eliseo iba a estar ahí, ahí, ahí, dispuesto a dejarlo todo simplemente por seguirlo a él. Hay relaciones en nuestra vida que solo un carro de fuego me tiene que separar, porque mi compromiso es tan grande que cuando doy mi palabra, voy hasta el último momento, no por cumplir meramente el pacto o el contrato, sino porque hay una relación detrás de todo el asunto. La gente todavía en el día de hoy no entiende eso.
¿Qué diferencia hay entre un pacto y un contrato? Muy sencillo. El contrato busca siempre una forma de salirse de él. En el pacto siempre buscamos una forma de permanecer en él. Es bien interesante. Si usted mira los contratos, hermano, los contratos son bien sencillos. Se dividen en dos partes: la parte más pequeña es el acuerdo, el resto del papeleo es qué pasa si tú fallas. Eso es todo.
Tú vas a comprar una casa y el contrato es bien sencillo: la casa tiene tantos pies cuadrados y vale tanto, y me la vas a pagar en 30 años. Eso, ¿en cuántos papeles te toma hacer ese contrato? Un párrafo. ¿Y por qué firmas tantos papeles? Ah, porque están todas las cláusulas: si me fallas el día 15, me tienes que pagar tanto; si me pagas el día X, tienes que tener tal seguro; si no haces esto, vas a fallar; si esto, esto; y si no, vamos a mediación. Y si vamos aquí, para allá, y damos lo otro, y si el papel se daña, lo tienes que rehacer. Cuando vienes a ver, todo el resto del contrato es para definir cómo tú te sales de él.
¿En qué son expertos los abogados? No en hacer el contrato, sino en safarse de ellos. ¿Quieres complicar un asunto para hacer un contrato? Dáselo a un abogado, porque todos van a tener nuevas exclusiones: “Asegúrate de poner eso ahí, asegúrate de poner eso ahí”, porque si falla, porque si aquello. Y óigame bien, ese es el trabajo de ellos, porque han visto la mala fe de mucha gente a través de toda la vida. Los contratos están hechos para ver cómo tú te sales de ellos.
Marttha
Posted at 22:56h, 20 DecemberAmen. Gracias por la palabra
Oswaldo Monier
Posted at 06:47h, 21 DecemberSólo Por Tú Sangre Preciosa Derramada En La Cruz Del Calvario Soy Libre Para Adorarte Y Amarte AMADO SEÑOR JESUCRISTO
AMÉN 🙏🙏🙏