14 Jun Esto hacen para alejarnos de Dios

Pero hay gente que prefiere no le digas la verdad a la gente porque ellos no saben manejar te tratan como ignorante, no ocultan las cosas. Simplemente porque supuestamente no podemos manejar la verdad, y lo hacen a través de todas estas desviaciones. Por supuesto, lo hacen también a través del engaño, oscureciendo la verdad y mezclando un montón de pensamientos que a la larga y a la postre realmente no tienen ni sentido. Hoy vamos a hablar del pensamiento de la Mentira, porque si hay algo que ha hecho que el hombre se aparte de Dios desde el principio de la creación es creer una mentira.

En el libro de Génesis, capítulo 3, se nos da la historia del pecado de Eva y Adán, o Adán y Eva. En el libro de Génesis, capítulo 3, el verso 1 en adelante dice: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, la cual dijo a la mujer: ‘¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?’ Y la mujer respondió a la serpiente: ‘Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.’ Entonces la serpiente dijo a la mujer: ‘No moriréis, sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.’ Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió, y dio también a su marido el cual comió, así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.”

Esta es la historia. Cuando vemos que el hombre comienza a creer una mentira que la serpiente le comienza a decir, lo que pasa con esta mentira es que es una mentira clada con verdad. Era mentira que el día que comieran del árbol del bien y del mal e conocerían el bien y el mal, eso no era mentira. El día que comieran del árbol del bien y del mal iban a tener conocimiento del bien y el mal. Lo que pasa es que está mezclado con la mentira de que no eran como Dios. Ella, la serpiente, le dice, lo que pasa es que Dios sabe que vas a ser como él, pero la realidad es que ya ellos eran como Dios. Lo que pasa es que Dios no quería que ellos fueran como él en una parte en exclusiva que era conociendo el bien y el mal, entonces se mezcla la media verdad con una mentira, y ahora bajo el engaño se toma esa decisión. Cuál fue el resultado: vergüenza, culpa y esas dos cosas alejaron al hombre de Dios simplemente por una mentira. Ahora los ojos se abren y comienzan a sentir la vergüenza de haberle fallado a Dios.

Y en el mundo que nosotros vivimos tenemos que saber que una de las advertencias que Dios nos da día tras día, día tras día, día tras día, es que tenemos que tener cuidado de que no seamos engañados, de que vivamos con los ojos abiertos, alertas a todo lo que hay a nuestro alrededor. Cuando miramos ese concepto de engañar y de recibir una mentira en nuestra mente, tenemos que ver varias ideas de este pensamiento, por ejemplo: El engaño implica poner una idea o creencia falsa que provoca ignorancia y desconcierto o impotencia en la vida de una persona, pero también significa desviar o frustrar, que frustrar generalmente por deshonestidad, no es tan solo forzarte a creer algo, sino crear algo que es deshonesto simplemente para hacértelo creer como una verdad. Implica también un desvío que a veces puede ser algo que no sea intencional, es la gente que da las menitas blancas o que miente simplemente porque no tiene todo el conocimiento y tratan de evitarnos quizás hasta ciertos problemas tratando de ocultarnos la verdad. Es la gente que piensa que tú eres más efectivo en vivir con una mentira que vivir con la verdad, y esa es la primera mentira: aprende a vivir con la verdad.

Aunque no te guste, aprende a vivir con la verdad aunque no sea algo que te agrade. Pero hay gente que allá afuera dice: si te digo la verdad, no lo puedes manejar, así que mejor te miento para que no sepas la verdad. Pero yo prefiero, quiero que no me mientas y me digas la verdad. Ah, pero es que si te digo la verdad, no me vas a querer. Esa decisión, me la debes dejar tomar a mí, dime la verdad y que yo decida de allí en adelante si te quiero o no te quiero, con la verdad probablemente te voy a seguir queriendo a pesar de la verdad que me diga. Pero es más triste que tú me hagas vivir engañado y que tú mismo te engañes pensando que mi amor es verdadero basado en una mentira que tú estás diciendo, porque ni tú ni yo estamos amando realmente porque no se puede amar con un engaño y con una mentira. Ahora, si yo sé la verdad, déjame a mí decidir después de yo saber la verdad si te sigo amando o no. Qué es lo que voy a decidir, y arriésgate a eso, pero si te amo por una verdad y con una verdad, ese amor es realmente verdadero.

Pero hay gente que prefiere no le digas la verdad a la gente porque ellos no saben manejar, te tratan como ignorante, no ocultan las cosas. Simplemente porque supuestamente no podemos manejar la verdad, y lo hacen a través de todas estas desviaciones. Por supuesto, lo hacen también a través del engaño, oscureciendo la verdad y mezclando un montón de pensamientos que a la larga y a la postre realmente no tienen ni sentido, y sin darnos cuenta vivimos en ese mundo día tras día, y tú y yo tenemos que cada vez más pararnos firmes en la palabra del señor y tenemos que aprender a buscar aquellas cosas que son reales, aquellas cosas que son verdaderas.