13 Nov El Espíritu en y con nosotros
El Señor Jesús hizo eso por sus discípulos. Los discípulos estaban bien cuando Jesús estaba con ellos. Nunca les faltó nada. Siempre hubo milagros. Siempre hubo provisión. Él cuidó de ellos, enmendó sus errores y los corrigió inmediatamente. El Espíritu Santo es lo que va a hacer en nuestra vida. El Espíritu Santo eso es lo que va a hacer en nosotros.
Yo sé que lo que estoy diciendo lo digo más fácil de lo que a veces en nuestra mente puede ser, porque la diferencia de Jesús con sus discípulos y el Espíritu Santo con nosotros es que los discípulos podían ver a Jesús, pero tú y yo no lo vemos. Sin embargo, podemos estar seguros de que él está con nosotros y en nosotros.
Yo quiero terminar diciéndote algo. Si el Señor Jesús le dijo a los discípulos: “Les voy a enviar otro Consolador. Y esto es lo que él va a hacer por ustedes, que es lo que yo estoy haciendo por ustedes”, ¿no habrá una implicación detrás de esa expresión de que los discípulos debían tratar al Espíritu Santo como trataban a Jesús? ¿No habrá también una implicación de que, muchachos, a ustedes no lo van a ver a él, pero es igualito? Es igualito. No lo van a ver, es la única diferencia, pero es igualito. En otras palabras, Pedro, cuando tenías que pagar los impuestos y estabas preocupado, ¿a dónde tú ibas? ¿Dónde me buscabas a mí? Pues bien sencillo, cuando tengas que pagar los impuestos, ¿dónde tienes que ir? Porque el Espíritu Santo, muchachos, cuando ustedes tenían problemas y los demonios no querían salir, o la gente estaba enferma, y ustedes, ¿dónde iban? ¿Dónde me traían los problemas a mí? Pues entonces, ¿qué van a hacer? Yo les voy a dar a otro que es igualito. Ustedes no lo ven, pero va a ser exactamente lo mismo.
La pregunta es: ¿eres tú capaz de tratar al Espíritu Santo como los discípulos trataban a Jesús? ¿Te sentirás bien al hablar con alguien, aunque tú no lo veas? ¿Te sentirás tú bien y podrás entender que hay alguien contigo y en ti, con quien tú puedes conversar, con quien tú puedes compartir, a quien puedes llevar estas cargas, a quien tú puedes llevar estos interrogantes que tienes, que va a ser igual que Jesús, que de vez en cuando tú vas a decir tus tonterías y él te va a decir: “Mira, Satanás. Óyeme bien, déjame. Vamos por esto en orden. Deja la tontería esa”. Y tú tienes que reaccionar y vas a tener esa relación.
Eso es lo que yo quiero que terminemos en el día de hoy, pensando en esto. El Espíritu Santo, su obra más grande, es testificar que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, para que tú tengas vida en su nombre. Y lo que Jesús quiso mostrarnos es muy simple: tengamos la misma relación que los discípulos tuvieron con Jesús, tengamosla nosotros con el Espíritu Santo.
El día que Pedro dejó que Jesús se montara en su bote, terminó el bote lleno de peces, terminó el bote lleno de abundancia y de bendición. El día que Pedro dejó que Jesús le diera consejos de pescar, pescó los peces que necesitaba para pagar los impuestos. Tan sencillo como eso. La pregunta hoy es: ¿puedes tú tratar al Espíritu Santo como podemos imaginarnos que los discípulos trataban a Jesús, en una relación donde había respeto, pero probablemente era muy casual también, donde era uno entre ellos?
Miren, si la relación era tan sencilla, tan ordinaria, sin quitar lo sobrenatural, que cuando los soldados romanos fueron a buscar quién era Jesús, ellos no lo reconocían. Alguien tuvo que besar a Jesús, porque Jesús estaba entre los discípulos. Así que los romanos no lo distinguían. Él no andaba con una aureola. Él no andaba con la marca: “Jesús, el jefe”. Llegaron allí, es como si vinieran aquí y preguntaran: “¿Quién es el pastor?”. Bueno, si me ven aquí ahora, me ven aquí en el altar, pero que fuéramos, tuviéramos todos más o menos igual vestidos, que…
Estuviéramos aquí sentados en un sitio y, como no los conocen, tienen que preguntar: “Venga, ¿quién es?”. Así pasó en aquella ocasión. Yo solo pienso: “Imagínate que Judas, de maldad, hubiera besado a Pedro”. Me imagino que Pedro hubiera dicho: “¿Pero qué es esto?”. Yo hubiera hecho la maldad nada más para ver a Pedro correr como un loco, para sacarlo por el techo. Eso hubiera sido tremendo para YouTube o para TikTok. ¿Verdad que sí? Pero imagínate si era algo tan casual o tan común.
Y hoy, cuando nosotros salgamos de aquí, en unos minutos, yo creo que tú te lleves esa imagen en el día de hoy. Es que, desde hoy en adelante, hables con él como hablas con cualquier persona. Inténtalo. Inténtalo en tu automóvil, en el baño cuando estés bañándote, antes de acostarte. Saca tu momento y habla con él, y dile cómo te sientes, dile qué consejo necesitas y habla con él. “Ah, pastor, pero la gente va a pensar que estoy loco”. Pero, fíjate, ¿qué te importa a ti lo que la gente piense? Algunos de ustedes aquí, cuando fueron niños, tuvieron amigos imaginarios. Tuvieron amigos con los que ustedes hablaban. Mi hija tenía un amigo imaginario. Una de mis hijas tenía uno que se llamaba Leo León. ¿Te acuerdas de Leo León? Y ella, bien inteligente, Leo León era mayor que ella, porque ella siempre iba a ser la bebé. Así que Leo León tenía un año más que ella, y había que dejarle un espacio a Leo León en la mesa, y había que hablar con Leo León. No sé por qué Leo León, pero ese era el nombre. Cierto. Entonces, había que hablar con él y había que dejarle espacio en la mesa, y uno no se podía sentar en las sillas, y ahí estaba Leo León sentado. Había que dejar la silla vacía.
Y parecerá juego de niño, fantasía, pero detrás de todo eso yo creo que los niños saben más de lo que nosotros pensamos. Si nosotros creemos que venimos del Padre, nuestra relación original viene desde el Padre, viene desde allá arriba, viene desde los cielos, viene desde allá arriba. Lo que hacemos es que nos olvidamos, porque nuestra mente se va adulterando. Por eso es que tenemos que volver a ser como un niño y creer. Lo único que hoy tú no tienes un amigo imaginario. Tú tienes la promesa del Espíritu Santo en tu vida. En el día de hoy.
Damaris Centeno
Posted at 08:56h, 13 NovemberOla Otoniel mi Nombre es Damaris Centeno estoy tratando de comunicarme con tigo para mi mamá El nombre de ella es Juana Centeno ella quiere Donar 20.00 todos los meses pero cundo quiero entrar ala página de donar no me deja por favor comunícate con migo al 267-819-8729 muy importante gracias
admin2
Posted at 09:26h, 15 NovemberSaludos Damaris,
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Bendiciones
sadela jose latuff pineda
Posted at 09:22h, 13 NovemberHOY 13 11 23 ASI ES PASTOR EL ESPIRITU SANTO ESTA EN NOSOTROS,,,,,ESTA CON NOSOTROS,,,,,Y ESTA DENTRO DE NOSOTROS,,,,,,EFESIOS CAP 04 VER 30 ESPECIFICA LO SENSIBLE QUE ES ELESPIRITU SANTO,,,,,SOLO CON UNA IRA CONSTRISTAMOS AL ESPIRITU SANTO,,,,,,,LATUFF SADELA DESDE VENEZUELA…..ME GUSTAN MUCHO SUS PREDICAS PASTOR,,,,,TIENE UN BUEN RHEMA……
Jhon Mario Rojas
Posted at 12:48h, 13 NovemberAmén y amén
Oswaldo Monier
Posted at 15:18h, 13 NovemberGracias Precioso Espíritu Santo por Vivir dentro de mí
AMÉN 🙏🙏🙏🙏