La muerte es ganancia
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La muerte es ganancia

En un mundo como el de hoy, el morir es ganancia y no, no te estoy invitando a que acabes con tu vida ¡Ni se te ocurra! Lo que quiero decirte, es que los que vivimos en Cristo, sabemos que a la hora de marcharnos, tendremos un lugar en la casa de Dios. 

El morir es ganancia, ¿puedes entender eso? Que el que vive, Cristo habla; Cristo come; Cristo viste; Cristo. La muerte es ganancia. ¿Cómo cree usted que fue la reacción de Jacob cuando sus hijos van a buscar y le dicen: ‘Benjamín está bien, pero tenemos una sorpresita para ti: José está vivo’? El viejito que estaba muerto en vida, yo estoy segura que revivió. Yo estoy segura que las arrugas se le rellenaron, yo estoy segura que el poquito de pelito que le quedaba le creció. Yo estoy segura que en ese caminar a Egipto, que era como de ese estadio, nos dice la Biblia, ese hombre tiene que haber cogido vida porque así es la fe, el poder de la resurrección y la vida.

Y yo te pregunto a ti: ¿Cómo vive un resucitado? ¿Cómo vive el que por fe ha resucitado? Vive de tres maneras, lo explico en dos minutos. Lucas capítulo 7, el verso 11 al 17, porque en el Nuevo Testamento tenemos experiencias de resucitado. Lucas capítulo 7, el verso 11 al 17 dice: “Aconteció después que él iba a la ciudad que se llamaba Naín, e iban con él muchos de sus discípulos y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, un muerto, hijo único. O sea, va esta mamá con su único hijo y encima la señora era viuda, o sea viuda, un solo hijo y va a enterrarlo, y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor lo vio, se compadeció de quién, de ella, porque el muerto estaba muerto. O sea, ya el muerto no tenía nada que hacer, verdad. Y dijo: ‘No llores’, y acercándose, tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron y dijo: ‘Joven, a ti te digo, levántate’. Y entonces se incorporó el que había muerto y comenzó a qué.

¿Cómo vive un resucitado? Un resucitado vive hablando. El que resucita tiene que hablar, el que resucita tiene que hablar, el que resucita tiene que hablar. Escúchame bien, cuando tú entiendes el poder de ‘Yo soy la resurrección y la vida’ y entiendes lo que es la fe, tú puedes entender que hay una palabra de fe que Dios va a poner en tu boca y que nada te puede detener de hablar esa Palabra de fe. A mí me sorprende la cantidad de personas que me dicen: ‘Ay, ustedes hablan tan tranquilos de cuando su papá estuvo preso’, porque el resucitado habla, habla de la fe, habla del milagro, habla del poder de Dios, habla del que hace el poder de la resurrección.

Dos, Marcos capítulo 5, el verso 35 al 42, mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga diciendo: ‘Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas al maestro?’ Pero Jesús, luego que oyó lo que decían, dijo al principal de la sinagoga: ‘No temas, cree solamente’. No le digo al principal de la sinagoga: ‘Ay, es que tú amas tanto a tu hija que Dios pas…’. No, le dijo: ‘Cree, cree’, y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo y Juan, hermano de Jacobo. Y vino a casa del principal de la sinagoga y vio el alboroto, los que lloraban, los que se lamentaban, los que estaban buscando la experiencia. ‘Ay, porque mira, ese día yo lloré tanto’, esas experiencias que la gente quiere tener. Y entrando les dijo: ‘¿Por qué ustedes están alborotando? ¿Y por qué lloran? La niña no está muerta, sino duerme’. Y se burlaban de él, más él echó a todo el mundo fuera, tomando al padre y a la madre de la niña y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña y tomó la mano de la niña y le dijo: ‘Talita kumi’, que traducido es: ‘Niña, a ti te digo, levántate’. Y luego la niña se levantó y andaba, porque tenía 12 años, aquello era una niña, y se espantaron grandemente. Pero él les mandó que mucho les mandó mucho que nadie lo supiese. Y qué más, que le diesen de comer.

¿Cómo es la vida del resucitado? El resucitado, Dios va a poner una palabra de fe en tu boca, pero esa palabra no va a llegar de la nada, el resucitado tiene que comer. ¿Qué significa eso? Esa hambre representa la necesidad que tú y yo debemos de tener de alimentarnos de la Palabra de Dios, alimentarnos de la palabra de Dios. Tú quieres una experiencia, aliméntate de la palabra de Dios, llénate de la palabra de Dios. Entiende que tu vida está en Cristo, que tu vida es Cristo, que el vivir es Cristo, que el hablar es Cristo, que el comer es Cristo. Tú quieres experimentar el poder de la resurrección, tú quieres tener el poder de la resurrección en tu vida, vive por fe, habla Cristo, vive Cristo, come Cristo.

Y número tres, usted y yo sabemos que cuando Lázaro salió de aquel lugar, estaba con aquellas vendas que ya estaban apestosas. ¿Y qué hicieron? Le cambiaron la ropa y se vistió de la fe en Cristo, habla Cristo, come Cristo, viste de Cristo. Y escúchame bien, vive Cristo, porque para el que cree, vivir es Cristo.

Ponte en pie, y aquí va la bomba con la que lo voy a dejar irse, porque si no, me van a regañar; salimos tarde en el otro culto. El morir es ganancia, ¿puedes entender eso? Que el que vive Cristo, habla Cristo, come Cristo, viste Cristo, la muerte es ganancia.

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