La abundancia viene con responsabilidad
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La abundancia viene con responsabilidad

Quiero hablarte sobre la responsabilidad, sí, porque es crucial que la abundancia venga acompañada de responsabilidad. Con la responsabilidad llega el cambio, la transformación en tu vida.

En el Nuevo Testamento, que es donde vamos a ir ahora, hay un cambio de pensamiento bíblico. En el Antiguo Testamento, usted va a darse cuenta de que todos los grandes hombres de Dios proclamaban caminar con Dios por causa de sus riquezas. Cuando tenían riquezas, ellos decían: «Dios está conmigo». Cuando tenían pobreza, ellos decían: «Estoy en maldición, Dios no está conmigo». Cuando llovía, ellos decían: «Dios está conmigo». Cuando no llovía, ellos decían: «Dios no está con nosotros». Porque en el Antiguo Testamento era lo externo lo que trataba de cambiar lo interno. Por eso es que la ley en el Antiguo Testamento es externa: son los diez mandamientos tratando de que lo externo cambiara el corazón. Porque si alguien no veía lluvia, por ejemplo, tenían que tornarse a Dios y decir: «Espérate, tengo que arreglarme porque no hay lluvia». Pero ahora eso es un factor externo cambiando el corazón. Y eso funciona tan solo por un tiempo.

En el Nuevo Testamento no funciona así. En el Nuevo Testamento, Dios quiere cambiar el corazón, pero no tan solo para cambiar lo interno, sino para que lo externo refleje el cambio que hay en el corazón. Me explico: hoy no estamos en la época donde tú puedes decir que el que es rico y es próspero está con Dios y que el que es pobre no está con Dios. En el Antiguo Testamento, esa era la regla. Cómo la gente sabía que José servía a Dios: porque todo lo que ponían en su mano prosperaba. Cómo la gente sabía que Abraham era un hijo de Dios: porque donde quiera que iba prosperaba, tenía riqueza, tenía abundancia. Cómo la gente sabía que Jehová estaba con Jacob: porque tenía prosperidad, porque avanzaba. Pero cuál era la idea de todo eso: que la gente se tornara a Dios para que el corazón cambiara.

En el Nuevo Testamento es al revés. En el Nuevo Testamento, la obra es interna, pero no se quiere quedar en algo interno. Tiene que verse reflejado en tu vida. El día que Dios cambia tu corazón, cambia tu matrimonio, cambian tus hijos, cambia tu salud, cambian tus finanzas, cambia toda tu vida. El día que tú le entregas tu vida al Señor y hay un cambio dentro de ti, se debe ver reflejado en todo a tu alrededor. El problema, o el reto, es que ese cambio no llega de la misma manera para todo el mundo.

Así que, dicho esto, veamos estos tres ejemplos. Por cuestión de tiempo, no los voy a poder leer todos, solo voy a mencionar los versos bíblicos. Juan capítulo 13, el verso 1 al verso 6, nos dice: «Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche y le dijo: “Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si Dios no está con él”. Respondiendo Jesús, le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Nicodemo le dijo: “¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?”. Respondiendo Jesús, le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”»

4 Comments
  • SADELA JOSE LATUFF PINEDA
    Posted at 07:59h, 25 January Reply

    AMEN DEBEMOS EXTENDER LA GRACIA DE DIOS

  • Oswaldo Monier
    Posted at 09:46h, 25 January Reply

    Cambia mi vieja naturaleza, mi mente y mi corazón para seguir adelante con tus Enseñanzas, Misericordias, Tus Caminos y Tus Promesas AMADO PADRE CELESTIAL
    AMÉN 🙏🙏🙏🙏

  • María Serrano
    Posted at 11:42h, 25 January Reply

    Buenas, excelente. Pero no es Juan 13 es Juan 3.

  • Martha
    Posted at 13:02h, 25 January Reply

    Amén gracias mi Sr por haberme transformado mi vida y mi mente

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