31 Jul  Confiar más en Él

Esta mañana recordé un viaje que quería hacer junto a mi esposa y que lamentablemente lo tuvimos que posponer por la pandemia, queríamos ver un espectáculo en el cielo que solo se ven ciertas temporadas en algunos países que son las famosas northern lights o  las Estrellas del Norte. 

Donde la descripción científica de este fenómeno es básicamente cuando el cielo choca con la tierra, lo que ocurre en este fenómeno con ciertos gases de la tierra y de la atmósfera, en particular de la tierra, chocan con partículas que vienen viajando millones de kilómetros desde el sol, así que estas partículas que el sol despide de repente llegan hasta la atmósfera de la tierra y se conectan, se combinan y crean este espectáculo de colores. 

Los colores dependen del tipo de partículas que sea en esa temporada, todas dependen de la carga de los protones y todo ese tipo de cosas que tienen y lo interesante es que pueden ser hasta tan largas como más de 400 a 500 millas de distancia así que el cielo se llena de toda esta luz haciendo este espectáculo.

Y creo que eso es lo que Dios quiere hacer en la vida de todos nosotros cuando el cielo choca con nuestra tierra, cuando el cielo choca con nuestra vida, eso es lo que debe ocurrir un espectáculo de luz que Él tenga que mirar que algo ha cambiado en cada uno de nosotros, Jesús no se equivocó cuando dijo que tú y yo somos la luz de este mundo. 

Eso es lo que debe pasar en tu vida que cuando el cielo choca contigo, cuando Dios se mete en tu vida de repente donde quiera que tú estés tú seas ese resplandor, esa luz, ese sol, que el mundo pueda ver que algo ha ocurrido en ti. 

Y precisamente eso es el paraíso restaurado, cuando el cielo choca con la tierra, cuando el cielo entra en la tierra, cuando el cielo se mete en cada uno de nosotros. 

La semana pasada comenzamos a ver algunos versos importantes donde la Palabra del Señor dice que Dios es experto en cambiar el desierto en paraíso, la soledad en huerto, en hacer que en tu vida se encuentren cantos de alegría y de alabanza y que puedas vivir en la plenitud por la cual Cristo vino y murió por nosotros en la cruz del Calvario. 

Toda la Biblia se trata de Dios queriendo restaurar lo que el hombre perdió por eso observamos la semana pasada que cuando María llegó allí al huerto donde habían sepultado a nuestro Señor y Jesús se levantó de entre dice la Palabra del Señor que ella lo vio como un hortelano, ella vio a un jardinero y ciertamente ella no se equivocó, Jesús vino a ser el eterno hortelano, el eterno jardinero. 

El primer trabajo que tuvo Adán fue el de cuidar el huerto del Edén, ahora Dios tiene que traer el nuevo Adán para que se vuelva en el jardinero por excelencia donde pueda restaurar aquello que el hombre había perdido y Jesús es ese eterno jardinero que está trabajando en nuestras vidas haciendo que nuestra mente, corazones y pensamientos, que todo nuestro ser vuelva a ese estado original de plenitud donde la presencia de Dios se puede manifestar en cada uno de nosotros.