Administra tu cuerpo
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Administra tu cuerpo

Nuestro cuerpo no nos pertenece, es un regalo de Dios y por eso, debemos cuidarlo. 

La administración de nuestro cuerpo es vital para glorificar al Padre. Si no cuidamos nuestra mente y nuestro cuerpo a través del ejercicio, la buena alimentación y cuidados médicos, estamos desaprovechando los recursos que nos ha dado. Honrar a nuestro cuerpo es una manera de honrar a Dios.

¿Cuántos minutos al día tú puedes decir que honran a Dios? Honrar a Dios no es tan solo el que tú pases ese tiempo en oración. Honrar a Dios es ir al gimnasio, honrar a Dios es pasar tiempo con tu familia, honrar a Dios es dedicarte a las cosas que tienes que dedicarte. Es trabajar, es honrar a Dios. Pero el problema es que, si tú estás trabajando donde se supone que tú debes estar trabajando y tu pensamiento está en otro sitio, y estás robándole el tiempo a tu jefe, y cada día estás saliendo 10 minutos antes y estás haciendo las cosas, pues no estás agradando a Dios con ese tiempo.

Dan una alegría. Yo he tratado con un brócoli sonreír, pero nunca he podido. Nunca he podido. Pero hay una alegría que viene de usted comerse un buen helado, un buen postre. Yo creo que si usted no toma postre, usted no almorzó. Usted tiene que terminar con dulce. No hay tal cosa como ir al cine y comer popcorn; solamente tiene que comer las almendras. Eso es… estoy diciendo que hay que cambiarlo.

El punto es que, lamentablemente, me descuidé y llegué a estar muy obeso y hoy tengo las consecuencias. Primeramente, cuando veo las fotos, usted no sabe, le hablo honesto. Cuando veo las fotos de atrás, usted no sabe la vergüenza que me da, no por lo mal que me veo, sino porque yo sé lo mal que hice. Hoy tengo que tomar pastillas para la presión, y digo: “Si yo no tenía que hacer eso, si todo lo que tenía que hacer era controlarme. En vez de irme a comer, lo que tenía que hacer era hacer ejercicio; tenía que administrar mi cuerpo. ¿Por qué no lo hice?”.

Al fin y al cabo, mi cuerpo no es mío; yo se lo entregué a mi esposa. Ella es la que me ha alimentado. Ella siempre me cuida. La realidad es que mi cuerpo no es mío. Mi cuerpo me lo dio Dios y yo soy el responsable de que yo me pare delante de Él y le diga: “He hecho lo mejor”. Pero si cuando voy al médico por consecuencias de mis malas decisiones, yo tengo que meterme en pastillas. Porque no hay nada malo que usted tenga una pastilla por algo genético que le pasó, y demás. ¿Verdad? Vivimos en un cuerpo que es imperfecto, lamentablemente. Pero que seamos responsables nosotros.

¿Cómo me puedo presentar yo delante de Dios y decirle: “Mira, aquí administré mal mi cuerpo”? Sabes, la vida de administrar y de honrar a Dios tiene que ir más allá que simplemente las finanzas. Va con respecto a tu cuerpo. Va con respecto a tu mente. ¿Cómo tú administras tu mente? ¿Cómo tú administras tus pensamientos? ¿Qué es lo que tú tienes metido en la cabeza? ¿Qué es lo que tú tienes metido dentro de ti? ¿Qué es lo que tú miras constantemente? ¿En qué es lo que tú meditas constantemente?

Ponte a pensar. Por supuesto, hay tres áreas en particular en las que nosotros tenemos que ser buenos. Y nadie se moleste conmigo, por favor. No les cambie el rostro. Síganme amándome.

Hay tres áreas muy específicas en la Biblia donde se nos muestra este principio. Número uno: Dios nos pide que seamos mayordomos de nuestros talentos, que no son nuestros, son de Él. De los talentos que Él nos ha dado, de las habilidades que Él nos ha dado. Todos los que estamos aquí tenemos talentos y habilidades que Dios ha puesto en nuestra vida. La pregunta es: ¿qué estás haciendo con ellos? ¿Los estás maximizando? ¿Los estás utilizando para el bien de la gloria de Dios, para el bien del Reino de Dios? ¿Los estás utilizando al máximo potencial?

Primera de Pedro, capítulo 4, verso 10 dice: “Cada uno, según el don que ha recibido, ministre a otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios. Si alguno ministra, ministre conforme al poder de Dios que Dios da, para que en todo sea glorificado por Jesucristo, a quien pertenece la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”.

Si tú tienes un don, úsalo para la gloria de Dios. Si tú tienes un talento, úsalo para la gloria de Dios. Lo segundo que la Biblia dice que tú y yo tenemos que administrar, y lo dice específicamente, es el tiempo. Nuestro tiempo. La manera en que manejamos nuestro tiempo es mentira cuando nosotros decimos que no tenemos tiempo. No, no lo usamos correctamente. No tenemos las prioridades correctas. No sacamos el tiempo correcto para las cosas necesarias y no honramos a Dios con nuestro tiempo.

De las 24 horas al día que tú tienes, ¿cuántas de ellas honran a Dios? ¿Cuántos minutos al día tú puedes decir que honran a Dios? Y honrar a Dios no es tan solo el que tú pases ese tiempo en oración. Honrar a Dios es ir al gimnasio, honrar a Dios es pasar tiempo con tu familia, honrar a Dios es dedicarte a las cosas que tienes que dedicarte, es trabajar. Es honrar a Dios. Pero el problema es que si tú estás trabajando donde se supone que tú estés trabajando y tu pensamiento está en otro sitio, y estás robándole el tiempo a tu jefe, y cada día estás saliendo 10 minutos antes y estás haciendo las cosas, pues no estás agradando a Dios con ese tiempo.

En todo lo que yo haga, en todo momento, en todo tiempo, tiene que adorar a Dios. Tiene que servir a Dios. Mira lo que dice el libro de Efesios, capítulo 5: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.

1 Comment
  • Oswaldo Monier
    Posted at 10:25h, 29 October Reply

    Hazme Saber, Conocer Tú Voluntad Sobre Mi Vida AMADO PADRE CELESTIAL
    AMÉN 🙏🙏

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