29 May Activa la fuente que hay en ti

¿Cuál es la clave para poder vivir en la presencia de Dios? Para yo poder caminar en esa presencia de Dios es necesario que le adore a Dios y la clave para tú traer a Dios en tu vida diaria es tu momento de adoración constante de conexión con Él. 

Ya Él está dentro de ti, ya está en tu interior pero la la manifestación de Dios en tu vida va a tener mucho que ver con que tú estés despierto a la presencia manifiesta de Dios en ti y para eso hace falta tu momento de adoración, tu tiempo de concentrarte para conectarte con Él en cada instante, en cada momento cuando tú levantas tus manos adoras a Dios le celebras en los momentos de frustración, en los momentos donde hay preocupación te atreves a levantar tus manos y comienzas a creerle a Dios y de tu interior comienza a fluir los ríos de agua viva de adentro de ti. 

Los adoradores saben cómo activar esa fuente que hay dentro de ellos, comienzan a adorar, comienzan a orar y de repente lo que comienza con algo poquito comienza a crecer comienza y aumentar y mientras más tú sigues adorando y alabando al Señor de repente eso que comenzó como una pequeña gotita de agua se convierte en un río que inunda todo tu ser y esa es la adoración más poderosa y más grande que Dios nos da y nos y permite que nosotros traigamos la presencia de Dios a nuestras vidas. 

La adoración más grande que Dios recibe es la nuestra. Yo sé que hay gente que al describir el cielo la gente habla como este lugar tan espectacular donde hay ángeles y es bonito pensar en eso y nos dicen que un día nos vamos a unir a ese coro de ángeles y vamos a cantar. 

Para Dios la adoración de un ángel no es lo mismo que la adoración nuestra y la adoración en el cielo. Porque lo único que los ángeles saben decir es Santo y están obligado a decírselo pero tú y yo podemos decidir adorar tú y yo decidimos meter a Dios en nuestra vida, decidimos con nuestras palabras escoger la manera en que le vamos a hablar y lo que le vamos a decir y créeme que al oído de Dios jamás ni nunca lo que dice un ángel se compara con lo que dice un creyente en medio de sus crisis, en medio de sus dificultades. 

Que oiga Dios la voz de un hombre de una mujer que en medio de sus prisiones se atreve a adorar a Dios y se atreve a cantar eso sube como olor fragante delante de Dios, es una adoración diferente porque viene de la libre al del libre albedrío, de la voluntad de un hombre que está sometiendo todos sus pensamientos y que está diciendo voy a traer el cielo aquí en la tierra y voy a estar más consciente de lo que es Dios para mi vida. 

Comienza a levantar sus manos adorar a Dios y comienza a celebrar su presencia, ahí es cuando Dios se mete en cada situación y es diferente para Dios la adoración de un ángel a la adoración de un redimido, yo lo que quiero es que tú entiendas en el día de hoy son dos cosas, para orar el mundo ideal no es un mundo ausente de serpiente ni de trabajo. 

Siempre vamos a tener terceras voces que van a querer meterse en nuestra vida pensamientos negativos, el mundo ideal no es en el cielo donde allí no habrá más nada que simplemente estar allí delante de la presencia del Señor. 

Para Dios lo más poderoso siempre ha sido cuando Él camina con nosotros aquí en la tierra, es cuando nosotros traemos el cielo aquí a la tierra, es cuando con nuestra adoración al Dios Todopoderoso desde el libre albedrío, de nuestra voluntad obviando lo que aquel dice, obviando las trivialidades de la vida  y los problemas de la vida me atrevo a levantar mis manos y decir “Señor, gracias porque tú estás en este lugar. He decidido servirte, adorarte y alabarte por encima de todas las cosas”. 

Y cuando un hombre y una mujer comienza a adorar a Dios y lo hace en espíritu y en verdad de su interior comienzan a fluir ríos de agua viva hoy se libre de toda conciencia de pecado. 

Atrévete a adorar a Dios en cada momento y entiende que tu adoración para Dios es especial porque viene de tu libre albedrío, viene del ejercicio, de tu voluntad, de todo lo que estás viviendo a pesar de la serpiente te dice Dios no te quiere dar ese árbol y que no me lo dé lo voy a adorar como quiera. 

Ah pero te dijo que no comas de ahí algo Él sabe que Él no quiere que yo coma de ahí porque si Él no quiere que yo coma de ella es por algo es decir “Gracias, Señor porque tú no quieres que yo coma de ahí y voy a adorarte y voy a estar más consciente de quién eres en mi vida”.