30 Oct Esto es algo del corazón
Yo no necesito pastores a mi lado que tengan tanta teología. La teología la aprendemos poco a poco, día tras día. Yo necesito gente fiel que, si yo pongo un dólar aquí, mañana aparezcan dos. Aprovecha bien tu tiempo, aprovecha cada hora, cada minuto, cada espacio que tienes.
Número tres: definitivamente Dios quiere que tú y yo administremos correctamente nuestros tesoros, las riquezas, lo que Él pone en nuestras manos, lo que Él pone en nuestra vida. Por supuesto, hay personas que piensan que esto es tan solo para la gente que tiene riquezas o que tiene grandes dineros. Pero no es así; es para todos nosotros, todos los que trabajamos, todos los que producimos. Dios pone recursos en nuestras manos, y la Biblia dice que si eres fiel en lo poco, en lo mucho Dios te va a poner. Te acabo de leer un verso bíblico que te dice que, si eres un administrador fiel, Él va a poner en tus manos mayores recompensas.
Él va a traer mejor bendición; Él va a traer mayores cosas para tu vida. Él te va a librar de un montón de problemas y va a poner en tus manos la capacidad de hacer más, de tener más, para que la gloria de Dios se manifieste aquí en esta tierra. Pero tú y yo tenemos que tener ese uso correcto de nuestras finanzas, de nuestro tiempo, de nuestro talento, sabiendo que tienen que honrar a Dios.
En Mateo, capítulo 6, verso 21, dice: “Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Así que esto es cuestión, primero, de corazón. Yo puedo enseñarte administración, pero es primero cuestión de corazón. Yo prefiero a alguien que no sepa tanto, pero que sea fiel y que sea prudente, porque lo que te necesito enseñar te lo enseño poco a poco.
Yo prefiero a alguien de corazón. A veces estamos en las compañías tratando de contratar a los empleados más inteligentes, a la gente con las mayores cualificaciones. Y es mejor contratar a alguien con el corazón correcto que yo le pueda enseñar. Yo no necesito pastores a mi lado que tengan tanta teología.
La teología la aprendemos poco a poco, día tras día. Yo necesito gente fiel que, si yo pongo un dólar aquí, mañana aparezcan dos; gente que no está robando las ovejas, gente que no está tratando de levantar su ministerio, gente que no está tratando de levantar lo que ellos quieren para ellos, gente que no está buscando sacarle dinero a la gente de la iglesia. Pero hermano, eso es algo que usted no puede enseñar; eso es algo que está en el corazón de la persona o no está en el corazón de la persona.
Y Dios necesita primero arreglar el corazón, que si eso va fuerte al Señor. Así que esto es algo del corazón. Y, por supuesto, donde está mi tesoro, allí va a estar mi corazón. Nuestra administración tiene que tener un solo propósito: que en todo lo que yo haga le traiga gloria a Dios.
Yo estoy obsesionado con una frase que no puedo predicar hoy. La prediqué hace dos miércoles atrás. Toda decisión que yo tomo ahora en mi vida la hago pensando en esto: “Esto me ayuda para ser la mejor versión de mí”. He dejado de comer postre. Con eso, este postre no me ayuda para ser la mejor versión de mí.
En serio, no me ayuda. Ayer salí a hacer ejercicio, 4 millas. No quería, pero me pongo a pensar: “Esas 4 millas me ayudan para ser la mejor versión de mí”. Y hoy, todavía no soy la mejor versión de mí. Esa es la manera de honrar a Dios; es la forma de tú trabajar con tus pensamientos, con tu vida.
Esto tiene que ver con todas las áreas. Cuando nosotros miramos para ser un buen administrador de las cosas de Dios, hay varios principios que tenemos que entender. Número uno: tenemos que entender la diferencia entre esos tres. Hay administradores malos. Hay gente que son malos administradores, simplemente malos. No solo no saben, sino que hacen cosas de maldad; les gusta el robo, les gusta la corrupción, son malos.
Hay gente que son buenos administradores, gente que sabe administrar sus finanzas, gente que sabe administrar sus talentos. Pero hay otros que son administradores fieles; es una dimensión diferente. Por darte un ejemplo: los artistas seculares que tú ves son buenos administradores de su talento.
Nadie puede negar que saben usar su talento para hacer dinero y para hacer fama. El que niegue eso es tonto. Muchos lo saben hacer, y muchos prosperan, progresan y aprenden, y se hacen más ricos.
¿Hay algo malo con eso? No. Son buenos administradores, pero no quiere decir que sean fieles. Porque, para ser fiel, considerado fiel y prudente, lo primero que hay que rendir es mi voluntad. Y lo primero que hay que decir para ser un gran administrador es: “No se haga más mi voluntad, sino la tuya”.
Wiliam Antonio Chacon Vargas
Posted at 08:42h, 30 OctoberAmén quiero hacer tu voluntad bendiciones
Rosario A. Palma Reyes
Posted at 09:02h, 30 OctoberGracias , mi estimado Otoniel Dios lo Bendiga mucho , ruego a Dios sus mensajes sigan difundiendose en las redes ybque muchas personas logren un gran encuentro con Dios a traves de la palabra que esta en la biblia se que estoy pasando por problemas muy dificiles pero creo en su palabra y asume mis falencias y solo espero tener el apoyo y misedicordia de Dios , estoy muy abrumada pero confio en lo que Dios quiera para mi vida a pesar de mis circunstancias.
Su mensaje me ayuda a tener esperanza y esperar
Bendiciones
Rosario Palma
Oswaldo Monier
Posted at 10:30h, 30 OctoberEn Mi Vida, Las Decisiones Que Tome: Qué Sea Tú Voluntad No La Mía AMADO PADRE CELESTIAL
AMÉN 🙏🙏🙏🙏
marttha
Posted at 17:32h, 30 OctoberAmen Gloria a Dios
Agase tú voluntad en mi vida no la mía
Liseth Trujillo
Posted at 23:59h, 31 OctoberAmén y amén y yo lo recibo y lo creo en el nombre que es sobre todo nombre poderoso del Stñor Jesús amén y amén🙏🏽🙏🏽🙏🏽