26 Jun Consecuencias de alejarse de Dios

Que la gente no se da cuenta de que cuando nos separamos de Dios por causa de nuestros corajes es simplemente que nos estamos haciendo nosotros el centro de la sociedad, el centro de la vida. Es porque entramos en un pensamiento de víctima y nos queremos hacer las víctimas en nuestra sociedad y delante de los ojos de Dios, sin darnos cuenta de que todos los que estamos aquí tenemos que aceptar nuestra responsabilidad y que nuestro coraje tiene que desaparecer. 

Especialmente con Dios, porque darnos cuenta nos puede apartar de su propósito y terminar en lugares donde no queríamos terminar. Y lo peor de todo, no podremos disfrutar de todo lo que Dios tiene para tu vida. Cada mañana se hizo para disfrutar de la misericordia de Dios, cada día se hizo para disfrutar de lo que Dios te ha dado. Uno de los problemas más grandes que hay hoy es que no disfrutamos nada de lo que tenemos. Siempre estamos pensando en lo del mañana, en lo que va a pasar, lo que va a ocurrir, lo que no tengo, en vez de disfrutar todas las cosas que Dios ha hecho con nosotros.

Cada mañana es un día para que tú te alegres y le des gracias a Dios por su misericordia sobre ti. Y Jonás está así. Y está molesto. Está aprendido mirar lo que dice en el verso 3: “Ahora, pues, Jehová, te ruego que me quites la vida, porque mejor es la muerte que la vida”. Y Jehová le dijo: “¿Haces tú bien en enojarte tanto?”. Esa es mi primera pregunta para ti en el día de hoy: ¿Haces tú bien en enojarte tanto? ¿Haces tú bien vivir en ese coraje toda tu vida? ¿Te hace bien estar con esa actitud todo el tiempo? ¿Te hace bien estar quejándote todo el tiempo? Y mira lo que dice en el verso 5: “Y salió Jonás de la ciudad y acampó hacia el Oriente de la ciudad, y se hizo allí una Enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad”. Y preparó Jehová una calabacera, la cual creció sobre Jonás hasta que se hiciera sombra sobre su cabeza y le librase de su malestar, y se alegró grandemente por la calabacera. Ya llega un sitio a buscar Sra y Dios milagrosamente hace una calabacera para darle sombra para ver si lo calma. Yo me pregunto, ¿cuántas veces Dios ha hecho una calabacera en tu vida para calmarte? Dios dice: “Necesitas estar tanto tiempo molesto, déjame darte un tiempito a ver si reflexionas, a ver si entiendes”. 

Y Jonás se alegró de aquello que Dios hizo por él, pero Dios quería mostrarle una lección. Y mira lo que sigue diciendo en el verso 7: “Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento Solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: “Mejor sería para mí la muerte que la vida”. Entonces dijo Dios a Jonás: “¿Tanto te enojas por la calabacera? O sea, estabas enojado con la gente de Ninive, estabas enojado con los de Ninive. ¿Okay? Te mando que se salven, te mando para que los prediques y se salven. Pues tampoco ahora te molestas conmigo porque yo los voy a salvar. ¿Okay? Estás molesto. No hay problema. Ya los salvé. No te gustó. Te hago una calabacera y también estás molesto ahora porque se fue la calabacera. 

O sea, todo lo que pase va a estar molesto”. Y ¿qué sigue diciendo en el verso 10? “Y dijo Jehová: “Tuviste lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer, que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció”. Fíjate lo que está diciéndole Dios a Jonás: “Te dio pena la calabacera porque te serví a ti, te dio pena la calabacera porque te bendijo a ti, te dio pena la calabacera que yo hice crecer para ti. Tú no la labaste, tú no hiciste nada, y cuando la perdiste, te dio pena por algo que tú no hiciste nada. Pero no, no te da pena conmigo, la gente que yo amo, más que la calabacera que tú has amado, que tú no hiciste nada por ella”. 

Y mira cómo termina el libro de Jonás: “¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de 120,000 personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales? ¿Sabes? Tú y yo estamos en dos niveles diferentes. A ti te da lástima lo que a ti no te funciona, lo que a ti no te gusta, pero no te da lástima aquellas cosas que yo quiero salvar y que yo quiero rescatar”. Porque Jonás tenía el problema que tiene la mayoría de la gente. Todos aquí tenemos que luchar, y es el sentirnos víctimas de las situaciones, el pensar que nosotros somos los justicieros del mundo, que nosotros sabemos lo que está bien y lo que está mal, que nosotros somos los que debemos repartir la justicia en la sociedad, cuando la realidad es que Dios misericordioso y el Dios bueno quien determina, quien hace, quien decide. 

Y nosotros, que tenemos que estar agradecidos, que cuando él tiene misericordia de alguien es porque también la ha tenido conmigo y me ha cuidado hasta el día de hoy. Y mi vida tiene que ponerse en la justa perspectiva de la que él ha hecho por mí. Y mi pregunta para ti: ¿haces bien en enojarte tanto? ¿Haces bien en estar molesto toda tu vida? ¿Haces bien estar en ese coraje y no disfrutar? ¿Haces bien toda tu vida vivir pensando en aquello que está mal, aquello que no sirve y que sin darte cuenta te separa de Dios? La realidad, hermanos, es que la gente no se da cuenta.