La batalla diaria
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 La batalla diaria


En la sociedad, estamos librando diferentes batallas bastante complicadas que están dañando el ambiente en el que nos desarrollamos, en el que vivimos, y todos tenemos que lidiar con eso.


Quisiera decirte que cuando cambiamos nuestra vida en Cristo, estos problemas desaparecen, pero la verdad no es así; incluso surgen más desafíos. Al transformar nuestra vida, comenzamos a luchar en una batalla diaria contra el pecado.

El ambiente en el que vivimos está tan cargado con todas estas cosas sexuales y paganas, está tan cargado con toda la música, toda la cultura a nuestro alrededor, con todo lo que vemos en la televisión, que todos los que estamos aquí de alguna manera u otra tenemos que lidiar con estos asuntos.

Y yo quiero que tú entiendas que es una falsa promesa el que te diga que desde el día que tú le entregas tu vida al Señor, todo te va a ir bien.

Es más, tu vida se complica cuando tú le entregas tu vida al Señor, porque el día que tú le entregas tu vida al Señor, la batalla más grande va a comenzar en tu vida, y es la batalla para vencer el pecado, y es la lucha de vencer el pecado, de vencer.

Léame bien, si usted no tiene esa lucha en el día de hoy, usted no se ha convertido. Si hoy su lucha es contra él, usted la tiene mal, porque la lucha más grande que usted tiene no es con él.

Él está derrotado de hace 2000 años atrás en la cruz del Calvario. Lo que todavía no ha muerto en esta tierra, ¿sabes qué? Tu carne y la mía. Y esa carne, el pecado de esa carne, fue crucificado en la cruz, pero tú y yo tenemos que usar el poder que nos da la cruz y matar nuestra carne para nosotros tener la victoria y entregarle nuestra carne como sacrificio a Dios. Esa es la verdad. Y esa es la lucha que tenemos que tener. Y esa es la batalla día tras día, día tras día, día tras día, día tras día.

Hoy, cuando usted mira las redes sociales, se promueve el coraje, la rebeldía, el pelear, el hablar mal. Se justifica. Veía a una persona en estos días justificando que para él hacer su punto, él tenía que hablar mal, porque esa es la única manera que este país entiende. Bueno, esa es la única manera que los brutos entienden. La gente inteligente no tenemos que hablar mal para hacer nuestro punto. Es más, tú hablas mal y automáticamente ya no te voy a entender, porque no hay nada que justifique ese tipo de cosas.

Entonces, ¿por qué traigo esto? Porque la batalla diaria que hay es impresionante y todos vamos a estar siendo alimentados una y otra vez, una y otra vez. Esa parte de nuestra carne está siendo alimentada y todos los días hay que sacrificarla, todos los días hay que matarla, todos los días hay que entregarla, todos los días hay que darla a nuestro Padre Celestial. Todos los días tenemos que decir, ¿sabes qué? Leame bien, yo vivo solo para Cristo.

Lo peor de todo es cuando llegamos a un punto donde, sin ninguna justificación racional, que de ahora digo que no hay justificación para ninguna de estas cosas, continuamos pecando sin ningún motivo y sin ninguna razón. Me explico.

Mientras estudiaba, leía algunos escritos de Proudhon y él mencionaba algo que me estuvo muy curioso de una ocasión, una batalla que tuvo Agustín, el grande, uno de los padres de la fe. Agustín, en un momento dado, estudiando la Biblia con un grupo de compañeros, comienza a llorar y le preguntan por qué está llorando. Y verdad, estoy parafraseando la historia, le preguntan por qué está llorando y él dice que se acaba de acordar de un día cuando niño se robó unas peras y él no podía entender cómo él se había robado aquellas peras, literalmente peras, no manzanas, peras.

Él estaba angustiado porque cuando era niño, se robó unas peras y comenzó a sufrir como si hubiera matado a alguien. Y la gente que está a su alrededor dice: Pero, ¿por qué es tu angustia de haberte robado esas peras? Porque hoy tú piensas de esa forma.

Y las personas que están a su alrededor comienzan a decirle: Tú no puedes decir que robarte unas peras cuando niño es lo mismo que adulterar. Tú no puedes decir, que robar comida por necesidad es lo mismo que robarte unas peras. Y entonces él explica: Eso es lo difícil de entender. Y de esta explicación, que es bien importante sin justificar ninguna acción, de alguna manera u otra, usted sabe que muchas de las mujeres que hoy están presas, están presas por una gran necesidad.

Muchas de las mujeres que están presas confinadas en el día de hoy, no la mayoría, no es como los hombres que son por crímenes grandes. Muchas de las mujeres están por crímenes de necesidad. Si usted se fija, usted va a Walgreens, lo que está cerrado con llave es la leche materna. Vaya a los estantes y mírelo, porque de las cosas que más se tratan de robar es la leche de los bebés.

Usted no se roba una leche de los bebés, pero una mamá desesperada que no puede pagarla, si ¿es justificable que una persona que no tiene dinero para comprar una leche de bebé vaya y se robe la leche de bebé? No es justificable, pero cuando yo lo miro y lo analizo, digo: el instinto materno puede más que la razón. Me explico.

Ahora, ¿es justificable que un niño se robe unas peras que no necesita? ¿Es justificable que alguien que realmente no tiene necesidad vaya a una farmacia? ¿Es justificable lo que están haciendo hoy en California, que se meten en las tiendas Louis Vuitton, Gucci y roban todo?

¿Es justificable eso? ¿Hay alguna forma que usted me pueda explicar eso…? Porque, vuelvo y repito, no es justificable que se robe nunca. Pero si yo me siento y miro a una persona que está en una necesidad gigantesca como una mamá, yo me imagino el llanto de un bebé llorar, llorar, llorar, llorar, llorar, llorar porque no tiene comida, que te lleve a la histeria de cometer un error como ese. Pero uno que no tiene eso lo hace por el placer de hacerlo. Y ese es el mayor peligro del pecado, que puede comenzar uno porque uno piensa que lo necesita y no tenía más opción, y después seguir pecando simplemente por el placer de pecar.

3 Comments
  • Mirian Villalta
    Posted at 12:14h, 03 December Reply

    Muchas gracias

  • marttha
    Posted at 20:07h, 03 December Reply

    Amen gracias por la palabra

  • Oswaldo Monier
    Posted at 02:03h, 04 December Reply

    Limpia Mi Mente Y Mi Corazón De Toda Inmundicia Y Pecado Para Servirte Y Adorarte Limpio y Puro AMADO PADRE CELESTIAL
    AMÉN 🙏🙏🙏🙏

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