Batallar a pesar de ser bendecido
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Batallar a pesar de ser bendecido

Dios te mira, te cuida, orienta tus pasos, y cuida tu espalda, pero eso no significa que tu vida será perfecta, tendrás, al igual que Jacob, muchos obstáculos a los que enfrentarte, el reto será cómo los manejarás, estando consciente de que Dios te lleva de la mano.

Hay un hombre que yo admiro en la Biblia se llama Jacob, pero hay cosas que siempre he cuestionado porque cuando usted mira la vida de Jacob él luchó por ser bendecido y yo me identifico con él porque a veces yo he sentido que he tenido que luchar demasiado por todo lo que hemos logrado como que a veces nos cuesta más que a los demás. 

Lo que me impresiona de Jacob es que cuando la mamá de Jacob queda embarazada, Dios le dice que el menor será el bendecido.  El segundo será primero. 

Y yo me cuestiono, Dios si tú sabes que el segundo era el primero, ¿para qué lo haces nacer segundo y le complicas la vida? Porque el problema de Jacob fue que cuando nace él se cree que es el escogido por Dios, pero naturalmente nació como segundo, entonces toda la vida tiene que luchar para hacer lo que él sabe que tiene que ser, pero que la vida no le dio las circunstancias fáciles para hacerlo. 

He llegado a la conclusión que los que a veces nacen primeros con unos privilegios nunca luchan para hacer todo lo que saben que deberían ser, porque piensan que ya son privilegiados y que a veces es mejor luchar un poco para descubrir a Dios en mi vida y dejar que sea Él quien me ayude a ser todo lo que yo tengo que ser, pero nunca dejar de luchar por aquello que yo sé que soy. 

Pero una experiencia que Dios le dio a Jacob marcó su vida para siempre y en tu vida no hacen falta 500 experiencias, lo que hace falta es una o dos que tú puedas contar.  

¿Has vivido algo y cuando tú lo cuentas tu rostro brilla? Un momento maravilloso, un momento especial y ese momento se vuelve eterno, porque lo vives al máximo y pasan 15 años y todavía lo puedes contar y es como si estuvieras allí. 

La experiencia de ese momento, Jacob sale huyendo y en la noche se queda sin nada y se acuesta a dormir cuando se le aparece Dios en una escalera y la Biblia dice que la escalera tocaba el cielo, pero estaba apoyada en la tierra.

Y la Biblia dice que había ángeles que subían y bajaban, porque primero hay que trascender al cielo para después bajar. Si tú no subes primero al cielo, si tú no llegas a ese a esa conciencia de revelación, de idea, en tu vida nunca puede bajar a la tierra lo que hay en el cielo. Por eso es que tenemos que saber la eternidad en Dios para que entonces podamos bajarlo a la Tierra. 

Y ese día, cuando se despertó Jacob en aquel lugar, dijo ciertamente esta es la casa de Dios. Aquí está Dios. En otras palabras, está diciendo encontré la dirección de Dios y aquello marcó la vida de Jacob para siempre, las palabras que Dios le dijo Jacob en aquella ocasión fue no te voy a dejar hasta que yo haga contigo lo que te he dicho. 

Póngase a pensar, tiene que trabajar siete años más y se casa con la mujer que ama, y la fe le da diez hijos y el último hijo que tienen, ella muere, otra tragedia, pero Dios va en el camino con él, Dios va en el camino, le cambian el salario diez veces y como quiera prosperar llegó sin nada, salió próspero, pero todavía seguía luchando. 

Si algo debemos admirar de Jacob es que no importa lo que le pasaba, él decía Dios tiene algo más grande y poderoso para mí y yo no voy a dejar de luchar y de batallar hasta que me encuentre con Dios. 

Un día peleó contra Dios mismo y Dios tuvo que decirle nunca más te vas a llamar Jacob te llamas Israel, déjame quieto ya hace 20 años te lo dije sigue caminando como yo te he dicho que tú tienes que caminar y por 20 años después que Jacob caminó cojo.  

Pero aquella cojera representaba un encuentro con Dios y es mejor caminar cojo delante de la gente, pero derecho delante de Dios porque mi vida cambió, es una experiencia lo que te da la eternidad y yo le pido a Dios que en estos días Dios haga dos cosas contigo. 

Uno, te acuerdes de una experiencia que has tenido con él. Y es que Dios no miente, Dios siempre ha buscado encontrarse con el hombre, somos nosotros que no lo podemos ver. Y si no te acuerdas de una que Dios te dé una nueva experiencia que tú trates de explicar y que tus palabras se queden cortas, pero que haga te haga vivir una vida totalmente diferente. 

Pero un corazón humilde y con fe en Él Señor y Dios no espera perfección, Dios nunca te mira y te juzga por lo de afuera, siempre mira lo que hay en lo oculto, en lo que otros no ven.

Y realmente no sabremos cuándo sucederá, pero lo sabremos porque se revelará, pero Dios se va a aparecer. A veces hace falta un predicador que le predique o falta amor, pero la realidad es que una experiencia con Dios nada ni nadie lo puede comparar. 

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