22 Nov Cuenta con Dios

Hay gente que siempre son las víctimas en toda situación.

Hay dos tipos de víctimas en la vida: Aquellos que, según ellos, son víctimas por lo que alguien hizo, y aquellos que, según ellos, son víctimas por lo que alguien no hizo. Hay quienes se piensan víctimas porque sus padres fueron muy fuertes con ellos, mientras que otros se piensan víctimas porque sus padres no les atendieron debidamente.

Tú tienes que enfrentar la realidad de que, en esta vida, con la única persona con quien tú siempre puedes contar es Dios.

Por otro lado, hay gente que tratan de resolver los problemas, sin buscar ayuda y sin buscar soluciones. Es imposible resolver un problema así. En algún momento, vas a tener que contar con alguien, solo que, el primero con el que siempre debes contar es con Dios, porque es el único con el que siempre vas a poder contar.

El problema es cuando pretendemos contar con gente, sin contar con Dios primero, porque entonces nos defraudamos, porque hacemos de la gente nuestro Dios, en vez de hacer a Dios nuestro Dios, y dejar que él ponga la gente correcta para que nos ayude en el camino, y para que sepamos quiénes son los que están con nosotros en el camino, y quiénes son los que no están.

Pero, ¿qué es lo que hacemos? Nos encerramos ante las situaciones, ante las dificultades.

Quizás, ante los problemas, has tomado una de estas decisiones: Has tomado la decisión de renunciar, negar el problema, evadir el problema, echarle la culpa a los otros, no buscar ayuda; sin darte cuenta que, aunque es difícil ver este momento de tu vida como una gran oportunidad, nosotros que le servimos a Dios tenemos que estar seguros que todo obra para bien para aquellos que aman a Cristo Jesús.

Dios no te profetiza tu proceso, pero siempre te profetiza tu destino. Seguramente, crees que te hubiese gustado que Dios te hubiera dicho todo lo que te iba a pasar en el camino al destino, pero probablemente no lo hubieras querido recorrer.

Lo que tienes que tener claro en tu mente no es el proceso, porque el proceso no va a acabar contigo, si tú tienes claro el Destino que Dios tiene para ti, y si puedes entender y analizar que lo que estás viviendo hoy no fue lo que Dios te prometió.

Lo que estás experimentando es tan solo parte de un proceso, pero no fue lo que Dios te profetizó. Dios te profetizó que, a pesar de lo que estás viviendo, vas a alcanzar el destino glorioso que él te ha prometido. Si puedes entender esto, entonces, podrás encontrar las fuerzas para seguir.

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Martes, 22 de Noviembre de 2016

Código del Programa: AR-01B