20 Sep Las bases de Dios para la vida

Hoy quiero comenzar con un tema que me parece muy interesante: conocer a Dios. Quería comenzar con un vídeo, pero a última hora desistí porque, si me critican por tantas cosas, no quería que me criticaran por otra como esta en particular. Pero estamos estudiando acerca del tema conociendo a Dios y yo quería comenzar con un video que a mí me parece gracioso, que usted puede buscar en YouTube: “Cómo escribir una canción de reggaetón” y pone la palabra “viejito” al lado, para mí es comiquisimo el vídeo y búsquelo, búsquelo y se va a reír.

El punto es que la música tiene que haber cierta creatividad para poderla hacer y ahí hay unos elementos que son básicos y que son base para poder construir cualquier canción, cualquier elemento musical. Interesante, siempre admiro los cantantes del reggaetón urbano cristiano o de la música urbana cristiana porque creo que realmente necesitan pensar. A diferencia de los del mundo, que con sexo, tres malas palabras y el mismo ritmo pueden llevar un mensaje, los cristianos tienen que pensar realmente para hacer una buena letra, una buena lírica. Porque no pueden usar los elementos que la gente utiliza en la calle simplemente para construir una canción.

Pero si comparamos esta este video de este caballero construyendo una canción de reggaetón, nos damos cuenta de que hay una metodología pero que realmente para la música en otras dimensiones se requiere de otros conocimientos y de otros conceptos que no es tan fácil como cuatro letras, cuatro canciones, cuatro palabras y un pequeño ritmo. Hay una música que a mí me agrada, que no a todo el mundo le agrada. Y creo que a la gente no le agrada porque no la entienden. Y a veces lo que no entendemos no lo podemos disfrutar. Y hasta que usted no entiende algo y entiende cómo se llega a ese nivel y qué es lo que tiene que ocurrir, a veces no lo puede disfrutar.

¿Qué más se puede pedir en una mañana que escuchar esa música? Ahora, ¿por qué razón mucha gente quizás no la disfruta? Porque no la entiende. Pero para entender y disfrutar del jazz hay varias cosas que usted tiene que conocer. Hay tres reglas que no están escritas con respecto al jazz, que los que lo han estudiado conocen. 

Número uno: para ser un buen músico de jazz, cualquiera que sea el instrumento, número uno, tienes que saberte todas las escalas al derecho y al revés. Todas las escalas. Lo que estudia un músico de jazz y en lo que se especializa es en las escalas. Y lo que hace es aprenderse las escalas al derecho y al revés. 

Así que un buen músico de jazz lo primero que sabe son todas las escalas hacia el frente y hacia atrás. Todas se las sabe de adentro hacia afuera, de afuera hacia adentro por completo. Lo segundo que estudia un buen músico de jazz son las letras clásicas de jazz.  Y número tres: tiene que aprender a tocar todas esas canciones clásicas en cualquier escala. Por supuesto para usted y para mí no es fácil porque ya tenemos que pensarlo. Para esta gente es intuitivo. ¿Por qué razón? Porque se saben lo básico para la estructura para hacer solos. Así se puede improvisar en el jazz.

Todo aquel que trata de improvisar en el jazz sin saber las escalas nunca logrará improvisar. Así que, aún en la improvisación, hay demasiada sabiduría, el problema es que, en la sociedad, la gente trata de improvisar sin tener sabiduría para improvisar y no nos damos cuenta de que van a haber momentos en nuestra vida donde vamos a tener que improvisar. 

Hay momentos en nuestra vida donde las cosas no van a salir como nosotros pensábamos, hay cosas nos van a sorprender, las cosas van a cambiar y si tú no sabes improvisar y no sabes tomar decisiones en esos instantes, no vas a saber qué hacer, no vas a saber cómo moverte en una situación como esta. 

Si tú eres un músico de jazz, vas a tener que ir, en algún momento dado y cuando llegas con tu trompeta y el director decide: hoy vamos a tocar esta música en una tonalidad específica tienes que estar listo. Y la única manera de que tú puedas estar preparado para eso es si conoces lo básico para poderlo hacer. Y eventualmente, cuando te den el solo y te digan: es tu momento, tienes que improvisar. Pero tiene que haber una base para hacerlo. 

Así nos pasa en nuestro mundo y en nuestra vida espiritual, para nosotros poder saber improvisar, para poder tomar decisiones en medio de todas las cosas que nos van a pasar, tenemos que tener la estructura básica en nuestros corazones. Tenemos que tener la estructura básica dentro de nuestro interior y ahí es cuando solo podemos depender de la sabiduría de Dios. Porque improvisar es tomar lo de Dios. 

Improvisar para un músico de jazz es saberme la estructura a través de la cual puedo fluir con lo que está pasando, para un cristiano, esa improvisación proviene del Espíritu Santo y es quien me dice a mí cómo voy a fluir en el momento en el que estoy, cómo me voy a dirigir en esto que estoy viviendo para que se pueda alcanzar el propósito de Dios para mi vida y  la única manera de que nosotros llegamos a tener esa sabiduría es conociendo a Dios.