11 Dec Vivir del Espíritu Santo
Hemos estado estudiando los miércoles en la noche acerca del tema “Hola, soy el Espíritu Santo” y la idea principal que hemos tratado de transmitir en los días pasados es que creo que muchas personas no buscan una relación con el Espíritu Santo, no saben cómo relacionarse con Él, no saben qué esperar de Él, porque la primera impresión que muchas veces se nos da del Espíritu Santo en las iglesias no la entendemos. No es que sea una mala impresión, no es que sea algo negativo, no es que sea algo que no creemos, pero que simplemente no la entendemos.
¿A qué me refiero? Una persona llega a una iglesia nueva, especialmente evangélica pentecostal, en un momento donde hay quizás un momento de unción, ve a alguien hablar en lenguas, ve a alguien temblar, ve a alguien caerse y le dicen: “ese es el Espíritu Santo”. Y muchas veces ahí es que se queda y las únicas predicaciones que a veces oímos están basadas únicamente en lo que es la experiencia de Hechos capítulo 2, lo que es el momento del Pentecostés, donde el Espíritu Santo desciende y le da lenguas repartidas como de fuego a todos los que estaban allí. Entonces, esa impresión se queda y hay gente que, como eso le choca de primera intención o de primera impresión, simplemente no quieren conocer quién es el Espíritu Santo. No, yo no voy a ser de esos locos, yo no voy a hablar esa lengua, yo no me voy a caer. Entonces, rechazan el conocer quién es el Espíritu Santo.
Cuando nosotros miramos, hemos estado estudiando varias cosas en realidad, observando, tratando de vencer eso que creo que es uno de los peores obstáculos que tiene hoy mucha gente con nuestra relación con Dios, específicamente con la persona del Espíritu Santo. Comenzamos a ver su obra en el Antiguo Testamento, comenzamos a ver parte de su obra en el Nuevo Testamento y la semana pasada, específicamente, compartí, me parece, una de las cosas más profundas que he compartido en los pasados meses y, más sobre todo, en el aspecto del Espíritu Santo. Y hoy lo quiero volver a enfatizar desde otro ángulo, simplemente para sentir que lo prediqué completo y que voy a tratar de hacer todo lo mejor posible de que sea buen maestro, para que me sienta satisfecho de que pueda decir: “sabes qué, lo entendieron” o por lo menos lo traté de explicar correctamente.
Hablábamos la semana pasada, específicamente, te recuerdo dos cosas para mí muy importantes. Número uno: creo que es vital entender que la manifestación de Hechos capítulo 2 es una manifestación escatológica del Espíritu Santo. Cuando hablamos del término escatológico, hablamos de tiempos futuros, fue un tiempo futuro para la promesa que Cristo le dio a sus discípulos. Cristo les dijo: “vendrá sobre ustedes el Espíritu Santo, vendrá, se va a derramar, no vayan a hacer nada hasta que él venga sobre ustedes”. Y cuando el Espíritu Santo desciende, era la confirmación del ministerio de Jesucristo. Así que los discípulos necesitaban esa experiencia, esa confirmación, de esa manera, para ellos poder continuar el trabajo de evangelizar, porque el Espíritu Santo venía a hacer el cumplimiento de las promesas que Cristo les dio a ellos, que marcaba la culminación de su ministerio terrenal y el comienzo de la obra del Espíritu Santo.
Así que tenemos que ver ese evento de esa manera. ¿Por qué hay que ver ese evento de esa manera? Por dos razones: porque lo importante para nosotros hoy no es necesariamente repetir el evento, no es repetir el evento lo importante, sino entender el efecto de ese evento, que todavía el día de hoy está impactando. ¿A qué me refiero? Aquel día, cuando descendió el Espíritu Santo, dice la Biblia que le fueron dadas lenguas, pero no fueron lenguas angelicales, la palabra es glosa, la palabra es idiomas. Por eso, cuando Pedro predica la palabra, se convierten 3.000 personas de todos los idiomas, de todos los países, porque cuando ellos comienzan a predicar, la gente comienza a entender en el lenguaje de ellos lo que ellos están hablando. Ese fue el milagro y se cumple lo que Jesús les dijo a los discípulos: “ustedes me serán testigos en toda Judea, en toda Samaria, en todo Jerusalén y hasta los fines de toda la Tierra”. Es el cumplimiento. Si eso no pasa, Jesús hubiera mentido.
Ahora, el libro de Hechos la ola continúa. La ola continúa porque aún vemos después, en la vida de Cornelio, en la vida de Lidia, en la vida del etíope, vemos cómo, aunque no se repite el mismo evento, el resultado sigue siendo el mismo y es que el evangelio sigue siendo predicado. ¿A qué me refiero? El etíope se convirtió, pero no habló lenguas. El etíope se convirtió, pero no habló lenguas. Cornelio se convierte y habla lenguas. Entonces, ¿qué quiere decir? El evento no va a ocurrir igual en todo sitio, pero su efecto todavía el día de hoy continúa y yo no creo que, a veces, la iglesia entienda cuál es el efecto que tú y yo tenemos que entender que ese evento tuvo para que tú y yo podamos vivir bajo el poder de el efecto de lo que ocurrió aquel día hace 2000 años atrás. Y nosotros tenemos que llegar a esa dimensión en nuestra vida.
¿Cuál es el efecto? ¿Cuál es el efecto más importante? Hay varias cosas que tenemos que definir con estas. Entonces, entró a lo que quiero llevarte en el día de hoy. Número uno: dos cosas para mí bien importantes. Número uno: era el final del viejo pacto y el comienzo del nuevo pacto. Es lo primero. El viejo pacto se termina no cuando Cristo muere, se termina cuando Cristo resucita y el Espíritu Santo desciende. Se acabó el viejo pacto. Ahora hay un nuevo pacto. Ahora, ese nuevo pacto es en el Espíritu de Dios, es en la sangre de Cristo, es el nuevo pacto, es una nueva relación con Dios, es una nueva manera de tratar a Dios con el hombre.
Ese nuevo pacto nos lleva a una segunda realidad, hermanos, que es la nueva creación. Tú y yo somos una nueva criatura y la marca de que tú eres una nueva criatura es que el Espíritu Santo está dentro de ti, que está dentro de ti, que vive dentro de ti. Hables lengua o no hables lengua, él vive dentro de ti. El etíope no habló y estaba lleno del Espíritu. Con Elio también fue salvo y habló, pero la salvación de la etiopía no es menor que la del otro. ¿Por qué razón? Vuelvo y repito: porque Dios trabaja con cada uno de manera diferente, de manera especial, pero el efecto sigue siendo el mismo.
Tanto el etíope como Lidia, como Cornelio, que son los otros eventos que nosotros vemos, el carcelero en la cárcel que se convierte toda su familia, cuando sale de allí Pedro, toda esa gente tuvo una experiencia con el Espíritu Santo. ¿Por qué razón? Porque la ola continuaba. No todos tuvieron la misma experiencia, pero el efecto continuaba, que era que la gente estaba siendo convertida, cambiada, transformada en una nueva creación. Y tú y yo tenemos que entender el poder de la nueva creación.
Oswaldo Monier
Posted at 10:23h, 11 DecemberQuita de mí, la vieja naturaleza y lléname con Tu Precioso Espíritu Santo para fortalecer mi Fé hacia Ti AMADO PADRE CELESTIAL
AMÉN 🙏🙏🙏🙏🙏
SADELA JOSE LATUFF PINEDA
Posted at 20:49h, 11 DecemberTENEMOS UNA NUEVA NATURALEZA ASI ES MI PASTOR FONT
Martha
Posted at 00:47h, 13 DecemberGloria a Dios somos nuevas criaturas en Cristo