17 May Una nueva experiencia en Dios

Mientras me preparaba para el mensaje Él Señor me recordó un mensaje que predicamos hace muchos años de esta misma escritura de Génesis 22 que fue la que vimos la semana pasada y era cuando hablábamos de que los lugares tienen memoria si yo te pregunto a ti cuál es tu mejor momento en tu vida o te pregunto cuál es tu peor momento en tu vida, hay dos cosas que esos dos momentos van a tener. 

Me vas a decir recuerdo estando tal día, en tal lugar, si eres una persona que tienes una gran memoria y fue medio traumático te vas a acordar de la hora, pero me vas a recordar el lugar donde te ocurrió y segundo me vas a recordar a alguien que estuvo presente o que provocó aún sin estar presente esa experiencia en tu vida. 

Todo buen momento en mi vida y todo va al momento tiene dos cosas en común: un lugar y una persona y cuando pasamos por esos lugares donde tuvimos esas experiencias no tenemos otro remedio que recordamos con alegría. 

Mientras oraba y meditaba recordaba ese mensaje, hace un par de años atrás porque hablábamos de lo importante de cambiar las memorias en esos lugares donde de alguna manera u otra tuvimos alguna experiencia que es difícil para nuestra vida, todos los que estamos aquí tenemos lugares en Puerto Rico que evitamos pasar que cuando los miramos nos dan un mal recuerdo. 

Alguien me preguntaba si era difícil ver la torre ahí como está ahora bueno no, no es difícil verla como está ahora porque sé lo que va a pasar. Pero uno de los factores bien complicados hace un par de años atrás es que yo sabía que nuestro templo iba a permanecer en ese lugar y todos los días íbamos a tener que venir aquí y verlo y si no lo recordábamos con una memoria positiva nos dañaría cada momento que entramos aquí. 

Una de las cosas que inspiró el mensaje fue una experiencia personal donde recuerdo entrar a este lugar en particular es el hotel que utilizamos para ir todos los martes a Orlando. Tenemos una gran relación con la gerencia y sé que voy a entrar donde he entrado múltiples veces de repente me quedé frizado frente a la puerta del Hotel, literalmente no podía entrar. 

Y me pongo a pensar ¿Por qué no puedo entrar? Algo no me dejaba entrar y de repente me acordé de que en ese lugar hace años atrás tuve una de las experiencias más difíciles de mi vida, un recuerdo que nunca me olvidaré y mi primera reacción ante ese momento de no poder entrar en esa puerta fue decir jamás volveré aquí y voy a huir de este lugar, pero de repente esa batalla en mi mente me pongo a pensar puedo salir de este lugar, pero la memoria va a seguir conmigo entonces sí huyó del lugar ahora estaré huyendo de un sitio, pero no puedo huir de mí mismo. 

Así que comencé a orar en ese instante y comencé a decirle Señor, hoy yo venzo lo que pasó aquel día aquí, yo lo dejo a un lado. Señor, yo entrego todo eso que sucedió hasta aquí tú me has traído, ha sido un lugar de victoria, un lugar de bendición hoy y comienzo a orar para algo tan simple como entrar a un lugar donde entro todas las semanas y recuerdo haber tenido la fuerza en ese momento de cruzar esa puerta y hasta el día de hoy yo no puedo cambiar que aquella experiencia que tuve ocurrió allí pero el efecto negativo la memoria de lo que ocurrió allí ya no afecta mi vida. 

Porque Dios es capaz de transformar nuestras memorias y de transformar nuestros lugares para poder narrarnos nuevas experiencias.Dios es un Dios que quiere transformar toda tu vida y Él no quiere que tú sigas huyendo de los lugares que en un momento dado causaron dolor en tu corazón y Dios lo que quiere hacer hoy es tan solo transformar esos lugares, sino darte una nueva memoria en esos lugares y llevarte a un nuevo lugar en tu vida en el nombre de Jesús.