07 Nov Lo que te hace libre

Lo que te hace verdaderamente libre es tener carácter, porque cuando una persona tiene carácter, el carácter se expresa a pesar de toda la influencia a nuestro alrededor y fuera del control de los demás. A mí me da muchas veces tristeza, aún en la iglesia, porque la gente hoy celebra más los dones que el fruto del Espíritu. La gente celebra más los dones del Espíritu en vez de celebrar el carácter, en vez de celebrar la fibra moral de cada persona a la que nosotros nos exponemos.

Oiga bien, hay tres cosas que yo quiero que marques en tu corazón y que quiero que anotes. Número uno: carácter tiene que ver con tu disciplina moral. El carácter es lo que te ayuda a tener disciplina, autocontrol y dominio propio. El carácter es lo que te ayuda a no ser dirigido por tus emociones.

El carácter es lo que te ayuda a vivir una vida de control y autoridad, donde no eres llevado ni movido por cualquier cosa. Una persona que no tiene carácter es una persona que cualquier persona mueve para cualquier cosa, en cualquier dirección. La persona que tiene carácter es una persona que moralmente puede tener disciplina, no corrompe sus principios, se mantiene sólida y firme.

Carácter tiene que ver con los apegos que tienes. ¿A qué cosas estás apegado? ¿Cuáles son las cosas que realmente te llaman la atención? ¿Qué es lo que mueve realmente tu vida? ¿Cuáles son las cosas que realmente dices que no podrías vivir sin ellas? Yo puedo conocer el carácter de una persona si conozco sus apegos.

Puedes conocer cuáles son sus prioridades, y sabes lo que hay en su corazón cuando entiendes sus prioridades. En otras palabras, cuando eso a lo que ellos están atados no está, ya sabes que su vida va a ser destruida, y que todas sus decisiones van a estar controladas por ese apego en particular.

Número tres: carácter tiene que ver con verdadera autonomía y libertad. Lo que te hace verdaderamente libre es tener carácter, porque cuando una persona tiene carácter, este se expresa a pesar de toda la influencia a nuestro alrededor y fuera del control de los demás. Es ahí cuando eres verdaderamente libre.

Una persona de carácter es una persona que tiene autonomía, que tiene autoridad, que no está controlada por lo que el mundo dice, que no tiene que seguir la corriente del mundo. Libertad no es escoger igual que todo el mundo. Libertad es poder escoger diferente a como el mundo escoge cuando sé que lo que estoy escogiendo es lo correcto. Mi libertad está en ser capaz de no tener que complacer a los demás y vivir una vida dirigida por lo que hay en mi interior, y eso es lo que me hace verdaderamente libre.

Te lo pongo de una forma práctica o sencilla. Es la sensación de cuando vas (o por lo menos yo voy) y no como postre en el restaurante. Salgo y digo: “Te felicito, podías hacerlo y decidiste no hacerlo.

En tu libertad, escogiste tomar control y tener esa autonomía en tu interior”. Por eso es que necesitamos carácter, porque la verdadera expresión de libertad en nuestra vida no es con nuestra personalidad. La gente piensa que lo que te hace libre es tu personalidad, pero no. Eres esclavo de tu personalidad si le das rienda suelta.

Hace varios años le dije a mi esposa algo, y ella me dio una respuesta muy sabia. Le dije: “¿Sabes qué? Quiero pagarle una sesión de consultoría a una persona para que me diga cómo esta persona aguanta. Esta es una figura pública, una dama secular, una figura pública del país”. Le dije: “Yo quiero, y un día estaba tan frustrado por las críticas que recibimos en las redes sociales y demás, que dije: ‘Voy a pagarle una hora de consultoría para que me diga cómo procesa todas las críticas que recibe'”. Mi esposa me dijo: “Si me compras una cartera, te digo”.

No, no me dijo eso, pero casi casi. Me dijo algo muy sabio: “No tienes que pagarle a ella, yo te voy a decir”. Me dijo: “La diferencia entre ella y tú es que cada vez que ella recibe una crítica, puede ir a las redes sociales y responder como quiera. Y la diferencia entre tú y ella es muy sencilla: tú no puedes salir a las redes sociales y decir lo que te da la gana. Por lo tanto, el que tiene que ejercer desde tu libertad autoridad y dominio eres tú”. Y es la verdad.

Dáselo fuerte, es la realidad. Lo interesante es que este grupo de personas, eso es lo que la otra gente celebra, porque su imagen está construida en esa personalidad que representa para el mundo libertad. Cuando la verdadera libertad tú la ejerces sabiendo que puedes hacer algo y decides no hacerlo, porque no es lo correcto hacerlo.