25 Sep ¿De dónde sale la sabiduría?

¿Quién es el que te da la sabiduría? Lo primero que tienes que tener para entender todo respecto a la sabiduría son las bases de Dios, cuando se nos cae la venda de los ojos porque tenemos los cimientos de Dios, será más fácil para nosotros recibir la sabiduría, que viene acompañada de esfuerzo y amor hacia Dios. Si quieres entender de dónde sale la sabiduría, ¡Quédate viendo este video!

Si yo hablo aquí de sabiduría, automáticamente nuestra mente siempre se nos dirige a qué personaje de la Biblia, pensamos en Salomón, porque una de las oraciones clásicas que vemos en la Biblia, que todo el mundo celebra, es la de este jovencito que le pide a Dios sabiduría. Este muchacho está delante de Dios y comienza a pedirle: «Dios mío, dame sabiduría». 

Y cuando él le pide sabiduría a Dios, Dios le responde y la respuesta de Dios en Primera de Reyes capítulo 3 es bien interesante, porque la respuesta de Dios es: «Sabes qué, porque me pediste sabiduría, no solo te voy a hacer el hombre más sabio, sino que te voy a dar la cabeza de tus enemigos y te voy a dar todas las riquezas que no me pediste». ¡Qué maravilloso! 

Ahora, si nosotros malinterpretamos este verso y no lo entendemos bien, hay un montón de gente que entonces pide sabiduría para tener riqueza y la cabeza de sus enemigos. Y el que pide sabiduría para tener la cabeza de sus enemigos y tener riqueza no está pidiendo sabiduría. 

Básicamente, el pedir riquezas y el tener las riquezas y la cabeza de tus enemigos es el producto secundario de un verdadero deseo de tener sabiduría y, sobre todo, entender quién es el que te da la sabiduría. Porque la realidad llegó a un momento en el mundo de Salomón donde Salomón tenía el ejército para derrotar a cualquier enemigo y Salomón tenía ya riqueza e iba a tener aún más por la posición que él tenía. 

Pero Salomón se dio cuenta: «Necesito más que un ejército y necesito más que riquezas. Necesito sabiduría para poder gobernar». Por supuesto, la sabiduría que pidió Salomón es bien interesante porque Dios no le dio un manual por escrito donde él supiera todo lo que iba a hacer en cualquier momento. Hubo momentos donde él tenía que improvisar. 

El ejemplo clásico de la improvisación es cuando llevan a 2 prostitutas que tienen un bebé cada una. Tiene un bebé y de repente una se acuesta sobre su bebé, lo mata, lo asfixia por la noche y va y cambia su bebé muerto y lo pone en la cama de la otra y coge el bebé de la otra y cuando comienza el conflicto: «Bueno, ¿ahora quién es? ¿Quién es la mamá? ¿Cómo descubrimos?». 

En aquellos tiempos no había prueba de ADN. Bueno, pues para donde Salomón. Ahora Salomón está allí pero Salomón no puede ir a un manual. Salomón no puede ir ni a la Biblia en ese momento. Salomón no puede decir: «Mira, la jurisprudencia punto cero uno dice así: Que la mamá…». No. Salomón tiene que improvisar. Y qué hace Salomón: le pide dirección a Dios y manda a buscar una espada. Y cuando manda a buscar una espada: «Vamos a picar este muchachito en dos». 

Dice la Biblia que cuando él manda a buscar la espada y lo va a picar en dos, la verdadera mamá dice: «¡Eh! No lo mates». Y Salomón dice: «Aquí está la verdadera mamá. Mete a la otra presa. Esta es la mamá de ese muchacho», porque una verdadera madre no dejaría morir a su hijo. ¿Cierto? Pero es una improvisación. 

Pero la pregunta que yo quiero que resolvamos primero en esta primera parte es: ¿De dónde sale eso? Porque la gente piensa que es solo orar lo que te da sabiduría. Y orar te da sabiduría si haces algo. Si te sabes las escalas, ¿cómo sé eso? Porqué Primera de Reyes nos dice la Palabra del Señor, capítulo tres, el verso 1. Dice: «Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en lugares altos. E iba el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal, y sacrificaba allí mil holocaustos». Sacrificaba Salomón sobre el altar.

Nos hace una aclaración antes de que él pidiera sabiduría. Salomón tenía unos requisitos, Salomón amó a Jehová, Salomón estudió los estatutos de su papá y Salomón sacrificaba. En otras palabras, cuando él pide sabiduría, él ya sabía las escalas, porque Salomón amó a Dios por encima de todas las cosas. 

Primer requisito: tú quieres pedirle a Dios sabiduría cuando la necesitas, tienes que amarlo. Segundo: tienes que estudiar lo que las generaciones pasadas aprendieron. Salomón se puso a estudiar lo que David le había dicho, lo que David le había hablado, lo que David había establecido. Salomón comenzó a estudiar, metió dentro de él la materia prima que iba a necesitar para poder conocer. Y entonces va y sacrifica y comienza a ofrendar y comienza a sacrificar. Ahora llama la atención de Dios. 

Nunca le puedes pedir sabiduría a Dios si no lo amas, si no estudias lo que ya está escrito para que tú conozcas y si no estás dispuesto a sacrificar. El que no hace estas tres cosas no puede pedir sabiduría de parte de Dios, pero aquel que sí lo hace tiene derecho a la sabiduría divina, tiene derecho a saber lo que va a hacer en momentos donde otros no saben qué es lo que tienen que hacer y eso viene con el corazón y con el deseo sincero de conocer a Dios. 

Una persona que busca a Dios se llena de sabiduría día tras día y recíbelo en el día de hoy, porque la sabiduría requiere esfuerzo, requiere trabajo, requiere dedicación. Cada vez que usted viene aquí, usted se está llenando de las escalas necesarias para un día improvisar. A lo mejor un mensaje: tú piensas: «Llegué allí, fíjate, y ese mensaje no era para mí. Estuvo bueno, pero no es lo que yo necesito». No lo necesitas hoy, pero a lo mejor dentro de 6 meses lo vas a necesitar. 

Y cuando te pongan el instrumento en la mano y te digan: «Toca en Re». Ah, no hay problema. Esto es lo que tengo que tocar en el día de hoy y Dios te va a dar la sabiduría, pero requiere de ti que le ames, que estudies y que sacrifiques; que lo conozcas a Él. Cuando entendemos eso, nuestra vida cambia por completo.