17 Nov Somos nosotros los testigos
Que hay gente que está obsesionada con una sola experiencia y no con el impacto de la experiencia. Y no se trata de que Dios tenga que repetir lo mismo que hizo, porque ya lo hizo. Él no tiene que volver a juzgar a Satanás, ya lo hizo. ¿Qué más juicio que la cruz del Calvario? Y el efecto de eso lo podemos ver en el día de hoy en nuestras vidas, el día que tenemos nosotros revelación. Pero tratar de pensar que Dios va a hacer lo mismo de la misma manera es encerrarnos en una experiencia, cuando Dios quiere darnos nuevas experiencias basadas en el efecto de esa roca que se lanzó.
Porque, óigame, de la misma manera que en el libro de Génesis, Dios dijo: “Y sea la luz”, y fue la luz, y todavía tú y yo tenemos luz porque hay una palabra. De la misma manera, el día que el Espíritu Santo descendió y el enemigo fue juzgado, todavía el día de hoy ese juicio permanece y su efecto está en nuestras vidas, todavía en el día de hoy.
Ahora, te lo muestro con ejemplos, por favor. Porque cuando usted va al libro de Hechos, usted se va a dar cuenta de varias cosas. Mire lo que ocurre, por favor, qué sucede. Viene el día de Pentecostés, se convierte en un montón de gente que estaban allí, cierto. Cuando el Señor le dijo a los discípulos: “Esperen hasta allí, y ustedes me serán testigos”. ¿Qué dice? “En toda Jerusalén, en toda Samaria y en toda Judea”, cierto. Eso es lo que le dice el Señor. ¿Verdad que sí? Bueno, pues ahora viene el Espíritu Santo, ellos comienzan allí a predicar, y la gente se comienza a convertir.
Fíjate lo que pasa después, más adelante vamos a observar en el libro de Hechos capítulo 10, el verso 46. Vamos a observar cómo el Señor envía a Pedro a la famosa casa de Cornelio y dice la Biblia que Cornelio se convierte. Y a que usted no sabe lo que pasa con Cornelio. Dice la Biblia que Cornelio comienza a hablar lenguas. Así que Cornelio, en su casa, tiene una experiencia de hablar lenguas también y comienza a hablar idiomas y comienza a predicar y comienza a testificar y comienza a hablar.
Y mira lo que sucede ahí, en el libro de Hechos capítulo diez, el verso 46, dice una vez más, por los que oían que hablaban en lenguas y que magnificaban a Dios. ¿Qué ocurre ahora en Cornelio? Estamos viendo que la palabra está llegando a los gentiles. Dios prometió, Jesús prometió, que llegaría a Jerusalén y que llegaría a los gentiles. Y tenemos un hombre que se convierte y comienza a hablar lenguas, idiomas también en ese momento, y la gente que lo escuchaba. ¿Qué pasa también? Comienzan a convertirse.
La piedra que sigue, sigue el efecto, continúa, me explico. Lo mismo lo observamos en el libro de Hechos capítulo 19. Fíjate lo que dice el verso seis: “Y habiéndole impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas y profetizaban”. Y eran por todos unos doce hombres.
¿Qué es lo que quiero mostrarte con esto? Viene un evento, viene el Pentecostés, y la onda continúa. Y Cornelio habla lenguas también, habla las mismas lenguas de Hechos. No pueden ser otras, es el mismo libro, es la misma experiencia. Y Dios está cumpliendo que su palabra llegaría desde el centro hacia afuera. Y por eso ahora, Dios tiene que darle la experiencia a una persona como a Cornelio.
Y Dios tiene cada una experiencia ahí también en el libro de Hechos capítulo 19, a través del apóstol Pablo. Y la gente comienza a predicar y la gente comienza a hablar esas lenguas. Pero, oiga, la diferencia que yo quiero mostrarle en el día de hoy, o la comparación en Hechos, eso no fue la norma. Eso pasó en el momento que Dios quiso, por un propósito particular, para que la palabra se cumpliera de que el evangelio iba a correr desde Jerusalén a toda la tierra.
Pero también en Hechos, hay un montón de gente que se convierte y no se nos dice que hablan lenguas. Entonces, ¿qué es lo que yo quiero que tú entiendas?
Que no podemos cerrar la experiencia del Espíritu a una sola experiencia que Dios dio con algo en particular. Pastor, ¿pero cuáles son esas personas que se convierten y que no hablan lenguas? Mira, pues, empecemos por el apóstol Pablo. En Hechos se convierte y en ningún lugar nos dice que hablaba lenguas. Y me pregunto yo, si nos dice que Cornelio habló lenguas, ¿tú no crees que el autor de Hechos nos diría que Pablo hablaría lenguas también? Pero él se convierte. Es más, y en Primera de Corintios dice: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, si las hablase”. ¿Cómo que nos deja dudas? ¿Y las habla o no, hermanos?
Oiga bien, yo lo que quiero que usted entienda es que usted no puede atar una experiencia que Dios usó para algo a todo el mundo. El efecto de esa experiencia es para todo el mundo, pero la experiencia no todo el mundo la tiene. Y tú no eres un cristiano de segunda clase porque no tengas la misma experiencia. Tú lo que tienes es que entender para qué fue esa experiencia. Y el día que tú tienes revelación con esa experiencia y para qué fue, ahí es cuando tu vida cambia.
Se convierte Pablo, y no se nos dice que habla lenguas. No tan solo eso, se convierte, bueno, aquel tiempo era Saulo, se convierte el etíope en Hechos y se bautiza. Y la Biblia dice que es lleno del Espíritu, pero no se nos dice que hable lenguas. Y era un etíope, pudiéramos pensar que Dios lo necesitaba para que llegara a su nación y que tenía que hablar otras lenguas. Se convierte en Lidia y Lidia, llena del Espíritu Santo, dice la Biblia en Hechos. Pues no se nos dice que hable lenguas.
Por lo tanto, la experiencia de hablar en lenguas, en particular en el libro de Hechos, era el cumplimiento de la promesa de que el evangelio tenía que cumplirse, predicarse por todas las naciones. Y que el evangelio tenía que seguir. Todo el que quiere una verdadera relación con el Espíritu Santo tiene que cumplir la misión por la cual él vino: hacernos testigos al mundo entero. Que un testigo es alguien que dice: “Lo viví, lo experimenté, puedo dar testimonio de que es real. Antes yo era así”. Eso es un testigo.
Y por supuesto, Dios te va a dar experiencias y Dios quiere darte cosas sobrenaturales en tu vida para que tú puedas testificar y para que puedas
decir: “Sabes qué, oye, tu vida también puede cambiar”. Un testigo puede ser como aquel joven que fue sanado de la vista y quisieron cuestionar al maestro: “¿Quién es ese? ¿Quién fue el que te sanó?” Y él dijo una sola cosa: “Mira, yo no sé de dónde vino, yo no sé quién es. Una sola cosa yo sé: que antes yo era ciego, pero ahora yo veo. Eso es lo único que yo conozco”. Y ese es el poder del Espíritu Santo obrando en nuestras vidas.
sadela jose latuff pineda
Posted at 09:32h, 17 NovemberHOY 17 11 23 CADA DIA PASTOR FONT SIGUIENDOLO POR TODAS LAS REDES…..LATUFF SADELA DESDE VENEZUELA,,,,,,
sadela jose latuff pineda
Posted at 09:36h, 17 NovemberLATUFF SADELA PASTOR YO LO SIGO POR TODAS LAS REDES,,,,,,FACEBOOK,,,,,,YOU TUBE,,,,INSTAGRAN,,,,,POR EMAIL,,,,,,,SOY UN FIEL SEGUIDOR,,,,,,DESDE VENEZUELA……Y MIS SALUDOS Y MIS RESPETOS TAMBIEN AL MINISTRO MIGUEL,,,,,,NUNCA OLVIDARE SUS MARAVILLOSAS CLASES QUE NOS IMPARTIO……
Oswaldo Monier
Posted at 14:53h, 17 NovemberYo soy Testigo de Tú Gracia y de Tú Poder Precioso Espíritu Santo
AMÉN 🙏🙏🙏🙏
Martha
Posted at 21:46h, 17 NovemberAmén Gloria a Dios
Martha
Posted at 21:47h, 17 NovemberAmén Gloria a Dios Aleluya
sadela jose latuff pineda
Posted at 07:25h, 20 NovemberHOY 20 11 23 LATUFF SADELA PRESENTE PASTOR…….